Pocos años
después de la Gran Hambruna Irlandesa (desde 1845 a 1849), una niña de un
pueblecito del interior de Irlanda, Anna, dice estar sobreviviendo durante
semanas sin comer nada, que subsiste gracias al maná celestial que le llega del
cielo. El fenómeno rápidamente cobra notoriedad. Al poco tiempo, empieza el
turismo religioso; su propia familia cree que la niña va camino de la santidad.
Entre el médico local, el párroco y otros notables de las cercanías organizan su
vigilancia las veinticuatro horas del día para cerciorarse de que no haya
engaño alguno. Para ello, contratan a una monja y a Elizabeth Wright, enfermera
inglesa curtida en la Guerra de Crimea y alumna aventajada de Florence
Nightingale.
¿Es todo un
montaje? Para Lib Wright, Anna posee una fuerza de voluntad a prueba de bomba.
La exhaustiva búsqueda de alimentos no arroja resultados. Con el paso de los
días, el deterioro físico de Anna empieza a ser evidente: se le hinchan las
extremidades, se le cae el pelo. ¿Qué poderosa razón ha llevado a Anna a la
determinación del ayuno absoluto? ¿Es la autoridad de la Iglesia la que está
detrás de todo?
Aunque parece que
la narración no avance todo lo rápido que el lector quizás querría, hay un
motivo evidente. Han de transcurrir las dos semanas de la vigilancia hasta que se
produzca un desenlace. Y cuando éste ocurre, la novela rinde.
El dato histórico
revelador es el hecho de que en esa Irlanda rural, cerca de cincuenta casos de
niñas en ayuno ocurrieron entre los siglos XVI y XX. En el caso de Anna, la
niña afirma (con el beneplácito del párroco local) que el maná celestial la
mantiene. De las conversaciones que mantiene con la niña, la enfermera empieza
a desenredar la madeja: el objetivo de Anna es salvar el alma de su hermano,
que murió un año antes. La niña cree a pie juntillas que con su ayuno y sus
rezos conseguirá que su hermano vaya al cielo.
La turba es elemento energético esencial en el interior de Irlanda. Una pila de turba cortada en Connemara. Fotografía de Chris N. Illingworth. |
Como novela
histórica, The Wonder ofrece a quien la lea la posibilidad de conocer perspectivas
que hoy en día nos parecerían absurdas e inaceptables. La trama está bien
resuelta y eso importa. O eso creo.
The Wonder se publicó en 2019 en Ediciones B (El prodigio) en traducción a cargo de Paula Vicens Martorell.
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