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9 jul 2015

Reseña: Odysseus Abroad, de Amit Chaudhuri

Amit Chaudhuri, Odysseus Abroad (Londres: Oneworld, 2015). 243 páginas.

Londres, julio de 1985. Un día como hoy hace treinta años. Cálido sin duda, aunque no se tratara del calor casi asfixiante que están sufriendo estos días los londinenses. Las olas de calor enmarcadas dentro del cambio climático resultante del calentamiento del planeta todavía no eran ostensibles, como lo son en 2015. Un joven estudiante de origen indio, Ananda, despierta en su cama en el pequeño piso en Warren Street, alquilado a precio exorbitante ya por aquella época. Tiene por delante otro día más en su rutina habitual: primero lee el soneto posiblemente más conocido de Shakespeare, y luego acude a pagar el alquiler al restaurante del casero; más tarde acude a la reunión periódica que tiene con su tutor en la universidad, a quien le ha entregado algunos de sus poemas para que le dé una opinión. Después toma el metro para reunirse con su tío materno, Radhesh (o Rangamama, como se dirige a él de manera más familiar), en cuya compañía realizará una larga travesía a pie por las calles londinenses.

Warren Street Station
¿Cuál es la trama de Odysseus Abroad? Pues la verdad es que, una vez leída, resulta ser poca cosa. No hay trama en el sentido más convencional del término. Lo que Chaudhuri hace es navegar en la nave de Ananda por las aguas de un mar extranjero (Londres) en pos de la observación y la reflexión. Alguien podrá decir que lo anterior suena a aburrimiento total, pero me apresuro a asegurarle que no lo es. El retrato de Ananda tiene sobradas dosis de ironía: es un joven que se debate entre la entrega a un ideal presumiblemente inalcanzable (la poesía) y la masturbación compulsiva como sublimación del sexo.

Ah, esos goces de la juventud, quién los tuviera ahora… al alcance de la mano.

No, no era fácil la vida para un joven indio en la Inglaterra de la Dama de Hierro, la Thatcher. Matriculado en una universidad londinense para estudiar literatura inglesa, Ananda descubre que hay muchas cosas de esa literatura que ni le interesan ni le resultan atractivas. Esto es algo con lo que, como antiguo estudiante de Filología Inglesa, me identifico plenamente. Nunca han conseguido atraer mi atención como lector las hermanas Brontë, por ejemplo. Con Chaucer me entretuve un par de semanas, tres a lo sumo, pero mi copia del Piers Plowman de Langland pasó a engrosar las huestes de objetos inmóviles colocados en estanterías y predispuestos a la acumulación de partículas de polvo milenario.

Estación de Belsize Park. Fotografía de Oxyman.
Odysseus Abroad es un libro muy literario (en el sentido positivo del término, tan raro hoy en día), tanto por las conversaciones en torno a literatura que Ananda entabla con su tutor y con su tío como por el nada disimulado homenaje que rinde Chaudhuri a Homero y Joyce. Como muestra, un botón. Hete aquí el listado de los capítulos: 1) Bloody Suitors!; 2) Telemachus and Nestor (and Manny-loss); 3) Eumaeus; 4) Uncle and Nephew; 5) Heading for Town; y 6) Ithaca.

Chaudhuri maneja los hilos de la narración con soltura: hay un triángulo persistente de personajes en torno a Ananda: el tío Rangamama, su hermana Khuku (la madre de Ananda), y su cuñado, el padre del joven Ananda Sen. Hay referencias constantes a una época anterior, en la que los padres de Ananda vivieron en Londres. Estos atisbos del pasado son un juego constante de reflejos esbozos humorísticos. Chaudhuri construye sus tres retratos con trazos casi aleatorios, pero la composición de fondo es rica, compleja y divertida.

Pero es sin duda Rangamama el personaje central de esta deriva por las aguas jónicas de la diáspora india en Londres. Admirador de Tagore, es un moderno Odiseo indio, posiblemente virgen (en un principio porque temía el contagio de la sífilis, pero para 1985 el sida ya acechaba); hombre soltero que vive solo y de manera espartana, acaudalado pero generoso en sus propinas (también envía remesas de dinero a familiares y allegados en India). Su principal pasatiempo lo constituyen los paseos con Ananda (a pesar de la continua querella que parece darse entre ellos), las novelistas de ciencia ficción y terror, y ver documentales de la naturaleza en el televisor de su vecino.

«¿Quieres un laddoo?» Ananda se sentía presionado a deshacerse de los seis que no habían comido.
Su tío le miró a los ojos, muy elocuente.
«¿Estás loco? ¿Qué quieres, que me muera esta misma noche?» (p. 236)
Boondi laddoo. Fotografía de Milanography.
Odysseus Abroad se inscribe en una sugestiva modalidad de narrativa reciente que invita al lector a seguir a un personaje en sus paseos y merodeos por la ciudad. En ese sentido, me ha recordado algo a Open City, de Teju Cole, cuyo personaje central es también producto de otra diáspora, la nigeriana, pero en la ciudad de Nueva York del siglo XXI. Son por supuesto dos libros muy diferentes, pero curiosamente los dos satisfacen.

No tienen desperdicio las observaciones que Ananda hace de la sociedad británica, en un tiempo en que Londres todavía conservaba algo de identidad inglesa. El joven estudiante de literatura detesta saberse fuera de lugar, pero al mismo tiempo ello le proporciona placer: algo de lo que poder escribir, sin duda. En una librería de Belsize Park: "Un cliente pasó cerca de él. «Disculpe», dijo Ananda, moviéndose hacia su derecha. En este país, a menudo uno se encontraba bloqueándole el paso a la gente. Estaba destinado a ello. Si uno no se había interpuesto al menos una vez al día entre alguien y su destinación, tenía que encontrar el modo de hacerlo. Frenar a los demás – como a un automóvil, detenido ante un paso de cebra – afirmaba la sociabilidad." (p. 193, mi traducción)

La propuesta de Chaudhuri está escrita con elegancia y sin estridencias. Pienso que es un autor a tener en cuenta en los próximos años.

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