8 jun 2012

El nou Colós: versió del sonet d'Emma Lazarus


Uno de los más famosos poemas escritos como homenaje a los emigrantes es éste, un soneto de la estadounidense Emma Lazarus. El poema, escrito en 1883, figura en la base de la Estatua de la Libertad en Nueva York. La estatua no fue inicialmente ideada como símbolo de bienvenida a los emigrantes a los EE.UU., sino que era un homenaje al republicanismo internacional.

Sello de la República (Fábrica Nacional de Moneda y Timbre)
Aquesta versió meua en català tracta de aproximar-se'n formalment al sonet.


The New Colossus
(Emma Lazarus, 1849–1887)

Not like the brazen giant of Greek fame,
With conquering limbs astride from land to land;
Here at our sea-washed, sunset gates shall stand
A mighty woman with a torch, whose flame

Is the imprisoned lightning, and her name
Mother of Exiles. From her beacon-hand
Glows world-wide welcome; her mild eyes command
The air-bridged harbor that twin cities frame.

"Keep, ancient lands, your storied pomp!" cries she
With silent lips. "Give me your tired, your poor,
Your huddled masses yearning to breathe free,

The wretched refuse of your teeming shore,
Send these, the homeless, tempest-tossed to me,
I lift my lamp beside the golden door!"
El nou Colós


No com aquell gegant de llautó de grega fama,
que amb cames victorioses creuava estats;
ací quedarà, a les portes de ponent, vora la mar,
poderosa dona amb una torxa, la flama

de la qual és un llamp empresonat; li diuen
Mare dels Exiliats. Des de la seua mà, far de llum,
rutila la seva benvinguda per a tots; els seus ulls
sotgen la badia que dues ciutats circumden.

Oh, terra antiga, queda't la teua èpica, el teu fast!’
ens diu amb el seu silenci. ‘Doneu-me les vostres masses
cansades, els pobres, gents arraulides que volen llibertat,

escorrialles desgraciades a les vostres platges,
envieu-me els que, sense llar, la tempesta ha garfullat:
vora aquesta porta daurada la meua llum he alçat!’

2 jun 2012

La pereza intelectual, en acción



Leyendo ayer en la prensa algunas cosillas procedentes del estado español me encuentro con un  artículo firmado por un Luisgé Martín titulado Elogio de la pereza. Comentaré aquí algunas de las banalidades (siendo amable en mis apreciaciones) que el autor reparte de forma gratuita para el deleite o escarnio (según se mire) de sus lectores.

Dice Luisgé: “Es falso que el trabajo dignifique. Trabajar —es la parte que más me gusta de la Biblia— es un castigo divino, una maldición que empobrece la mayoría de las vidas.” Como buen españolito, Luisgé parece creer en el Dios cristiano que está emperrado en hacer de nuestro breve paso por la existencia un verdadero valle de lágrimas. Cuando Luisgé habla del empobrecimiento de la vida de aquellos que trabajan, no me cabe ninguna duda de que lo basa en su experiencia propia. Es decir, asumo que el señorito Luisgé trabaja, y que le pagan, y que debido a ello la suya es una existencia miserable.

Y añade el escribiente: “Incluso las tareas más nobles, como la creación artística, se convierten en algo desagradable cuando se hacen a cambio de un salario.” Es decir, que en opinión del señorito Luisgé, el trabajo de un artista (no creo que nadie ose citar ‘El elogio de la pereza’ como ejemplo de creación artística) es más noble que el trabajo asalariado del panadero que crea una hogaza de pan para que Luisgé se tome bocatas a media mañana, o más noble que el trabajo asalariado de un traductor, por poner un caso que me resulta familiar. No sé cuán desagradable le resultará al lector su trabajo, pero sospecho que al casi 50% de jóvenes españoles  sin trabajo y sin claras perspectivas de poder ingresar en el mercado laboral, la gracia de Luisgé no debe resultarles un chiste muy digerible.

A su juicio, “el derrotero ideológico de la izquierda europea” debería ser “el elogio de la pereza.” Si por casualidad Luisgé aspirase a convertirse en portavoz de la izquierda europea, yo me atrevo humildemente a sugerirle que cambie su discurso. Si mira más allá de los Pirineos, el señorito verá que en Europa se trabaja, y que la holgazanería y la pereza (que no son lo mismo que el merecido aprovechamiento del ocio) solamente conducen a la ruina, a la decadencia y al hambre.

Mirándose, como suele ser habitual entre muchos españolitos eurocéntricos, el ombligo, el señorito Luisgé remata la faena con la siguiente perla cultivada: “La verdadera humanización de nuestras sociedades está en el ocio, en la vacación, en la disposición libre de nuestro tiempo para ocuparlo en lo que deseemos, sea hacer transacciones financieras delante de un ordenador o leer un libro debajo de un árbol.” Pues yo le exhorto encarecidamente a Luis G. (ya me estaba cansando de la otra grafía, que se me antoja un poquito pija) a acudir urgentemente a difundir sus asombrosas ideas en otras partes del mundo, por ejemplo a Gabón, o a las Islas Salomón. Sería interesante comprobar el entusiasmo con que reciben sus sabias palabras. Según él, “Vivimos en sociedades ya lo suficientemente ricas…como para que pueda considerarse con seriedad el establecimiento de una renta básica universal.” ¿Con seriedad? Venga, de acuerdo; comencemos por la Z: apliquemos su propuesta a Zimbabue y Zambia, por poner un caso.

Y estotro: “La única respuesta sensata a este panorama desolador es la pereza. El enaltecimiento social de la ociosidad y la holgazanería.” Lo anterior debe de haberlo escrito en son de guasa, sin duda. La única respuesta sensata a la sandez es hacerles callar la boca a los majaderos, que, por lo que se ve, pululan en las páginas de los diarios “de la izquierda europea.”

Spain is different!!!
Olé!

Posts més visitats/Lo más visto en los últimos 30 días/Most-visited posts in last 30 days

¿Quién escribe? Who writes? Qui escriu?

Mi foto
Ngunnawal land, Australia