Páginas

15 may 2013

Reseña: After Love, de Subhash Jaireth


Subhash Jaireth, After Love (Melbourne: Transit Lounge, 2012). 292 páginas.

En un mundo en el que las fronteras parecen adquirir cada vez más importancia política (escuchar los chillidos histéricos de la oposición conservadora australiana en torno a este tema causa no solo dolor de cabeza sino sonrojo), dar con un autor o una obra que lleve real y merecidamente impreso el sello de transnacional y transcultural es un auténtico hallazgo.

La historia de After Love transcurre en varios lugares del mundo, y abarca las vidas de dos personas de procedencia muy dispar: Vasu es un estudiante de arquitectura indio que llega a Moscú en la década de los 60, y allí conoce a Anna, estudiante de arqueología e intérprete talentosa de violonchelo. Ambos perdieron a su madre cuando eran pequeños, y han crecido criados por familiares. En el caso de Anna, su padre fue condenado a trabajos forzados en Siberia por Stalin, y finalmente fue rehabilitado, pero nunca se recuperó totalmente de la experiencia traumática.

Mientras completa su tesis, Vasu se sumerge en la ciudad de Moscú y va descubriendo poco a poco que el idealismo un tanto romántico e ingenuo que trajo de India choca con la realidad de un régimen represor y brutal. Cuando Vasu regresa a India para diseñar los planos de residencias para una cooperativa productora de café, se da cuenta de que no puede estar sin Anna, regresa a Moscú y se casa con ella pese a los negros vaticinios de las mujeres mayores de las dos familias. A los pocos meses, Anna se queda embarazada pero decide abortar.

De Rusia la joven pareja se va a Italia, gracias al ofrecimiento de un puesto académico en Venecia que recibe Vasu. Allí la relación entre ambos se deteriora progresivamente, hasta que un día Anna desaparece y se va a Sydney con Marco, un embaucador.

El destino le tiene sin embargo reservada una sorpresa enorme a Vasu, y en la parte final de la novela conocemos en qué consiste, y cuál era el secreto que Anna decidió ocultarle durante muchos años. Entretanto, en una visita que Vasu hace a Moscú asistimos al final de la Unión Soviética en 1991, una época de esperanza que pronto dio paso a la cruda realidad de los males del capitalismo y la irrupción de mafias en todas las esferas de poder económico y político.

Una novela en la que predomina un tono melancólico y triste, After Love explora cómo las personas se mueven de una cultura a otra en el mundo actual, a un ritmo increíblemente rápido y en condiciones universales de interconexión e interrelación. Las tradiciones ceden cada vez más ante el empuje de la novedad, y las expectativas personales que acompañan a toda relación entre dos personas de diferentes procedencias culturales suelen plantar obstáculos, no siempre insalvables.

Construida a modo de novela coral, con dos voces narradoras principales, las de Vasu y Anna, más una tercera que se añade hacia el final de la novela, al dotar de esta estructura a la novela Jaireth realiza una apuesta muy fuerte, con la cual no siempre obtiene los frutos deseados. Es observable en ocasiones una cierta imprecisión técnica: el lector no sabe si está leyendo los fragmentos de diarios escritos treinta años antes, o por el contrario son remembranzas de vivencias escritas en un momento muy posterior. En ese sentido, la novela se resiente un poco, y un lector no necesariamente muy exigente detectará sin duda estos problemas.
La estructura también imita el formato de un dúo musical, y las referencias a la música (tanto clásica como jazz) son constantes en una historia que también abunda en referencias a arquitectura, arqueología, diseño urbano, historia, literatura y artes plásticas.

Nacido en Punjab, Subhash Jaireth fue residente moscovita durante nueve años en la década de los 70, y su apego por la ciudad y la cultura rusa es más que evidente en After Love. Actualmente reside en Canberra. After Love es un libro ciertamente triste, y quizás por ello resulte sumamente atractivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Your words count - Tus palabras cuentan - Les teues paraules compten