Steven Heighton falleció en 2022 a los 61 años. Este volumen recoge sus
cuentos, una estupenda colección de narraciones breves que en su mayoría aparecieron
por primera vez en revistas diversas. Además de componer música, Heighton publicó
varias novelas y volúmenes de poesía y recibió varios premios y menciones
honoríficas. Los temas que trata en Instructions for the Drowning son
todo un abanico: el envejecimiento, el dolor (sea causado, recibido o
autoinfligido), la muerte y su dignidad, las relaciones familiares y
conyugales, o la insondable crueldad del azar y las circunstancias que de
repente pueden cambiar una vida.
El libro toma el título del primer cuento: en él, Ray recuerda las
instrucciones que le dio su padre respecto a cómo manejar la tarea de rescatar
a alguien que se esté ahogando. Durante unas vacaciones junto a un lago, su
esposa parece estar pasando apuros en el agua. Sin dudarlo se lanza a
rescatarla y sigue las instrucciones que le dio en su momento su padre: «…no tendrías elección, […] a alguien que se esté
ahogando le tendrías que noquear en seco. Un puñetazo corto, limpio al lateral
de la mandíbula ꟷese sería el golpe preferible. Después de eso, podrás
completar el rescate con facilidad y remolcar a la víctima hasta la orilla».
(p. 3-4, mi traducción) La reacción de su mujer es de autodefensa y la relación
entre los dos empeora como resultado de un consejo equivocado.
En el segundo cuento, ‘Repeat to Failure’, un joven casi se mata cuando en
el gimnasio intenta levantar un peso excesivo cuando no hay nadie cerca que
pueda ayudarle si comete un error o le cae encima la mancuerna. Que es lo que
le ocurre.
En ‘Expecting’, una joven pareja encuentra una billetera al lado de la
carretera mientras regresan de un almuerzo dominical. Ella está en un avanzado
estado de embarazo y dará a luz muy pronto. Él se obsesiona con devolver la
billetera y contacta con el dueño. Tras varias conversaciones, discuten
acaloradamente porque han pasado las horas y el hombre que ha perdido la
cartera no aparece, pese a haberle asegurado que iba a recogerla enseguida. A
mitad de la noche comienza el parto y acuden al hospital. Unos días después encuentra
en su buzón una nota escrita en la cara posterior de un folleto publicitario: «TU ME OLVIDAS PERO YO NUNCA TE OLVIDO». Al poco tiempo, se
mudarán de barriada.
Uno de los
cuentos mejor elaborados es ‘Professions of Love’. En esta historia, un
cirujano plástico convence a su mujer, que ha sufrido una embolia, de que ha
llegado la hora de que él la opere y le quite algunas arrugas. Ella accede,
pero tras despertar de la anestesia ella detesta los cambios. Mientras que como
lectores podemos ser testigos de la tragedia que la operación resulta ser para
ella, el cirujano demuestra ser un tipo egoísta que sobrevalora sus dotes de
cirujano y, por sus aires de superioridad, resulta ser extremadamente
condescendiente con todo el mundo. Es un magnífico ejemplo de cómo Heighton ironiza con sus personajes y los
despoja de sus máscaras, algo que sucede también con el padre en ‘Desire Lines’,
que obliga a su hijo Niko a salir de caminata en medio de una fortísima helada.
El hielo del río se rompe bajo sus pies y el chico cae al agua: «No hubo ningún crujido ni ningún chapoteo, solamente el
sonido, débil y delimitado, de alguien que traga agua. El chico estaba totalmente
inmerso en el río oscuro y se esforzaba por salir de allí. Cuando salió a la
superficie, el susto y el escalofriante frío le bloqueaban la garganta y los
pulmones. Hizo un intento por soltar un grito, pero apenas le salió un jadeo.
Su padre seguía avanzando a grandes zancadas, con la cabeza agachada como si estuviera
decidido a alcanzar la orilla más rápido ꟷcomo si también él ahora sintiera el
frío y el cansancio» (p. 153-4, mi traducción)
Casi todos los
protagonistas de los cuentos de Heighton en Instructions for the Drowning son varones. Todos ellos parecen vivir
una lucha en la elaboración de un sentido y unos lazos con quienes comparten el
espacio y el tiempo. Y, sin embargo, el subtexto es que se trata de una lucha
interna, un conflicto que nunca termina de resolver sus propias contradicciones.
Heighton escribe sobre este enorme conflicto tan intrínsecamente humano con una
prosa sencilla y sincera en la uno encuentra numerosos destellos de poesía. Tratándose
de una publicación póstuma, cabe decir que ninguna de las narraciones del volumen
flojea. Todos estos cuentos te aportan algo: esa condición humana que nos hace
reconocer que muchos de nuestros esfuerzos vitales se topan siempre con la posibilidad
del fracaso. Es lo que nos hace humanos e imperfectos.
Nos dejó su talento: Steven Heighton dirigiéndose al público en septiembre de 2017 en el Festival de Escritores de Eden Mills, Ontario. Fotografía de Dan Harasymchuk. |
Un excelente libro de un autor que, por desgracia, no nos legará nada más.