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5 sept 2013

Pulau Pinang, Malasia

The Clock Tower, para que no se te pase la hora del té
Después de casi quince años, la semana pasada regresé por unos días a la isla malasia de Penang. No fue un viaje turístico como hace quince años, pero como pude disfrutar de bastante tiempo libre para leer, para comer y también descansar junto a la piscina del hotel. Partes de la isla de Penang han cambiado bastante en quince años – es muy patente que la urbanización le ha ganado terreno a la selva y a las faldas de las colinas. Pero en esencia, Penang sigue siendo lo que era.

Templo chino en el centro de Georgetown
Conocida como Perla del Oriente, esta isla ofrece al visitante numerosos alicientes, entre los que se puede destacar su interesante historia y su excelente oferta gastronómica.

La isla pasó a formar parte de los dominios de la British East India Company en 1786; los oficiales ingleses construyeron un fortín que todavía se conserva. Con el paso de los años, la isla fue anexionada al Imperio Británico, y con la independencia de Malasia en 1951 se convirtió en estado federado de este país del sudeste asiático.

Detalle de la puerta
El omnipresente dragón de la mitología oriental 

Es una isla relativamente pequeña: su superficie, 293 km2, viene a ser poco más de la mitad de la isla de Ibiza, pero está densamente poblada (se acerca ya al millón de personas). Uno de sus mayores atractivos es la variopinta composición étnica, con tres grupos principales: chinos, malayos e indios.

Guerrero que custodia la entrada del templo
La capital, Georgetown, conserva excelentes muestras de arquitectura china y colonial; de hecho, el centro histórico de Georgetown fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un paseo improvisado por sus calles te conducirá hacia lugares sorprendentes: puedes pasar de estar en algún lugar indeterminado de India a pararte delante de un extraordinario templo budista chino, tras haber pasado junto a una mezquita.

Palos de incienso decorados. Por lo que me dijeron, nada baratos.
Con un clima húmedo y caluroso durante todo el año, Penang es un importante centro turístico. La mayoría de los hoteles y resorts se encuentran en la costa norte de la isla. Penang cuenta con una muy eficiente red de transporte público (autobuses); para el visitante que llegue en avión, recomiendo una de las tres o cuatro líneas de autobús que llevan a las zonas más habitadas de la isla desde el aeropuerto. La tarifa es extremadamente económica: por 4 ringgit (poco más de un euro) el autobús te llevará a Batu Ferringhi, en la otra punta de la isla, donde están los hoteles más populares.

En el interior del templo de una influyente familia, el recordatorio dorado de todos los ancestros fallecidos 
Nada más llegar, los ingleses construyeron un fortín y lo adornaron con ciertas herramientas destinadas a ahuyentar a los pájaros, o algo similar...

Té de jengibre
Pinang laksa: caldo de pescado, especias, fideos, trocitos de piña, hierbabuena, chiles, y otros ingredientes. Pica como el demonio, pero es aromática y deliciosa. Must-try!
Char Kway Tow, que se sirve como desayuno en muchos lugares
Con todo, uno de los más sabrosos atractivos de Penang es su comida. Especialidades malayas, chinas, nyonya e indias, muy económicas, hacen de Penang un lugar ideal para el paladar más exigente. La abundancia de frutas tropicales a precios de risa te permite degustar los más variados zumos. El plato local por antonomasia es la Pinang laksa, una sabrosísima sopa picante tras la que uno se resigna a sudar sin remedio.

Y cuando el calor y la humedad te obliguen a hacer una parada e hidratarte, te recomiendo un buen vaso de refrescante té de jengibre, que preparan con leche condensada.

Zumo de starfruit, que según parece, se traduce como 'carambola'. Delicioso y muy refrescante.

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