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22 dic 2018

Reseña: Fuera de lugar, de Martín Kohan

Martín Kohan, Fuera de lugar (Barcelona: Anagrama, 2016). 222 páginas.
Además de la idea de encontrarse desubicado, la expresión ‘fuera de lugar’ puede denotar un comportamiento o conducta inapropiada. Esta novela del argentino Kohan (la segunda suya que leo, tras la bastante buena Bahía Blanca hace más de cinco años) tiene más de novela negra que novela de denuncia social, pese a que la primera parte de las seis que la componen introduce al lector a un grupo criminal que se dedica a fotografiar a niños desnudos. El grupo lo integran personajes variopintos, como un vendedor, un cura, el dueño de una hostería, un par de señoras y el fotógrafo.


Buen dominio de la perspectiva en la narración: Martín Kohan. Fotografía de Antonio Nava / Secretaria de Cultura 
Lo realmente curioso es cómo consigue Kohan inmiscuirte en la (prácticamente nula) moralidad de los personajes que forman la banda criminal. Para ellos, el verdadero criminal es el que mira la imagen, el que la compra, no quien la produce. Trivializan sus actividades, y solamente atañen importancia a los réditos que ciertas ‘novedosas’ composiciones podrán reportarles en el mercado de destino, la Europa del Este tras la caída del Muro, adonde exportan su producto a través del puerto de Valparaíso.

Tras la primera parte, la más extensa (‘Precordillera’), viene ‘Litoral’, que traslada al lector a la hostería de Santiago Correa en las orillas de un río, el Paraná o el Uruguay. La difusión de las fotografías por medios digitales está colocando a la banda al borde del colapso, y Santiago Correa (el único adulto que aparece en las fotos) se obsesiona buscándose en internet. Su esposa Elena descubre qué le ocupa las noches cuando se supone que debería estar durmiendo.

El río Paraná. Fotografía de Argenz.
La tercera parte, ‘Conurbano’ se inicia de manera tajante: “Al muerto lo encontraron un jueves”. El difunto es Alfredo Cardozo, quien hacia el final de la primera parte había prestado a su sobrino Guido, intelectualmente discapacitado, para una de las sesiones fotográficas de la banda. Entra en escena ahora Marcelo, el hermano mayor de Guido, que no puede explicarse el suicidio de su tío. Marcelo comenzará a indagar en la vida oculta de su tío.

Marcelo descubre que su tío había pagado todas sus deudas, y eso que tenía muchas y abultadas. ¿Cómo lo hizo, y por qué? Entre sus papeles, Marcelo encuentra tres almanaques de la hostería junto al río, y allí dirige sus pesquisas. No consigue descubrir nada, pero tanto le gusta el lugar que convence a la tía Nelly para que acuda allí junto con Guido. El momento más poderoso tiene lugar cuando Guido reacciona de forma inusual al reconocer a Correa, lo cual extraña a Marcelo y Nelly. Pero Elena y su esposo consiguen tranquilizarlos, y convence a Marcelo de que le sirva de enlace en su negocio de exportación de mermeladas.

¿Qué oculta Elena tras sus negocios de venta de conservas en provincias? ¿Hasta qué punto actúa ella de manera independiente? Con una rauda narración en sus dos últimas partes, Fuera de lugar se precipita velozmente hacia un brutal desenlace. Muchos de los enigmas no quedan explícitamente resueltos, de manera que es el lector quien habrá de contestárselos.

Una intrigante trama, bien trabajada, con un lenguaje que es, a veces, muy escueto y directo: cuando el autor lo juzga necesario (algo que el lector agradece). Un buen libro, construido sobre diferentes líneas argumentales, a partir de una intriga que versa de lo amoral y provocativo.

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