21 may 2015

Cinco años de Notas Literarias

Que no pare la fiesta... Eagles-Cheerleaders-TradUniform(2)-Iraq, 7 de junio de 2008, Fotografía de Lance Cpl. Robert C. Medina 
Este blog cumple ahora en mayo de 2015 cinco años. Por lo que parece, cinco años de edad para un blog de estas características es en sí mismo un pequeño logro: la mayoría de los blogs no suelen perdurar, porque mantener un blog y añadir contenido de manera regular lleva naturalmente su tiempo, y exige constancia. Verdad de Perogrullo nº1.

Lo que fue concebido y nació por tanto como un (vano) intento por mantener el contacto con mis antiguos estudiantes de lengua española, tras tomar la decisión de dejar la enseñanza en octubre de 2009 – y también tratando de alimentar una ilusión, la de que ellos siguieran practicando el castellano tras haberles servido a algunos de ellos como guía y docente hasta un nivel más que competente – se fue poco a poco convirtiendo en algo mucho más grande.

Como traductor e intérprete profesional, me entusiasma el (duro) trabajo de facilitar la comunicación entre lenguas y culturas. Es por eso que desde hace algún tiempo he venido alternando la lengua en la que publico reseñas de los libros que leo, y me ha dado por reseñar en inglés algunos libros publicados en lengua catalana. En el futuro no descarto hacer lo mismo con libros de escritores de lengua castellana.

Cada vez que aparece alguna colaboración mía en forma de reseña en otros lugares (sea en Hermano Cerdo o en Transnational Literature, los lugares donde más me prodigo), he decidido publicar en el blog la misma reseña, pero en el otro idioma. Es sin duda una aspiración legítima, quizás con una pizca de vanidad, pero a mi edad, estando como estoy en la segunda parte – que es la más difícil, créanme ustedes los más jóvenes – de mis innings, y dadas mis circunstancias personales, es decir, habiendo vivido lo que he vivido, y visto lo que he visto, pues que me quiten lo bailao. Verdad de Perogrullo nº2.

En fin, con éste son ya 400 posts tras cinco años, el cual es un número nada desdeñable, y la mayoría de ellos son reseñas de libros. Se han superado ya las 114.000 visitas, pero éste sigue siendo un blog modesto, alejado como estoy del mundanal ruido de Facebook y Twitter desde un muy tranquilo barrio de Canberra, a.k.a. “the city that never wakes” (Peter Berner dixit).

Por las estanterías de mi casa siguen amontonados libros que compré hace años desde una posición de autoengaño: la peregrina idea de que como el día tiene 24 horas, quizás pudiera dedicarle unas tres de esas horas a la lectura… jajajaja. Iluso yo. El curro manda, y cuando no hay curro, hay que hacer cenas, o lavar la ropa, o cualquiera de esas tareas ingratas pero absolutamente inevitables. Verdad de Perogrullo nº3.

Los miro (a esos pobres libros olvidados) con ternura y pena y les susurro que algún día les llegará su turno. Tiempo al tiempo.

En fin. Algunos datos y curiosidades, por si interesan. Los Top 5:

Entradas más visitadas (no necesariamente las más leídas – como sabe todo el mundo, en internet el número de visitas a un post no significa gran cosa): Freedom, de Jonathan Franzen; Red Dog, de Louis de Bernières; We Need New Names, de NoViolet Bulawayo; The Leftovers, de Tom Perrotta, y El amanecer de un marido, de Héctor Abad Faciolince.

Entradas más comentadas: (9) Taipei de Tao Lin; (7) The Luminaries de Eleanor Catton y Red Dog; (6) Nueva Portada: Tasmania, Freedom y El somni de Farringdon Road de Antoni Vives; (5) L’estany de foc de Silvestre Vilaplana y ‘Planes de contingencia frente a los zombies’ de Kelly Link.

Términos de búsqueda más citados: “notas literarias” (pero qué nombre tan original…;)); “red dog”; “que rhetorical devices hay en un soneto me manda hacer violante de lope de vega”; “red dog louis de bernieres traducción” (pues no, todavía no lo han traducido al castellano, que yo sepa); “estelada”; “downunder-literatura.blogspot.com”; “contes russos"; “kelly link”; “el nas de Mussolini”; “jonathan franzen libertad”.

Consigue aquí tus PDF calvos, ¡GRATIS!
Quiero señalar la asombrosa recurrencia de la frase ‘pdf gratis’ que suele acompañar a muchos de los títulos que busca la gente. ¿Sabéis qué os digo a los del ‘pdf gratis’? Pues que musho morro. Más gracia me hacen e incluso despiertan en mí cierta simpatía los estudiantes que entran buscando resúmenes, sinopsis, estudios de personajes, etc. Incluso para copiar un comentario de texto hay que tener cierto arte y destreza. Verdad de Perogrullo nº4.

Los cinco países con más visitas registradas: España, Estados Unidos, México, Alemania y Colombia. No quedan muy lejos Argentina, Rusia, Chile, Francia y Venezuela. Incluso desde China e India empiezan a asomarse. Napoleón se equivocaba. China despertó, pero el mundo no tiembla. Más bien se ha quedado dormido frente al televisor o embobado delante de un Xbox o la Wii.

Gracias a todos los que alguna vez me han leído, o han mirado las fotos o incluso enlazado desde otros sitios a alguna de mis reseñas. Espero que sigáis pasando por aquí. De mis antiguos estudiantes, creo que a la larga nadie se animó a la idea de seguir al traumatizado exprofesor a través de un blog. ¿Y quién puede echárselo en cara? Yo en su lugar habría hecho lo mismo, seguro.

Quizás sería hora de cambiarle el nombre al blog… Aunque también podría dejar pasar un tiempo antes de hacerlo. Ya veremos, que dijo el ciego.

El ciego de Toledo, d'un altre valencià, Joaquín Sorolla 

20 may 2015

Reseña, A God in Every Stone, de Kamila Shamsie

Kamila Shamsie, A God in Every Stone (Londres: Bloomsbury, 2014). 312 páginas.

Todos los días aprende uno algo. En mi caso, gracias a la lectura de la última novela de Kamila Shamsie (de ella ya había leído Burnt Shadows y Salt and Saffron) he conocido el dato histórico de la presencia y participación de soldados indios (o más específicamente, pastunes) en la I Guerra Mundial. Y curiosamente lo hicieron por primera vez un día después del desastroso desembarco de tropas australianas, también al servicio del Imperio, “for King and Country”: el 26 de abril de 1915.

Con este fondo de entramado histórico Shamsie sitúa pues el inicio de esta historia en Turquía, concretamente en el yacimiento arqueológico de Labraunda (uno de los muchísimos, posiblemente miles, yacimientos existentes en el Asia Menor, como puede constatarse si se realiza un viaje por las carreteras turcas). Allí, una joven inglesa, Vivian Spencer, participa en las excavaciones a las órdenes de un arqueólogo de origen armenio llamado Tahsin Bey. Vivian es muy joven y naturalmente algo ingenua, y apenas puede ocultar su predilección por el arqueólogo.

Pero la guerra echará por tierra sus planes de volver con él en otra expedición arqueológica. En un momento de debilidad ofrece datos sumamente importantes sobre el talante rebelde de Tahsin Bey a la inteligencia británica. Pero cuando esos datos terminan en el poder de otros, su suerte está echada. A Tahsin Bey lo asesinan de un tiro en la cabeza: una carga de culpa que Vivian tendrá que soportar en su conciencia toda la vida.

Es la guerra también la causa de que los caminos vitales de Vivian y Qayyum, enrolado como oficial en el 40 Regimiento Pastún del ejército indio británico y herido en Ypres, comiencen a cruzarse. Shamsie pone de relieve el altísimo precio que pagaron estos soldados pastunes, llamados por la metrópolis colonial a una lucha en tierras muy lejanas, en una guerra que en realidad no era suya. Tras comportarse como un héroe y recibir heridas que le causan la pérdida de un ojo, Qayyum es trasladado a Inglaterra, donde el tratamiento médico que recibe es mucho mejor que el trato social al que se ve sometido.

A los pocos meses, y tras haber servido brevemente como enfermera, Vivian viaja a Peshawar con la esperanza de reunirse nuevamente con el armenio y participar en otra excavación arqueológica. Bey le había señalado un yacimiento próximo a Peshawar (la antigua Caspatyrus) donde proceder a la búsqueda de la legendaria diadema de Escílax de Carianda. Allí tropieza con la negativa del dueño de las tierras, pero mientras espera que cambie de idea traba amistad con un muchachito llamado Najeeb (el hermano pequeño de Qayyum). Najeeb se convierte en pupilo de la arqueóloga inglesa: le enseña griego clásico y siembra en él la semilla de la afición por la arqueología. Cuando la noticia de la muerte de Tahsin Bey le llega por carta, Vivian regresa a Inglaterra.

Museo de Peshawar - Fotografía de Khalid Mahmood
La segunda parte del libro regresa con Vivian a Peshawar en 1930. Najeeb, ya licenciado universitario y oficial del museo local, la convence para venir a Peshawar a seguir buscando tesoros enterrados. Su llegada a “la ciudad de las flores” coincide sin embargo con una ola de desobediencia civil alentada por las acciones no violentas de Gandhi y Nehru. Qayyum se ha alistado en un ejército sin armas, los Khudai Khidmatgars (siervos de Dios), manifestantes pacíficos que siguen las enseñanzas del venerable Khan Abdul Ghaffar Khan. La respuesta de las autoridades británicas fue una masacre (escabechina que está bien documentada).

Lo que quizás no sea tan lógico es que los acontecimientos de tiempos tan revueltos y difíciles se hayan trasladado en la novela en una serie de episodios que no son caóticos pero sí parecen entrelazados de un modo demasiado tenue. Shamsie abre la trama a nuevos personajes que aparecen para desaparecer de inmediato. La novela es de repente un río de aguas turbulentas y alocadas. Es como si Shamsie hubiera querido adoptar varios puntos de vista narrativos (los de Vivian, Qayyum, Najeeb y Diwa, una joven de ojos verdes que ayuda a los manifestantes y a Najeeb cuando resulta herido) en el preciso momento en que los acontecimientos no pueden estar controlados, y es ahí donde la novela pierde un poco de fuerza.

A God in Every Stone es una narración con una indudable tendencia a la denuncia política e histórica. El desenlace, con varios hilos argumentales que no quizás no estén bien ejecutados, es posiblemente lo de menos. Al igual que en Burnt Shadows, Shamsie cautiva con su prosa, repleta de simbolismos e imágenes nítidas y palpitantes. Hay una significativa simetría entre la defensa de la libertad de su pueblo que hace Tahsin Bey y la posterior rebelión pacífica pastún contra los colonos británicos. La novela se inicia y se cierra con dos breves episodios de la época del rey persa Darío I, en 515 BC y 485 BC, con Escílax como protagonista. La idea latente en A God in Every Stone (aunque no explicitada) es que todos los imperios tienen un final irremediable. Le ocurrió a Darío y les ocurrió a los ingleses.

Peshawar, situada en una de las zonas más calientes del planeta, es la tierra de esos hombres sacrificados por el poder imperial, como Qayuum, quien nos deja esta reflexión: “Si un hombre ha de morir defendiendo un campo, que ese campo sea su campo, que esa tierra sea su tierra, que esa gente sea su gente.”(p. 101, mi traducción)

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