30 jun 2010

Reseña: La sombra de lo que fuimos, de Luis Sepúlveda


Luis Sepúlveda, La sombra de lo que fuimos (Barcelona: Espasa, 2009). 176 páginas.

En esta breve novelita de Luis Sepúlveda, tres viejos revolucionarios pasan el tiempo en un garaje rememorando anécdotas mientras una pertinaz lluvia cae sobre Santiago. Están esperando a un hombre, Pedro Nolasco, un viejo compañero de lucha que los ha convocado a realizar un último golpe, un robo temerario.

Treinta y cinco años después de la derrota y subsiguiente represión a manos del sanguinario régimen de Pinochet, los izquierdistas se reencuentran, tentados por el plan de Nolasco. Pero cuando Nolasco resulta accidentalmente muerto al caerle un tocadiscos que lanza una mujer en medio de una grotesca discusión conyugal, el plan parece haberse frustrado, sin comerlo ni beberlo.

Pero el marido de la homicida accidental, Coco Aravena, tras registrar las pertenencias del muerto (una vieja pistola y un número de teléfono), decide hacerse pasar por el difunto, llama al número y acude a la cita.

Cuando la mujer confiesa ante el Inspector Crespo, éste y su ayudante inician las pesquisas para recuperar el arma robada. Mientras, Coco Aravena se presenta en el garaje y tras un poco de cháchara y más recuerdos del pasado, los cuatro deciden seguir adelante con el robo.

Sepúlveda consigue hacernos sonreír en muchas ocasiones. A ello contribuyen sin duda los cuidados diálogos de los aventureros y los del Inspector Crespo con Adelita, su joven ayudante detective.

En el garaje, con unos cuantos pollos asados y bastantes vasos de vino, los aventureros van explicando su triste realidad como perdedores de la historia, y deciden jugársela una última vez. ¿Ganarán esta última partida?

La sombra de lo que fuimos es una novela muy recomendable para estudiantes de castellano que han alcanzado niveles más o menos óptimos de comprensión lectora. Se lee con bastante facilidad y no precisa demasiadas consultas al diccionario, si acaso algún chilenismo que por el contexto puede deducirse con facilidad. Por La sombra de lo que fuimos, Luis Sepúlveda ganó el Premio Primavera de Novela 2009.

¡Que la disfruten!

20 jun 2010

En el día de la lengua española

Ayer, 19 de junio, se celebraba el día mundial de la lengua española, el castellano. Es un idioma que sigue creciendo y que registra ya más de 450 millones de hablantes. El Instituto Cervantes ha dado a conocer en un informe (puedes bajártelo en PDF haciendo clic aquí: http://www.cervantes.es/imagenes/File/prensa/informe%20prensa%202010-WEB.pdf) que los países en los que más ha crecido el idioma en los últimos años son Estados Unidos y Brasil.


El aprendizaje (que no la enseñanza) del español en Australia parece ir mejorando con el paso del tiempo, particularmente gracias al entusiasmo, al tesón y la aplicación de los estudiantes. Continúa siendo un obstáculo muy serio la falta de formación lingüística y profesional de muchos de los mal llamados ‘profesores’, que en realidad son hablantes nativos que no han hallado ninguna otra salida laboral en Australia.

A esa significativa lacra hay que sumar el problema inherente de las incompetentes estructuras administrativas de los centros educativos. En Canberra, por citar los casos más cercanos y mejor conocidos, los programas de lengua española en las tres instituciones de enseñanza superior no tienen ninguna credibilidad; si ha habido casos de estudiantes (¡y ciertamente los hay!) que han logrado adquirir niveles óptimos de competencia lingüística, no habrá sido gracias al esfuerzo de los docentes, que en algunos casos simplemente ni ha existido ni existe.

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