Mary M. Talbot and Bryan Talbot. Rain (Londres: Jonathan Cape, 2019). 157 páginas.
Las primeras cuatro
páginas de este relato gráfico nos trasladan a la selva amazónica en la primera
década del siglo XIX, citando a Alexander von Humboldt, quien ya observaba
entonces que las consecuencias de la deforestación estaban alterando el sistema
climático y el régimen de lluvias, a la vez que provocaba la erosión del
terreno y graves inundaciones en torno a los ríos. Más de dos siglos después,
el problema no solamente se ha agravado. Como señalaba Scranton en We’re Doomed. Now What?, hemos excedido los márgenes de
explotación racional y sostenible de los recursos que alberga el planeta. Lo
que nos sobrevenga de ahora en adelante es una incógnita.
Si von Humboldt pudiese ahora en 2020 hablar... |
Mitch y Cath son
las dos protagonistas de esta novela gráfica. La primera vive en el norte de
Inglaterra, en un pueblo de Yorkshire, y su vida gira en torno a ideales
medioambientalistas como la comida orgánica, y participa en grupos de
protección de los páramos locales. Cath, por su parte, vive en Londres y
desconoce en gran medida algunos de los temas que preocupan a su pareja.
Un paseo por los campos de las hermanas Brontë. |
Buena parte de la
historia se centra en los activistas locales y en sus acciones de vigilancia y
protección de la fauna y flora. Los cambios producidos en el páramo y su
entorno por un empresario y terrateniente local con el fin de sacar las máximas
ganancias posibles de la masacre anual de urogallos son uno de los hilos
narrativos. También lo es la participación de Mitch y Cath en protestas contra
el fracking y las decisiones políticas del gobierno de Su Majestad.
Las protestas son necesarias, sí; pero en las urnas, ¿por qué se sigue votando a quienes no tienen voluntad de buscar soluciones urgentes? |
La pega principal
que se le puede poner al libro es que, pese a sus excelentes intenciones e
ineludible mensaje, la historia personal de las dos mujeres no termina de
cuajar dentro de su estructura total. Porque, de pasajes meramente didácticos,
o incluso técnicos, sobre los efectos nocivos de pesticidas o de las repercusiones de prácticas contrarias al sentido
común y al medio ambiente, pasamos a escenas domésticas sin mucha lógica
narrativa. Que el libro tiene un ánimo pedagógico es innegable. Lograr que el
mensaje llegue al lector de manera creíble a través de retazos de la historia
de la relación personal de dos mujeres no es sin embargo tan fácil ni efectivo.
Son dibujos
detallados, muy expresivos. El contraste entre páginas en tonos grises o
simplemente en blanco y negro y páginas repletas de colorido sirve para remarcar
decididamente la belleza de lo natural frente a lo urbano. A veces el paso del
tiempo se representa por medio de una planta o un paisaje, como queriendo
recalcar que aunque no lo percibamos en el día a día, la flora nos recuerda que
las estaciones avanzan una tras otra.
Merry Christmas? I don't think so.... |
El relato de
Mitch y Cath alcanza su punto culminante con la riada que impacta al pueblo.
Este episodio está efectivamente basado en hechos reales: las inundaciones de los días de Navidad y San Esteban en 2015 que tantos daños causaron en el norte de
Inglaterra y Escocia. Rain es un valioso intento de concienciar al
lector de la terrible realidad a la que estamos abocados, sea por las lluvias
torrenciales, sea por incendios forestales como los que padecimos en esta parte
del mundo donde vivo. Pese a sus buenas intenciones, sin embargo, como novela
gráfica no acaba de funcionar.