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21 sept 2023

Reseña: Your Wish is my Command, de Deena Mohamed

Deena Mohamed, Your Wish is my Command (Londres: Granta, 2023). 526 páginas.

¿Quién no recuerda la fantástica escena de Las mil y una noches en la que, por casualidad, Aladino libera al genio de la lámpara? El mero hecho de que un ser tan poderoso estuviese atrapado en una botella ya colmaba tus ansias como lector infantil de que volase tu imaginación hasta tierras exóticas, pero también la idea de disponer de cualquier deseo, que se haría realidad en el momento en que lo pronunciases, era todavía si cabe más tentadora.

En realidad, el tema central de Your Wish is my Command apunta hacia la flaqueza inherente al ser humano: la aspiración de conseguir lo que deseamos (sean riquezas, salud o amor – las tres cosas necesarias en la vida según la canción) nos puede conducir al límite. Mohamed comienza el libro plasmando un anuncio informativo del gobierno egipcio en el que se combaten los deseos de baja categoría embotellados (los de tercera clase los venden enlatados). Una mujer compra uno de ellos en una tienda y al llegar a case lo abre y pide al genio que le haga perder ocho kilos. El genio le corta un brazo y una pierna.

Página 90: Aziza ante la Autoridad. Los pobres no tienen derecho a soñar...

El libro está dividido en tres partes. En la primera, Aziza es una viuda pobre que arrastra la deuda contraída por Abdo, su marido, que murió tras desear repetidamente un Mercedes con deseos de tercera clase. Tras varios fracasos entre los que destaca cuando consigue un Mercedes de miniatura, a Abdo lo atropella un Mercedes que circulaba a toda velocidad. Aziza quiere superar el dolor de su pérdida con un deseo de primera clase. Reúne el dinero y lo compra en el quiosco de Shokry, que tiene tres a la venta.

Sin embargo, Aziza choca con la burocracia estatal. Para poder utilizarlo, primero ha de registrarlo en el Ministerio de Deseos. Los funcionarios asumen que una mujer pobre como ella ha debido de robarlo, lo confiscan y la encarcelan. ¿Quién se cree ella que es? Una mujer desdichada nunca podría alcanzar el nivel de las clases pudientes, y de ello se encargan los funcionarios que hacen cumplir la ley a rajatabla. ¿Hay un subtexto subversivo? Naturalmente.

Nour. Una versión contemporánea del viejo dilema: ¿Ser o no ser?
La segunda parte nos lleva hasta Nour, una joven estudiante universitaria con problemas de depresión, tedio y apatía por todo. Tampoco la terapia ayuda. Buscando escapar del atroz ciclo anímico del que no sabe cómo salir, Nour adquiere el segundo de los tres deseos de primera clase que tiene Shokry. Cuando finalmente abre la botella, su deseo es simplemente poder ser ella misma y poder salir adelante cada vez que lo necesite.

Shokry y Hagga. Aquí el burro está enojado, pero al final de la novela es el protagonista inesperado.
El protagonista indiscutible de la tercera y última parte es el propietario del quiosco, Shokry, que se debate entre deshacerse del último deseo de primera clase que heredó de su padre o regalárselo a la señora que le compra cigarros a diario, la vieja Hagga, que padece una enfermedad terminal. Mohamed lleva al lector al origen de los tres deseos que Shokry se niega a usar para sí mismo.

El mundo que traza la autora de Your Wish is my Command contiene magia y fantasía, pero una lectura cuidadosa te hace ver la dura crítica al sistema económico capitalista y a las consecuencias que todavía se viven y se sufren por causa del colonialismo de los siglos XIX y XX. La industria de los deseos, cuenta Mohamed, la iniciaron las potencias europeas, que en lugares como Egipto descubrieron cómo extraer y embotellar los deseos para venderlos. Del mismo modo que hay deseos de primera categoría (que solo los ricos pueden en teoría permitirse), surge toda una industria dedicada a la venta de deseos de segunda y tercera categoría, los cuales causan más perjuicios que otra cosa.

Mohamed dota a sus personajes de características esencialmente humanas: la vacilación y la noción del peligro que supone el poder que conlleva concretar tus deseos están presentes en todos ellos (excepto en la vieja Hagga, que sabe que sufre un cáncer terminal). Your Wish is my Command (Shubeik Lubeik en el original árabe) es una representación gráfica llena de matices y ecos de lo que nos hace tan frágiles: la condición humana. ¿Es acaso lo que queremos lo que realmente necesitamos?

Guía informativa sobre la nueva legislación relativa a los deseos.
Originalmente se publicó en tres volúmenes (de ahí las tres partes) y lo ha traducido la propia autora al inglés. Una curiosidad es que el libro se lee de izquierda a derecha, tal como se lee en la lengua árabe. Una obra impresionante tanto en su aspecto artístico como en el narrativo. Paneles a todo color con infinidad de detalles que te sumergen en las calles de El Cairo, lóbregas imágenes en negro, diagramas y gráficos que revelan los altibajos emocionales de Nour, o gráficos informativos sobre la historia de la explotación de los deseos. Your Wish is my Command ha recibido ya varios premios, entre ellos el Gran Premio del Festival de Comics de El Cairo. Muy, muy recomendable.

Pese a su aparente simplicidad, los dibujos son exquisitos. Tus deseos son mis órdenes.

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