¿Por qué
reflexionar sobre nuestros orígenes como seres humanos y esa fascinante
evolución por la que hemos pasado hasta ser quienes somos, ahora en 2022, frente
a los innumerables quehaceres y frecuentemente estresantes desvelos que nos
mantienen ocupados a diario? Una respuesta válida a esa pregunta (una pizca simplista,
lo sé) sería porque quizás nos encontremos ante un etapa clave en la supervivencia
de la Humanidad.
Una manera mucho
más llevadera (y ciertamente menos angustiosa para muchos) es leer libros como éste.
Transcendence propone una lectura persuasiva de quiénes somos, de dónde
venimos y hacia dónde nos dirigimos.
La autora plantea
una breve historia de la humanidad en torno a cuatro conceptos clave: fuego, lenguaje,
belleza y tiempo. Esos cuatro aspectos de nuestro quehacer en este planeta son,
a grandes rasgos, los que nos han permitido imponernos a medios francamente
hostiles, a someter a otras especies y finalmente a sobrepoblar nuestro mundo.
De ser un primate vulnerable e insignificante en las sabanas africanas hemos
llegado a ser el animal más numeroso y temible (incluso para nosotros mismos) en
el planeta.
Con el lenguaje,
los humanos pudieron transmitir conocimiento para guiar a las siguientes
generaciones, uniendo más todavía a grupos y tribus que tendían a estar dispersos.
La invención de la escritura no solo hizo posible que yo escriba hoy esto: ha facilitado
la evolución cultural y el intercambio de mucho más que ideas o historias.
El concepto de belleza
contribuyó sobremanera al comercio. La globalización (tan denostada por ciertas
ideologías retrógradas e involucionistas) favoreció la socialización y la compartición
no solamente de mercancías, gustos estéticos o mitos, sino también de valores
que hoy en día tenemos por irrenunciables.
Vince pone el
dedo en la llaga cuando al seleccionar el tiempo como cuarto factor clave de nuestra
singular aventura en el tercer planeta de un diminuto sistema en una parte insignificante
del universo. Si bien la idea del Tiempo nos ha ayudado a organizarnos (y también
a estresarnos), queda en evidencia nuestra absoluta incapacidad para leer el horizonte
y planear qué debiera ocurrir en nuestro entorno (sea a pequeña escala o mucho
mayor) cuando ya no estemos aquí para solucionar los problemas que surjan.
Escrito en un
lenguaje perfectamente comprensible, con Transcendence Gaia Vince parece
exhortarnos a considerar el largo camino recorrido y la responsabilidad que tenemos
como dueños del planeta de no reducir ese itinerario a unas pocas décadas más.
Tenemos las herramientas, las intuiciones y la voluntad para escoger nuestro
destino. ¿Sabremos hacer lo necesario?
Una obra atrevida y fascinante, además de muy recomendable; este libro de Gaia Vince se publicó el año pasado como Trascendencia en la editorial El Viejo Topo. La traducción corrió a cargo de Josep Sarret Grau.