Aquest és un blog sobre literatura en anglés, castellà i català. Every single book reviewed in this blog is either my property or has been borrowed from a public library.
Warrumbungles NP (NSW): the view from the top of Bluff Mountain.
La antigua capital del imperio inca, Qosqo en su denominación quechua, es
hoy en día un centro turístico de primer orden mundial. La ciudad cuenta con un
importantísimo patrimonio arquitectónico colonial, aparte de los pocos restos arqueológicos
incas visibles que los invasores castellanos dejaron en pie.
Esta no es una esquina cualquiera.
Como toda ciudad que deriva buena parte de sus ingresos del turismo de
masas, Cusco tiene serios problemas. La infraestructura de transporte es uno de
ellos, y con mucho el menos urgente. Más acuciante me pareció el tema de la
limpieza de sus calles: la presencia de incontables perros abandonados y una ausencia
general de cuidado por parte de un sector de la población afean un poco el
centro histórico de la ciudad.
Fast food, Cusco style: alpaca hamburger!
La actividad económica del centro de Cusco tiene como foco principal las
visitas de las hordas de turistas a la ciudad inca de Machu Picchu. El tinglado
desarrollado en torno a esta maravilla arqueológica (que es, al mismo tiempo,
una muy triste lección de la historia) es apabullante, en el sentido menos
favorecedor de la palabra. Como me comentaba Fabián Lima, nuestro excelente y
experimentado guía en el Camino Inca, las principales compañías que han copado
el producto Machu Picchu son estatales o extranjeras; para las pequeñas agencias
locales quedan las migajas, y la brutal competencia entre ellas reduce mucho los
márgenes de beneficio.
Cusco, ombligo del mundo inka
Fabián comentaba además que, como sucede en otras grandes ciudades turísticas,
el mercado inmobiliario local se ha visto negativamente influido por la aparición
del fenómeno Airbnb y similares. Hace unos meses, en una estupenda velada en
Barcelona, el amigo J.S. de Montfort me advertía de que los barceloneses se estaban
yendo de la ciudad al extrarradio ante la imposibilidad de pagar unos alquileres
inflados por el turismo extranjero. Es un hecho documentado: solo hace falta
leer los diarios. Según Fabián, se está produciendo la misma situación en
Cusco. Quizás encontrar un justo equilibrio entre la industria turística y la conservación
del tejido social de las ciudades será pronto una importante cuestión electoral
en muchas de las metrópolis más deseadas por los visitantes internacionales. Tiempo al tiempo.
Para cruzar de Bolivia a Perú hay que atravesar el lago. Los autobuses también lo hacen. El Estrecho entre San Pedro y San Pablo Tiquina.
La mayor ciudad a
las orillas del lago Titikaka es la peruana Puno. Lo que parece evidente es que
a la mayoría de la población de la ciudad el ecosistema del lago que les
proporciona el agua para sus necesidades diarias les importa muy poco. El área más
cercana a la ciudad es un paseo que debería hacer las delicias de los locales.
En cambio, el lugar es un auténtico basural, un aluvión de botellas y bolsas de
plástico, escombros y desperdicios en general, y por lo que pude ver, lo
escondido de los juncos resecos que malviven en la zona la han convertido en urinario
y/o cagadero furtivo. Una verdadera pena.
Vista de Puno y el lago desde el cerrito Huajsapata
Titikaka (de
acuerdo con la ortografía quechua) es prácticamente un mar interior. La zona
próxima al centro urbano es la más contaminada, aunque el lago queda un poco
protegido por los juncos (la totora) que crecen en una zona de baja profundidad. Las fuertes lluvias del año pasado, además de inundar el centro urbano de
Juliaca, próxima a Puno, descargaron cantidad de contaminantes en el lago. Uno
de los tours más populares te lleva a las islas flotantes de los Uros, una
pequeña comunidad aimara que vive del turismo. Un diminuto universo, un entorno
singular y único prácticamente condenado a desaparecer.
Jonathan narra en su aimara materno la historia de su pueblo, los Uros, y la creación de sus islas flotantes en el lago.
Los Uros tratan
de exprimir la mayor cantidad posible de soles al visitante. ¿Quién puede
echárselo en cara? El proceso por el cual construyen sus islas flotantes es una
enorme victoria del ser humano sobre la naturaleza, aunque hoy en día hayan
accedido a tecnologías (paneles solares) que les permiten, por ejemplo, ver la
TV o escuchar la radio en medio del Titikaka. Incluso la escuela de las islas
cuenta con wifi, según nos contó nuestro guía local, Miguel Ángel.
Taquile
La excursión por el Titikaka no estará completa sin
una visita a la isla de Taquile. Los taquileños son una comunidad quechua muy
aislada que ha sabido conservar sus costumbres. Una de las curiosidades más
sobresalientes para mí fue el hecho de que el sombrero o gorro que visten tiene
su origen en la barretina catalana propia de los trabucaires. También el resto
de sus ropas tiene una fuerte influencia española: visten un pequeño chaleco y
fajín. Taquile vive también del turismo, por supuesto, pero el arte textil de
la isla fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y los
isleños parecen haber sabido gestionar el turismo de manera muy inteligente.
Un caballero taquileño
Panorámica desde Taquile hacia el este. Los picos nevados de Bolivia en la lejanía.
Casi cinco semanas de viaje, en un itinerario que comprenderá tres países andinos, a cada cual más hermoso e interesante: Bolivia, Perú y Chile. Tras pernoctar en Santiago, pondremos rumbo a La Paz vía Iquique. Cruzaremos a Perú por Puno para luego encaminarnos a Cusco. El Camino Inca nos llevará a una cita obligada: Machu Picchu.
De Cusco otra vez en avión a Lima, donde podremos ver a unos buenos amigos y (esa es la intención) tomar con ellos unos tragos entre muchas risas y seguro que divertidas anécdotas. Desde Lima iremos más o menos siguiendo la Panamericana en dirección sur, con parada obligatoria en Arequipa. Pisco, Paracas, Colca y Nazca son otros nombres propios en esa ruta.
AREQUIPA. Fotografía de AgainErick
A Chile volveremos a entrar por Arica, y una vez lleguemos a Iquique el viaje será en auto de alquiler hasta Santiago, con pernoctaciones diversas, entre ellas San Pedro de Atacama, donde cabría esperar que, cerca de veintitrés años después, a uno no lo reconozcan, especialmente en las Termas de Puritama.
Para este viaje se precisan alforjas: la intención es visitar librerías en buena parte de las ciudades que visitemos, y cargar con alguna de las recomendaciones del librero local o las novedades locales más atrayentes. De momento, me acompaña un entrañable uruguayo, el gran Eduardo Galeano con sus Espejos. Veremos qué joyas puedo agenciarme en las librerías de La Paz, Lima o Santiago, o en alguna otra librería con la que pueda toparme durante el viaje. Cualquier recomendación será muy bienvenida. Y por si el poco original título de este post ha despertado una vena algo nostálgica en tu memoria, aquí tienes un video de la famosísima adaptación en dibujos animados japoneses del relato Dagli Appennini alle Ande de Edmondo d'Amicis.
El drama de la emigración antes de que la crueldad y el egoísmo la hayan hecho prácticamente inalcanzable para muchos, en un formato asequible y comprensible para los más jóvenes.