17 oct 2011

Cortesías en el ciberespacio: la libertad y el frenesí (a propósito de Libertad de Franzen)


Politeness
Source: Library of Congress Prints and Photographs Division, via Wikicommons
Creo que no exagero un ápice si digo que para muchos blogueros, el blog que mantienen es una zona mixta: a un tiempo espacio abierto al público lector y lugar íntimo (que no es lo  mismo que privado). Como lector, he querido que Notas Literarias sea una suerte de plataforma abierta desde la cual comparto mis opiniones sobre los libros que leo (erradas o acertadas, que de todo habrá) con cualquiera que visite el blog.

Pero algo realmente chocante sucede en el ciberespacio: tu blog puede de la noche a la mañana convertirse en casa Pepe. La gente entra y sale como Pedro por su casa. Esto es lo que ha estado ocurriendo con la reseña que hice a finales de junio de la novela Freedom (Libertad) de Jonathan Franzen.

En los últimos 30 días, la reseña ha recibido más de 1700 visitas, merced a la inclusión de enlaces a la reseña en un par de webs españolas. Un verdadero arrebato, considerando que antes, por lo general, el blog recibía apenas 300 visitas mensuales. La mayoría de los visitantes entran y salen en muy poco tiempo, decepcionados – imagino – al no encontrar el archivo de descarga gratuita (es decir, pirateada) que anhelaban encontrar. Como solemos decir en esas situaciones en Australia: Tough shit!

Durante un tiempo (apenas 24 horas) inserté una escueta invitación a los visitantes para que dejaran un comentario o hicieran una valoración rápida de la reseña. De los 1700+ visitantes, únicamente 4 personas (2 de ellas anónimamente) han dejado un comentario, mientras que solamente 6 han valorado la reseña como ‘Buena’. Finalmente, opté por borrarla.

Que los medios de comunicación han convertido esta obra de Franzen en un producto de consumo es un hecho innegable; a eso se dedican ciertos medios de comunicación. Los visitantes a este blog (a cualquier blog) tienen libertad de entrar y salir según les venga en gana. En el ciberespacio las pautas de cortesía son bien diferentes de las que se observan en un espacio físico: cuando uno visita la casa de otro, lo normal es saludar. Es habitual dejar comentarios en sitios como museos y casas-museo. De hecho, suele uno encontrarse libros a tal efecto. Pienso, no obstante, que no estaría de más dejar constancia de nuestra visita al espacio íntimo de los otros: unas pocas palabras bastarían. O  no.

4 comentarios:

  1. Tienes razón al decir que las normas de cortesía en los blogs son diferentes a las de un espacio físico. Curiosamente, por una parte hay una educación exquisita (y muy británica, con más "gracias" en un post de las que se oyen a lo largo de una semana en una familia española) para con personas a las que uno no conoce ni probablemente conocerá nunca, educación exquisita que se mantiene incluso en mi caso, que no soy más que un vampiro anónimo. Y por otra parte, hay, como dices, este ninguneo al bloguero cuyo espacio hemos visitado.
    Qué se le va a hacer, yo creo que es una batalla perdida.
    Saludos.

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  2. La batalla, y también la guerra, por seguir el símil marcial al que has hecho referencia. No sé, tengo la intuición de que las dos actitudes que mencionas son el síntoma de algo más amplio, más extendido, y que quizás afecte a la humanidad en su conjunto. Qué puede ser ese algo, no lo sé.

    A veces me ronda la cabeza una idea un poco rara: la inadaptación, como si fuese un extranjero en el planeta.

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  3. Hola Jorge,
    Gracias por este pensamiento, es curioso que nunce se me haya ocurrido que al visitar un blog uno debe de dejar un saludo, una huella fisica, un agradacimiento por el tiempo, el valor y la fuerza que pone el escritor en compartir sus letras con nosostros. Son pocas las veces que he dejado un comentario, aunque leo todos tus posts - y los encuentro muy iluminadores. A veces siento pena que tal vez no pueda expresarme muy bien un español - por eso no respondi a tu comentario sobre 'the Slap' porque aunque estoy de acuerdo de que los caracteres masculinos son bien desarrollados, no me vienen las palabras en español para comunicar el desdén que siento por las creaciones femininas y jovenes de esta novela - pero aprecié mucho que me respondiste.
    Me has inspirado a dejar más huellas de mi presencia en los blogs que leo - a ver si me atrevo a responder más a los tuyos - sería muy bueno tener un club de lectores aqui en Canberra para poder leer los libros que describes con tanta destreza.
    Saludos
    Deborah

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  4. Hola Deb. Gracias por tu comentario tan elogioso. Yo no digo que el vistante debe dejar comentarios siempre; de hecho, cuando yo voy buscando algo, si no es lo que busco, no me quedo mucho tiempo, y en ese caso creo que no es necesario dejar comentario alguno. Pero me llamó la atención que de tanta gente (hoy, 20 de octubre, ya se acerca la cifra a las 2000 visitas) casi nadie diga nada. En fin, así es la gente.
    Y si puedo ser yo quien te elogie, tu castellano es muy bueno. Por cierto, como digo arriba, los comentarios son bienvenidos en cualquier idioma, que para eso hay diccionarios, y Google Translate hace un trabajo bastante decente, la verdad.
    ¿Estás viendo la serie en TV? ¿Te está gustando? ¿Te ha hecho cambiar un poquito tu visión de los personajes femeninos? Es muy interesante ver la traslación de una novela como The Slap a la tele; en este medio yo veo cosas que en la novela no había observado, del mismo modo que pienso que se pierden otros aspectos de la novela al pasar a la caja tonta.
    Un saludo,
    Jorge

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