Santiago de Chile |
La capital chilena es una ciudad muy distinta de la que vi por vez primera
hace veintitrés años. Como en el caso de Lima o La Paz,
el poblado fundado por Valdivia se ha expandido hasta convertirse en metrópolis,
seguramente mucho más allá de lo que cualquier urbanista hubiera predicho hace
un siglo.
La capa de partículas en suspensión de Santiago, en un día bueno. |
Los problemas de esta gran urbe que es Santiago no se limitan a los habituales:
la insoportable congestión del tráfico, las grandes distancias que sus
habitantes han de recorrer para atender a sus quehaceres o la carestía de los
precios que conlleva la vida en cualquier gran ciudad moderna. Hay un problema
acuciante, que se respira a diario. Literalmente.
Desde Sky Costanera hacia Las Condes. |
La contaminación atmosférica es un hecho al cual los santiaguinos parecen haberse
resignado a soportar, a juzgar por el gran número de personas que suelen hacer
ejercicio a orillas del río Mapocho a primeras horas de la noche. El río, cuya
imagen me quedó intensamente grabada hace dos décadas debido a los comentarios
de un santiaguino con el que departí unos minutos acerca de los cadáveres que
aparecían en sus aguas, arrastrados por la corriente en las semanas y meses
posteriores al golpe pinochetista, sigue siendo en cierto modo el hilo conductor
de la vida en Santiago.
Jardín de las Esculturas |
Pero Santiago tiene también un alma indudablemente creativa y artística. El
arte se percibe, se siente y respira por todas partes. Desde el tranquilo Jardín
de las Esculturas junto al Mapocho al Patio Bellavista, pasando por los cafés y
bares de Lastarria, la ciudad de Santiago está en una ebullición intelectual constante,
a la cual sin duda contribuye la numerosa población estudiantil, que por estos días
continúa protestando las reformas gubernamentales y exigiendo la gratuidad
parcial de la educación.
La pobreza reside muy cerca del Palacio de La Moneda. ¿La plata del cobre no llega aquí? |
Palacio de La Moneda. Las imágenes del 11 de septiembre de 1973 en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos impactan todavía, más de 40 años después. |
Their portraits make their absence an ever-present memory. |
Una casa para Matilde. |
La mesa lista para comer, en el interior de La Chascona. |
Mientras paseaba por las calles de Santiago de Chile la memoria me llevaba
a recordar nombres que mi abuelo pronunciaba con admiración en mi infancia. Hay
que visitar La Chascona, la casa de Pablo Neruda a los pies del Cerro San Cristóbal,
pese al maltrato que sufre por parte de vándalos que zahieren los versos del
poeta con sus repugnantes grafitos.
Su último poema |
Es también de obligada visita el Museo de la Memoria y los Derechos
Humanos, en las inmediaciones del Parque de la Quinta Normal. No debemos (ni
podemos) nunca olvidar quiénes fueron los asesinos, los represores, las alimañas
uniformadas, y maldecirlos para la eternidad; mientras que siempre recordaremos
a los muchísimos desaparecidos y asesinados. Su presencia nos da alientos a
quienes todavía creemos que la humanidad encierra algo muy valioso, aunque sea inexpresable.
La sombra del rascacielos cae en paralelo al Mapocho. |
En el transcurso de los últimos años, Santiago ha añadido algo realmente espectacular
a su paisaje urbano: Sky Costanera. Este edificio, cuya altura alcanza los 300
metros, ofrece unas magníficas panorámicas de todo Santiago, y en los próximos meses
comenzará a albergar oficinas. Su silueta es ineludible en el skyscape santiaguino. Además, según me comentó
el guía que acompaña a los visitantes en el ascensor (67 pisos), Sky Costanera
ya ha superado su primer gran terremoto (en 2015) con nota sobresaliente. Aun
así, no creo que nadie quiera estar allí arriba cuando se vuelva a producir un
gran sismo en Santiago. Que lo hará, de eso no me cabe ninguna duda.
Los territorios de la República Independiente del Pisco, hermanados por un delicioso propósito popular. |
Una visita a Santiago, por último, nunca estará completa
sin un pisco sour (o dos). A quien le guste el pisco, ese gran descubrimiento etílico
andino, le recomiendo acercarse a ChPe Libre, el simpático bar que alberga en
su interior a la República Independiente del Pisco, una entidad apolítica, rica
y bulliciosa, con la probablemente mejor carta de piscos del mundo, y una
variedad de deliciosos platos para acompañar tus tragos. ¡Viva la República!
VIVA LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE Y POPULAR DEL PISCO. ¡VIVA CHPE LIBRE! |