El diablo de Tasmania (Sarcophilus harrisii) no es en realidad tan simpático como en los dibujos animados |
El revoltoso y
simpático animalito de los dibujos animados de Looney Tunes, Taz, guarda pocas
similitudes con el marsupial carnívoro que más gente asocia con la isla de
Tasmania. El diablo de Tasmania tiene el tamaño de un perrito y es el mayor
marsupial carnívoro que queda en el mundo, tras la desaparición del tigre de
Tasmania.
El diablo caza
animales más pequeños, pero su alimentación depende mucho más de la carroña, es decir, de los cadáveres
de animales muertos (que lamentablemente abundan en las carreteras de Tasmania, por
cierto). No sabe absolutamente nada de modales y de decoro en la mesa. Apesta,
no nos engañemos. No tiene, ni busca hacerse amigos. Peleará con una fuerza
increíble por un trozo de carne maloliente, con uñas y dientes (especialmente
estos últimos, muy afilados). Los machos se pelean entre sí por las hembras, y
en ese aspecto resultan muy similares a algunos humanos. Son nocturnos, muy
vivaces, capaces de trepar árboles y cruzar ríos. Su gruñido es bastante
desagradable.
Hubo un tiempo en
que el diablo de Tasmania también habitaba el continente australiano; los
científicos atribuyen su extinción allí a la progresiva desertificación del
continente. Desde mediada la década de los 90, una enfermedad cancerígena
transmisible está decimando la población de los diablos. La especie está ya
declarada en peligro de extinción.
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