9 may 2020

Reseña: The Ash Burner, de Kári Gíslason

Kári Gíslason, The Ash Burner (St Lucia: University of Queensland Press, 2015). 226 páginas.

Hace unos ocho años escribí un corto relato en inglés que llevaba por título ‘By the Sea’. Al final de ese cuento, el protagonista, un viejo que se adentra en las aguas de una idílica playa del Pacífico, en una isla polinesia de cuyo nombre no me quiero acordar, hasta que alcanza el arrecife y se sumerge, dejándose atraer hacia el suelo marino por la voz de una sirenita que le recuerda a la voz de su hija, fallecida muchos años antes en ese mismo lugar.
Scotts Head, Nueva Gales del Sur. Fotografía de OZmobi.
Esta novela, la primera de Gíslason, comienza con un episodio bastante similar. Un adolescente llamado Ted (Theodore) se arroja al océano Pacífico desde las playas de Lion’s Head (nombre alternativo que escoge el autor para Scotts Head, una pequeña localidad de la costa norte de Nueva Gales del Sur) impulsado por la noción de que, de alguna manera, encontrará a su madre, que falleció mientras nadaba en las aguas del Mar Norte, cerca de Whitby, en Yorkshire.

Pintoresco e histórico: Whitby, North Yorkshire. Fotografía de AEK.
A Ted lo salva su padre, no sin antes sufrir terribles heridas al ser arrojado contra las rocas por el oleaje. Durante las semanas de convalecencia en el hospital, Ted conoce y traba amistad con otro joven, Anthony, y la novia de éste, Claire:
Anthony se había levantado a coger un vaso de agua. Le molestaba quedarse sentado largo rato, y estaba cruzando la habitación hasta la ventana. Claire parecía acostumbrada a su desasosiego, y por un instante clavó en mí su mirada. Yo me sonrojé. Entonces se levantó de la silla que normalmente ocupaba Anthony y se le unió junto a la ventana. A contraluz se le veía el arco de la espalda a través de la camisa blanca que llevaba puesta. Le puso el brazo alrededor de la cintura, por debajo de las heridas que había sufrido en la espalda, y observó lo que ocurría en la calle.
Era más baja que él. Estaban en el mismo curso en el instituto, pero ella tenía casi un año menos, catorce cuando nos conocimos de verdad aquel verano. El pelo, negro y abundante, sobresalía por encima del hombro de Anthony y acentuaba lo pálido que estaba; algo inusual en un pueblo costero, donde todos ignorábamos las advertencias respecto al sol. Claire se giró para mirarme, y entonces me di cuenta, mucho más que antes, que era extranjera. Fuera el que fuese el país que sus padres habían traído hasta aquí, se hacía notar en sus pómulos y en las líneas que los unían a los labios.
Me dio la impresión de que ella ya sabía algo sobre mí, y en su cabeza ya se habían forjado algunas preguntas. Se acercó hasta la cama donde yo descansaba; para interrogarme, aparentemente su manera de determinar mi carácter. Quería saber más cosas sobre mi accidente, y cómo fue que había terminado en la parte del cabo donde el oleaje es siempre más fuerte y fragoso.
«Yo nunca nado en esa parte de la playa,» me dijo. «No entiendo cómo te metiste ahí.»
Intenté presumir un poco. «Me cogió una corriente. Tuve suerte de poder volver, es verdad.»
«O suerte de que tu padre te pudiese rescatar,» me respondió. (p. 17-18, mi traducción)
Anthony tiene una fuerte personalidad que atrae inmediatamente a Ted, quien es un par de años más joven y está buscando su lugar en el mundo. Anthony es un joven con fuerte tendencia a expresar sus emociones por medios artísticos, le gusta leer y argumentar sus puntos de vista sobre la vida, el arte, el amor. Claire tiene también una vena artística, y Ted se siente atraído por ambos desde el primer día.

Ted y su padre emprenden largos paseos litorales que terminan en el estuario del río Nambucca. El puente sobre el río Nambucca que atraviesa la línea férrea que une Sydney con Brisbane. Fotografía de Advanstra
La novela cuenta cómo a lo largo de los años esa honda amistad entre los tres va transformándose en un excepcional triángulo amoroso. Cuando terminan los estudios de secundaria, Anthony y Claire se van a Sydney, decididos a expandir sus carreras artísticas y abrir sus horizontes personales. Ted los seguirá un año después, convencido por su padre de que tome la carrera legal. En Sydney la relación entre los tres continúa, con los altibajos normales que suelen darse entre amigos de juventud.

De los tres, Anthony es quien más se acerca a ese universo entre marginal y bohemio que Lou Reed inmortalizó en una canción, y sus devaneos con las drogas y los ambientes artísticos lo transforman y empujan al negativismo.


Gíslason elabora una prosa que tiende hacia lo poético, pero que es exquisitamente sobria y también sorprendentemente frugal en los recursos utilizados. Los personajes resultan mucho más humanizados porque sus carencias y debilidades quedan resaltados frente a los ideales que se insinúan de conceptos tan ensalzados por la sociedad como el amor o la amistad. Incluso los personajes secundarios, como el vecino de Ted y su padre, por ejemplo, parecen dotados de vida y personalidad en sucesos aparentemente intrascendentes.

El desenlace de esta Bildungsroman contiene una sorpresa mayúscula, un secreto muy bien guardado, que pone patas arriba la vida del narrador protagonista. The Ash Burner cuenta con sobrada brillantez el tortuoso, doloroso y a veces angustioso proceso de alcanzar la madurez. En ella el lector encuentra que en cualquier crónica vital puede haber alegrías, satisfacciones y amor; pero no debemos ignorar que son inevitables también las pérdidas, el trauma y la tragedia. Como en la vida misma. Una estupenda primera novela, muy recomendable.

6 may 2020

Estic escoltant/ Estoy escuchando/ I'm listening to... (1)


Today I bought this song. More relevant than ever.
M'he comprat aquest tema perquè em sembla més rellevant que no mai abans.

Cambios / Changes

What a shame people will not value
What they never fought for, yet they own. How sad
To see the faces of people who are lied to,
And trust their lot will improve
Yet this country has always been blind
There will be no Mar Menor or old age pensions
Immigrants are still called criminals
But in the football field they celebrate their goals
Get fined for smoking a relaxing weed
“Got nothin’ on me, get stuffed, Officer!”
He’s enraging the kids in the park
On the same might when a homeless man gets punched
The mobile phone won’t help me interact
But make me hate myself more, it’ll be too late
I want a planet that does represent me
It matters who I can count on, not the money they can count
Been waiting so long my hopes for the world to change
Have gone cold, but this will not change
We keep arguing while poverty increases
Give him more tobacco, get yourself a throat cancer
The Princess is well protected but not your daughter
Who will have to eat stale bread if the economy goes to the dogs
It is hard to bring food to the table
And there are those who bash their partner
Die, sonofabitch, die in jail
Like my head, in an eternal trip
While I’m driving, I gaze at the landscape
It looks sad, just like when you left
The 21st century, that’s our lot
Of the best life ever, the one we have not looked after
What we neither deserve nor appreciate
We get carried away, we have settled for this
I used think that is what people cared about
To be able to breathe, polluted waters
People have been duped, they feel frustration
In Barcelona they have set up the barricades
Rocks fly over, dumpsters get burned
Yet the media have never had it better
You are the ones who have caused this hatred that is eating us up
The TVs are the ones winning this war
I’m the sole owner of my freedoms
When I have to I do my duties
I have no nation, I follow no colours
I’m not a thief like the Society of Authors
We’re up in the air, enjoy the trip
I carried no luggage, wasn’t in first class
Only the working class I brought along
They may vanquish me, but not my message!
A family evicted is a shame
While the banks own so many empty flats
Surviving on charity
And kneeling down before Felipe and Juan Carlos
Changes, I just want changes
But this is an uneducated, antiquated country
Replete with selfish people and low wages
Full of racists and corrupt officials
They hold the reins of your life
The planet suffers because of the food you need
Your belly’s already full
Breathe in this smoke and enjoy your exhaustion
Advocating that the innocent stay in jail
Is like advocating that the guilty remain free
People should get closer to each other
Peoples who do not know each other go into battle
Yet another day I get up apathetic
Knackered, hungover and anxious
I hold my head high with what my lot is
I try to contribute because that’s what I’ve been taught
They pay lip service to the Constitution
Though half of those who voted for it are now dead
In this country they want respect for the rules
But a dead man keeps ruling in the shade
Think about it
Just think about it

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