William H. Gass, On Being Blue: A Philosophical Inquiry (Nueva York: New York Review of Books, 2014 [1976]). 91 páginas.
"Dilo. Venga,
ponte en pie frente al espejo, mírate la boca y dilo: Blue. ¿Ves cómo frunces los labios, cómo se abren con las
consonantes hasta formar un beso, y esa exhalación final de la vocal? Blue." (p. vii) Así comienza el prólogo
que Michael Gorra ha escrito en 2014 para este librito de William H. Gass
publicado por primera vez en 1976, que recientemente ha reimpreso New York
Books. No ha sido, al menos hasta la fecha, traducido al castellano; si alguna
vez alguien se molestara en hacerlo (o se atreviera a intentarlo), se
encontraría de entrada con un enorme (y
puede que insalvable) obstáculo: el azul
del castellano tiene dos sílabas; además, la casi interminable lista de
acepciones de la palabra blue en
inglés tendría quizás, como mucho, un cincuenta por ciento de equivalencias o
aproximaciones en la lengua castellana.
En On Being Blue: A Philosophical Inquiry Gass
realiza una esmerada – pero para nada academicista – exploración del color, del azul en particular,
por su asimilación al color del cielo; pero éste es un libro que constituye
ante todo una reflexión sobre el lenguaje (de la ficción, cabria quizás añadir).
En el estudio entra por supuesto el lenguaje obsceno o pornográfico (cuyo color
es quizás el verde en castellano, pero que es caracterizado como azul en
inglés). Gass denunciaba ya en 1976 la patética inopia del lenguaje para
describir el sexo: "We have more names for parts of horses than we have
for kinds of kisses. […] We have a name for the Second Coming but none for a
second coming. In fact our entire vocabulary for states of consciousness is
critically impoverished." (p. 25) [Disponemos
de más nombres para las partes de un caballo que tenemos para designar clases
de besos. […] Tenemos un nombre para la Segunda Venida [de Cristo] pero ninguno
para venirse/correrse por segunda vez. De hecho,
todo el léxico de que disponemos para denominar los estados de conciencia está críticamente
empobrecido.]
"Seldom was blue for blue's sake present till Pollock hurled pigment at his canvas like pies." Blue Poles está aquí en Canberra... |
Un ensayo cuya
disposición formal que dista mucho de la ortodoxia ensayística, con On Being Blue logra Gass conectar mundos
y visiones distintas de éste, enfocando
importantes y complejas ideas en
apenas unas cuantas palabras: "No one betrays perception more promptly than the
empiricist. First he appeals to common sense, which he flouts; then to
experience, which he misrepresents." (p. 68) [No hay nadie que traicione más la percepción
que el empirista. Primero apela al sentido común, el cual desatiende; luego a
la experiencia, la cual malinterpreta.]
En su exploración
el autor deja caer algún que otro juego de palabras: "It is not simple, not a
matter for amateurs, making sentences sexual; it is not easy to structure the
consciousness of the reader with the real thing, to use one wonder to speak of
another, until in the place of the voyeur who reads we have fashioned the
reader who sings; but the secret lies in seeing sentences as containers of
consciousness, as constructions whose purpose it is to create conceptual
perceptions" (p.86). [No es sencillo, no es asunto para aficionados, hacer que las
oraciones sean sexuales; no es fácil estructurar la conciencia del lector con
lo real, emplear una maravilla para hablar de otra, hasta que en el lugar del voyeur
que lee hayamos moldeado al lector que canta; mas el secreto estriba en ver las
oraciones como recipientes de la conciencia, como construcciones cuyo propósito
es la creación de percepciones conceptuales]
La ballena azul, el mamífero más grandioso de nuestro planeta azul |
Es un
libro escrito con un enorme gusto por la musicalidad; en algún momento mientras
lo leía me he sorprendido a mí mismo repitiendo
algunos pasajes en voz alta, solamente para deleitarme en su lectura, como éste,
cuya sonoridad es absolutamente intraducible: "The word itself has another
color. It’s not a word with any resonance, although the e was once pronounced. There is only the bump between b and l, the relief at the end, the whew. It hasn’t the slight turn which
crimson takes halfway through, yellow’s deceptive jelly, or the rolled-down
sound brown. It hasn’t violet’s rapid sexual shudder, or like a rough road the irregularity
of ultramarine, the low puddle in mauve like a pancake covered with cream, the
disapproving purse to pink, the assertive brevity of red, the whine of green." (p. 34)
Dada su brevedad,
recomendaría a todo aquel que quiera leerlo tomárselo con calma, disfrutarlo
porque vale la pena. Las listas que Gass incluye de referencias al color azul
dan para muchos meandros personales y rodeos. Por ejemplo, en Australia ‘blue’
es un apodo típico para un pelirrojo, pero también puede ser una pelea. Se podría
confeccionar una lista de canciones con la palabra ‘blue’. Deberíamos empezar con
‘Blue Monday’,
o quizás con ‘Blue Velvet’.
No debería faltar ‘Blue Hotel’,
ni ‘Bullet
the Blue Sky’.
También deberíamos incluir a los escoceses The Blue Nile.
Y en Melbourne,
los azules son naturalmente el equipo de Carlton.
Quizás la idea
que más marcada me ha quedado de este ensayo de William H. Gass es que el
estilo literario no consiste en un añadido del lenguaje de una obra, sino que
resulta ser lo que la fundamenta, su esencia misma. On Being Blue es una excelente demostración de ello.