La derrota
victoriosa que ha tenido lugar en las recientes elecciones generales en el
estado español vienen en cierto modo a contradecir algunas de las consideraciones
que Simón esboza en este libro. En concreto, en la página 155, el politólogo riojano
afirmaba que «los partidos socialdemócratas están perdiendo la capacidad de
encabezar ejecutivos, pues han empezado a dejar de ser el primer partido de su
bloque (sea a la izquierda o sumando con el centro)». Quizás sea la excepción
que confirma la regla o que, incluso en 2023, Spain is different.
Sea como sea, este
ensayo de 2018 no ha envejecido en absoluto, a pesar de lo mucho que ha
sucedido en la política estatal, autonómica, europea y global en apenas un
lustro. En once capítulos, y de forma amena, muy inteligible y sin pecar de la
condescendencia con que muchos otros autores sobre política tratan al lector,
Simón esboza un análisis que cubre el inexorable avance de muchos cambios
políticos globales. Ya no se trata solamente de que los sondeos engañen o que
los resultados de los comicios no correspondan a lo que los «entendidos»
pronostican. Recién superada una crisis sanitaria que dejó maltrecha a las
sociedades por sus perniciosos efectos en las economías, ya nadie se atreve a
lanzar predicciones sobre lo que puede ocurrir en los próximos meses en ninguna
parte.
Simón cubre
certeramente muchos aspectos de la política actual en las democracias
occidentales y buena parte de las americanas. Los factores que siguen
contribuyendo a las crisis políticas en muchos de esos países son sin duda
variopintos: las derivaciones que la globalización económica tiene sobre el
tejido social, el envejecimiento poblacional, las vacilaciones y rechazos con que
las sociedades europeas acogen las (por otra parte, imparables) olas
migratorias, los guiños al fascismo y el autoritarismo que hacen líderes
políticos de todo tipo, especialmente desde el sector más conservador. Que
surjan nuevas fuerzas políticas resulta cuando menos apetecible, dado el
anquilosamiento palpable en tantas estructuras de poder.
Si hay algo por
lo que Simón pasa de puntillas y que, ya en esta década, va a ser la cuestión más
acuciante para líderes políticos de toda índole, es la crisis climática global.
Es el llamado «elefante en la sala», ese descomunal catástrofe que,
precisamente porque no hay ninguna autoridad política, ideológica ni económica
que pueda realmente hacerle frente en solitario, vemos todos como un problema
con el que no se puede lidiar de la noche a la mañana. Dentro del ciclo político
que el modelo de democracia parlamentaria que Occidente ha instrumentalizado
como el único realmente genuino, la catástrofe del clima es esa lata que un
chico aburrido patea hacia adelante por el mero hecho de que ahí está la lata y
él camina en esa dirección.
Imagen de RCraig09. Así, al rojo vivo, bien calentito para que vaya con los tiempos. |