Si naciste en la década de los 60 o los 70, seguro que recordarás alguna de
las películas de ciencia ficción anteriores a aquella época, que contaban con unos
muy rudimentarios efectos especiales que posiblemente hoy en día harán reír a esos
críticos ‘virtuales’ que se esconden tras la IA. Burns sitúa esta historia en
esa época: dos amigos de la secundaria, Brian y Jimmy, son aficionados al cine
y, de hecho, han hecho sus pinitos con la cámara Super 8 (¡Ay, aquellos
tiempos!) rodando sus propios films a modo de homenaje muy personal a un género
que adoran.
Están por todas partes, pueden ser tus vecinos... Y sus intenciones no son nada buenas. |
Mientras que Jimmy es un presuntuoso y bullicioso fanfarrón, Brian es un
chico silencioso y en apariencia reservado. Brian quiere hacer otra película,
llamada Final Cut, y se toma el proyecto con absoluta seriedad. En una
velada cinematográfica en su casa a la que ha invitado a algunos amigos conoce
a Laurie, atractiva pelirroja de la que se enamora en el instante en que ella quiere
ver un autorretrato que Brian está haciendo de sí mismo en la cocina,
observando el reflejo de su imagen en la tostadora eléctrica.
La vida de Brian... |
No todo es perfecto en la vida de Brian: vive con una madre alcohólica y no goza de
un estado idóneo de salud mental. Tras conocerla, Brian se empeña en que Laurie
sea la estrella de la película, que va a ser un homenaje a Invasion of the
Body Snatchers (1956). El lugar escogido para rodar está en las montañas, en una cabaña
cerca del lago. El lugar es perfecto para paisajes extraterrestres y para la
idea de película que Brian quiere hacer: «The movie is about my head… It’s
about all the fucked-up shit going on inside my head.» [La película trata sobre
mi cabeza... Va de toda la jodida mierda que llevo en la cabeza.]
La narración se sirve de una construcción lineal
interrumpida por las ensoñaciones y la imaginación de Brian. A veces, la línea
que separa la historia real se difumina y entra en los sueños de Brian, y se
repiten motivos y escenas. La storyboard que Burns construye destaca por su
colorido y figuras, pero abundan también las sombras y la atención al detalle y
los gestos de los personajes. Con ello consigue generar una atmósfera de temor
y sospecha.
En tus sueños, Brian. |
En resumen, la historia oscila entre la filmación
y la obsesión de Brian por Laurie, esto es, el deseo sexual. Final Cut
es un profundo homenaje al cine y a la historia del género de la ciencia
ficción.
A Happy Ending for the Final Cut? |