Mostrando entradas con la etiqueta Marlon James. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Marlon James. Mostrar todas las entradas

7 jun 2016

Reseña: A Brief History of Seven Killings, de Marlon James

Marlon James, A Brief History of Seven Killings (Londres: Oneworld, 2014). 688 páginas.
Hace muchos, muchos años, sentados alrededor de una mesa en una cafetería de Valencia cuatro jóvenes soñaban con hacer algún día un viaje a una isla caribeña llamada Jamaica. Yo era uno de ellos, y quizás para mejor fortuna de todos ellos, ese viaje nunca llegó a tener lugar. Jamaica, me ha quedado muy claro tras la lectura de esta soberbia novela, no era lugar para jóvenes. Por mucho reggae y mucha maría que prometiera.

¿A Brief History? Pues, para empezar: de breve, nada de nada. Y, además, el viejo adagio conceptista (lo bueno, si breve…) no tiene aplicación alguna en 2016. Lo que sí me apresuro a afirmar es que, por desgracia, quien no lea A Brief History of Seven Killings en su lengua original va a perderse muchísimo. Por muy buena que sea la traducción (solamente he podido ver un muy breve extracto de la versión en castellano y uno muy largo de la traducción al catalán), se quedará mucho en el camino. La sonoridad de la idiosincrática habla jamaicana en su patois nunca podrá verterse a otra lengua sin que algo quede sin expresarse.

Esta es una extraordinaria novela coral, y está escrita de manera magistral. El autor cuida el lenguaje hasta el mínimo detalle. Ya solamente la variedad y la riqueza de las voces narradoras son suficientes para encandilar al lector más exigente. Y lo mejor de todo es que Marlon James escribe un texto exigente para lectores exigentes. En la entrevista que le hizo Phillip Adams en el programa radiofónico Late Night Live ya advirtió que no tiene ninguna intención de devolverle el dinero a quien no pueda con el libro y reclame su dinero.

Como en sus dos novelas anteriores – y cuánto me alegra haber tomado la decisión de leer John Crow’s Devil y The Book of Night Women antes de enfrentarme al Premio Booker del 2015 – la violencia es tema central. Pero a diferencia de los dos títulos anteriores, A Brief History of Seven Killings se acerca a la época contemporánea, abarcando prácticamente tres décadas. Desde 1976 a 1991.

Get up, Stand up! The Singer, esa fastidiosa piedrecita en el zapato del establishment

Un hecho histórico (el intento de asesinato del cantante Bob Marley en Kingston en diciembre de 1976) le basta a James para trazar una larga trama en clave tan intrigante como apasionante. Varios pistoleros irrumpieron en su casa y dispararon a todo lo que se movía. Sorprendentemente, no murió nadie, pero además del mismo Marley resultaron heridos su esposa Rita y su manager. Nunca quedó claro quiénes fueron los que idearon y/o ejecutaron el intento de asesinato. Marley iba a dar dos días después un concierto por la paz, en un país que estaba inmerso en la violencia política y criminal (la novela nos da a entender que ambas cosas iban de la mano). ¿Por qué tenía el rey del reggae enemigos en Jamaica?

Dividida en cinco partes, la historia avanza cronológicamente a lo largo de unos veinticinco años. Son muchas las voces que cuentan lo que pasa: desde los chicos y caciques de los guetos de Kingston a agentes de la CIA. Añadamos la voz narradora de Nina Burgess y la de Alex Pierce. La primera es una secretaria desempleada que será testigo ocular del intento de asesinato y que emprenderá la huida para evitar la represalia segura de los que lo han perpetrado. Pierce aparece en la primera parte como reportero de Rolling Stone en busca de una historia que contar sobre Marley, a quien James prácticamente no menciona por su nombre (es, sencillamente, ‘The Singer’). El asesinato frustrado le brindará una historia que jamás hubiera imaginado escribir.

Testimonio de otra época, atracción turística de visita obligada en Kingston. Bob Marley Museum. Source: Jamaica Observer.
Algo que James ejecuta a la perfección es retratar la brecha social entre las distintas clases sociales de Jamaica y entre las razas, y lo hace mayoritariamente a través del lenguaje. La construcción polifónica que elige James permite que cada uno de los personajes aporte algo muy íntimo y personal. Así, si Weeper es la cara, es el pistolero instruido tras haber pasado tiempo en chirona, Bam-Bam es la cruz: un pistolero casi analfabeto, criado en el gueto de otra banda después de huir de casa la noche en que asesinan a sus padres.

La trama es enrevesada, pero solamente lo justo y necesario. A la emboscada fallida, al primer asesinato frustrado del libro (el de Marley), le seguirán muchos que sí se ejecutan con éxito. Unos suceden en Jamaica, otros en Nueva York o en Miami. Las conexiones entre la política doméstica jamaicana, las guerras entre las bandas de los guetos, el narcotráfico de los cárteles de Medellín y Cali, la guerra sucia geopolítica de los EE.UU. cuando Cuba todavía era el bastión comunista: todo ello configura el telón de fondo de una narración que sigue uno tras otro a los personajes que van a ser asesinados, en muy diversas circunstancias y por diversos métodos.

James, jamaicano de nacimiento, reside sin embargo desde hace mucho tiempo en los Estados Unidos, y es por ello que conoce perfectamente la diáspora jamaicana en Nueva York. Cuando Nina llega a los EE.UU., su experiencia le permite expresar perfectamente las sensaciones y sentimientos de una mujer emigrante de raza negra en una amenazadora e implacable jungla urbana. Para mi gusto, es el personaje mejor dibujado – y con ello no quiero decir que encuentre falta a los demás. Todo lo contrario.

Un rico cóctel de atracos a mano armada, violaciones, ejecuciones sumarias, brutales palizas y otras variadas humillaciones, consumo de estupefacientes, prostitución, miseria, basurales, importación ilegal de armas, sarcásticas conversaciones entre agentes y exagentes de la CIA, escrito con auténtico esmero. A Brief History of Seven Killings tiene todo lo que uno desea encontrar en una novela del siglo XXI. No te la pierdas, aunque sea en otro idioma.

Breve historia de siete asesinatos, traducción de Javier Calvo y Wendy Guerra, publicada por Malpaso.

Una breu història de set assassinats, traducció a càrrec de Ramon Monton, publicada per Bromera.

21 may 2016

Reseña: The Book of Night Women, de Marlon James

Marlon James, The Book of Night Women (Nueva York: Riverhead Books, 2009). 427 páginas.
Los hay que a estas alturas de la historia de la humanidad todavía insisten en la idea de que las potencias occidentales portaron la “civilización” a las gentes de otras tierras. Es ya horroroso y vomitivo de por sí pensar en la esclavitud de otros seres humanos como negocio; pero incluso mayores arcadas me produce la constatación de que los esclavistas sometieron a esas personas, a las que consideraban de su propiedad tal si fuesen animales, a vejaciones y torturas innombrables.

Jamaica, los albores del siglo XIX. En una plantación del este de la isla nace una niña. La madre muere en el parto; el padre de la criatura es el “capataz” Jack Wilkins. La niña es una hermosa mulata de ojos verdes, y recibe el nombre de Lilith en una plantación donde a los esclavos les ponen nombres de mitos griegos: Atlas, Gorgón, Ifigenia, Homero, Andrómeda, etc. ¿Refinamiento intelectual? Para nada. El destino vital de la recién nacida no será otro que la esclavitud.

¿Trabajar como animales? Algunos animales recibían mucho mejor trato. 
Muerta su madre, a Lilith la ponen bajo el cuidado de una esclava, Circe, a la que le han dado cierta manga ancha al permitirle vivir sola en una cabaña. Hay también una figura paterna, Tántalo, otro viejo esclavo medio loco, al que nadie parece hacerle caso. Su relativamente apacible niñez se ve totalmente trastocada tan pronto crece y se hace moza: uno de los johnny jumpers (esclavos con licencia para castigar a otros esclavos) de la plantación intenta violarla en la choza donde vive. Lilith le hace frente y, tras una pelea, lo mata.

Normalmente eso supondría un terrible castigo e incluso la muerte, pero a Lilith decide protegerla la jefa de cocinas, Homero, que decide darle refugio en la despensa del sótano hasta que se calme la situación.

Marlon James, un magnífico escritor que estaba esta semana de visita en Australia. Not just a cool dude! Fotografía de Larry D. Moore
Pese a su juventud, la joven mulata pronto se labra entre las demás esclavas de la casa una reputación de dureza y resiliencia. Sus ojos verdes también le prueban que ella es diferente, y que tiene derecho a verse como mejor que las otras mujeres con las que trabaja. Con el paso de los meses recibe mayores responsabilidades, pero un accidente mientras sirve la comida en una fiesta le significa un brutal castigo, ordenado por el nuevo capataz irlandés, Robert Quinn.

Las peripecias por las que atraviesa Lilith la llevarán a servir en otra hacienda cercana. Es un cambio de lugar, pero las condiciones son tan denigrantes como en Montpelier, donde había nacido. Puesta al servicio de unos amos brutales y abusivos, Lilith no dudará en defenderse de ellos, incluso matándolos. Para fortuna suya, los esclavistas blancos no descubren su autoría del crimen y el incendio que destruye la casa, y Lilith regresa a Montpelier.

 "Aquellos no ser patíbulos normales. Los fraguan de la ira del mismo Massa Humphrey. Aquiles ver el patíbulo cuando lo ponen en el suelo y grita e intenta correr, pero cae de rodillas. Ya tiene el pie izquierdo roto de antes. Los cuatro hombres suben al esclavo a tirones. el patíbulo construido como una jaula con un aro de fierro arriba para colgar de una cuerda, dos placas de fierro en los lados y una delante que hacen la jaula de la forma de un hombre. Luego soldadas unas barras que dan la vuelta, cuatro, para amarrar bien al esclavo negro," (p. 417-8, mi traducción). Un patíbulo de la época en el Museo de los Piratas de Nassau, Bahamas.- Fotografía de BrokenSphere
The Book of Night Women ofrece un detallado dibujo de la brutal sociedad del esclavismo de esos siglos, centrado especialmente en las mujeres esclavas. Son unas mujeres marcadas (literalmente) por las torturas, las violaciones, los maltratos y humillaciones a que se ven sometidas desde la más tierna infancia, y todo ello por el color de su piel y por su sexo. Homero, ultrajada y traumatizada por sus dueños, planea una revuelta con un grupo de esclavas afines. Espera que Lilith se una a ellas porque reconoce en ella unas cualidades que servirían para los fines que el grupo persigue. A la insurrección se sumarán todos los esclavos de la isla, dicen las mujeres que se celebran sus secretas reuniones nocturnas en una cueva.

Al igual que en su primera novela, John Crow’s Devil, Marlon James no se ahorra detalle alguno al narrar la violencia que rezuma la sociedad del esclavismo. Es una novela sobre la barbarie sobre la que se construyeron los imperios coloniales, pero sus personajes también nos muestran su lado humano. La misma Lilith es vanidosa, torpe y obstinada, y aun así sabe descubrir la amistad y la lealtad en los demás. Pero The Book of Night Women es además una excelente historia de un amor imposible, un romance condenado a su destrucción por su inherente imposibilidad.

El mayor acierto de James, entre los muchos que encierra esta estupenda novela, es la elección de la voz narradora, cuya identidad solamente se nos revela en la última página. Una mujer que cuenta una terrible historia, sin tomar partido por uno u otro bando, pero sin escatimar detalles de actos brutales, que ponen en tela de juicio la supuesta educación de los que se consideraban a sí mismos civilizados y civilizadores. La escritura refleja el registro menos refinado del habla popular de los esclavos, en el que, por ejemplo, los pronombres personales de caso sujeto se usan como posesivos. Es por eso una voz muy auténtica, que al lector le resulta fidedigna y creíble.

Las divisiones tácitas, las fronteras invisibles que se dan entre los mismos esclavos (y especialmente entre esclavos y esclavas) establecen un significativo contraste ante las líneas divisorias firmemente marcadas entre amos y esclavos.

Tuvieron que pasar muchos años antes de que se pusiera fin a esta barbarie tan "civilizadora". Freeing a Slave from the Slave Stick, Jamaica, ca.1875

Este es un libro indispensable para comprender lo casi incomprensible, una parte inhumana de la historia, y al mismo tiempo una ficción admirable en su construcción y en su lenguaje. The Book of Night Women recibió el Dayton Literary Peace Prize de 2010.

20 dic 2015

Reseña: John Crow's Devil, de Marlon James

Marlon James, John Crow's Devil (Nueva York: Ashaiko Books, 2010). 230 páginas.
Dice el saber popular que los extremos se tocan, y en un universo tan atrasado, aislado y provinciano como Gibbeah, el Bien y el Mal parecen confundirse. Se trata de un pequeño pueblo ignoto del interior de la isla de Jamaica, en el que durante mucho tiempo sus habitantes han vivido en la anodina paz de un pastor, Hector Bligh, más dado a las libaciones que a las prédicas bíblicas. No en vano los lugareños lo han apodado “Rum Preacher”, el Predicador del Ron.

En una paradoja no exenta de ironía, Marlon James titula el primer capítulo como ´The End´, esas tres mágicas palabras que aprendíamos todos como anuncio del final de las películas americanas en los cines de mi niñez, unos cuantos antes de que empezara yo a aprender la lengua inglesa. Los eventos de este capítulo son posteriores al comienzo de la historia, pero curiosamente, también el último capítulo del libro lleva por título ‘The Beginning’.

Una de las cordilleras orientales de la isla de Jamaica tiene por nombre John Crow. El Rio Grande (nombre de origen obviamente español) corre a sus pies. Fotografía de Michael L. Dorn
En medio de la celebración religiosa oficiada por Bligh en un miércoles de ceniza llega a la parroquia un hombre al que nadie conoce: “Le observaba desde el fondo de la iglesia. El hombre había llegado con la noche, pero la oscuridad no lo abandonaba durante el día. Le inquietaba toda la excitación. Era un sentimiento tan extraño como el éxtasis o el remordimiento. Tanto daba un día grueso como un año flaco, si uno sentía el mismo odio. El hombre era más alto que el Pastor, y llevaba zapatos negros, traje negro y camisa negra, tenía pelo negro y una piel clara que estaba bien tostada por el sol.” (p. 30, mi traducción) De pronto el extraño le agarra de las manos estrujándole los huesos mientras, delante de los atónitos feligreses, le pregunta quién va a asumir la responsabilidad de absolverle a él y a todos sus parroquianos, quién va a limpiar sus pecados: “¿Quién va a perdonarte a ti, hijo de perra ignorante?” (p. 31)

Tras el rapapolvo y la paliza que le da al Pastor, el Apóstol York asume la jefatura de la congregación religiosa de Gibbeah. Su mensaje es en esencia uno: ha venido a llevar a cabo la obra del Señor. “Dios me ha enviado. ¿Y qué es lo primero que vamos a hacer? Limpiar este templo. Escúchame, Gibbeah. He venido a devolver la integridad y a arrasar la iniquidad, ¡Aleluya! He venido a dar consuelo a los afligidos y a ser el azote de los acomodados. ¡Gibbeah! ¡He venido con una espada!” (p. 35, mi traducción)

El enfrentamiento entre el eclesiástico titular y el recién llegado se refleja asimismo en el de dos mujeres de Gibbeah: Lucinda es una chica simple, bizca y poco agraciada físicamente, pero una ferviente creyente en el obeah, el vudú caribeño de raíces africanas. Su contrincante es la viuda Greenfield, que acogerá al Pastor Bligh cuando York lo pone de patitas en la calle. Mientras Lucinda sueña con ofrecer sus servicios al Apóstol (en más de un sentido), la viuda es un reducto de bondad y raciocinio en un pueblo emponzoñado por la disputa entre los dos religiosos. La trama gira pues en torno a estos dos polos: resultaría inútil identificar a alguno de los dos como el Bien. La cuestión es quizás dilucidar cuál de los dos encarna el Mal menor.

James alterna una voz narradora omnisciente adaptada a los puntos de vista de diferentes personajes con capítulos en los que una voz colectiva, compuesta por las voces de los lugareños, da rienda suelta a la rumorología y el cotilleo. La ortografía y la sintaxis reflejan el dialecto jamaicano: para quien no esté acostumbrado a esta forma de la lengua inglesa, puede resultar una pizca difícil de entender en un principio:

Lawd a massy, Puttus, you no hear the latest bout the Pastor?
No! Is weh you a hide the secret for, pop the story give we!
Well, people say the Pastor deh down a river a live like mad man.
Holy Jesus our Heavenly Father.
True-true. Him deh down deh a live like dog. People say him all shit down deh.
Then where people expect him fi shit?
We did think say the Apostle kill him.
Who say him no dead?
True-true, the Rum Preacher is nothing but duppy now, heh-hay!
The you a go look!
No baba, who want to see that deh?” (p. 41)

Quizás un breve glosario habría sido un adecuado acompañamiento: quien no conozca el inglés jamaicano dejará de comprender algunos conceptos importantes para la historia de John Crow’s Devil. Palabras como pickney (niños), combolo (secuaces), guzum (magia negra) podrían haberse explicado para lectores no familiarizados con ellas.

Hay por supuesto una razón para la presencia y las acciones del Apóstol York en Gibbeah, y tiene que ver con el señor Garvey, el rico millonario que en realidad es dueño del pueblo entero y vive en una mansión de la que apenas se molesta en salir. Es una historia de venganza, sí, pero el subtexto nos lleva a leerla más como una denuncia de los riesgos que supone la religión organizada para una sociedad cerrada y aislada. Cualquier loco violento puede exhibirse como Mesías y conducir a la comunidad al desastre y al caos. La violencia en John Crow’s Devil es ciertamente una representación que termina por convertirse en ceremonia.

Un simpático ejemplar de John Crow, o pavo buitre, típico de la región caribeña. Fotografía de Dori.
Puede que quien siga regularmente mi trayectoria lectora en este blog se pregunte: ¿a santo de qué ha elegido este libro Jorge? Pues bien: se debe a la anécdota (muy reveladora) que el autor dio a conocer tras ganar el Booker Prize de 2015 por su novela A Brief History of Seven Killings. Y es que John Crow’s Devil, publicada por vez primera en 2005, fue rechazada por un total de 78 editores. Marlon James ya había enviado el archivo de la novela a la papelera de su ordenador cuando otra novelista, Kaylie Jones, insistió en rescatarla y editarla pro bono. En nombre de los lectores de marlon James, ¡Mil gracias, Kaylie!

Que un libro tan bueno fuera rechazado por 78 editores dice mucho sobre cómo funciona la industria del libro, y mucho más sobre los prejuicios raciales que, lamentablemente, todavía existen. Ya tengo ganas de hincarle el diente a otros libros de este autor.

Posts més visitats/Lo más visto en los últimos 30 días/Most-visited posts in last 30 days

¿Quién escribe? Who writes? Qui escriu?

Mi foto
Ngunnawal land, Australia