Hace ahora seis
años que reseñé la novela Rubik de esta autora australiana residente en
Perth. En su momento dije que Rubik era una especie de pasatiempo compuesto de
muchas piezas que había que encajar igual que el cubo. De manera que tenía
ganas de hincarle el diente a este conjunto de veinte relatos cortos. La
decepción no puede ser mayor.
Los temas que
trata Tan son muy similares a los de la novela: indaga en las inquietudes socioculturales
de nuestra época, las imposiciones del tecno-capitalismo neoliberal y las
absurdas tesituras que se plantean en torno a conspiraciones que los personajes
se esfuerzan en principio por comprender y posteriormente por apartar de sus
vidas.
Pero, personalmente, en su casi totalidad estos relatos me han dejado indiferente, y en algunos
casos, completamente irritado, dado lo inanes que me resultan. De todos ellos,
el único que salvaría de la hoguera es el que da título al libro: ‘Hornos
inteligentes para gente solitaria’. Tras superar una crisis existencial no
especificada, Shu recibe un horno de la marca ‘Neko’ (un horno hablante e ‘inteligente’)
que, además de ayudarle a preparar comidas muy sanas y apetitosas, le hace compañía
y le sirve de analista.
En cualquier caso, yo recomiendo emplear el tiempo necesario para su lectura en otros menesteres. Hay tanto que leer y el tiempo es finito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Your words count - Tus palabras cuentan - Les teues paraules compten