The Book Cellar (que vendría a ser algo así como el sótano o bodega
de los libros) forma parte del imponente edificio que alberga un Bed and Breakfast, sito en la carretera
que une la capital de Tasmania, Hobart, con la segunda ciudad más importante de
la isla, Launceston, y se halla en la entrada a Campbell Town por el sur.
The
Fox Hunters Return fue construido alrededor
de 1833, y en un principio era parada obligatoria para postas y diligencias,
que hacían el trayecto entre las dos ciudades. El pueblecito de Campbell Town
recibió su nombre de la esposa del gobernador Macquarie, Elizabeth Campbell.
Cerca del edificio está el puente de ladrillo rojo que construyeron los
convictos.
En cada una de las secciones dormían unos 80 convictos. Espacio muy reducido, condiciones absolutamente infrahumanas. |
Es por esa razón que los sótanos del edificio fueron
durante varios años los aposentos donde dormían los reos. Las condiciones en
que sobrevivían o malvivían eran terribles, pero las de su trabajo eran mucho
peores: las temperaturas en invierno eran bajísimas, no recibían más sustento
del necesario para que no murieran de hambre, y sus ropas y calzado eran de la
peor calidad.
El tríptico promocional de Fox Hunters Return |
La librería en sí es modesta; no contiene un catálogo
descomunal ni mucho menos: a la venta hay libros nuevos y usados, y algunas
rarezas y volúmenes viejos que sin duda atraerán a los coleccionistas. Entre la
sección de literatura inglesa avisté, por ejemplo, una copia de The Moonstone, de Wilkie Collins,
publicada en 1943 y encuadernada en cuero azulado, y que se vendía por un
asequible precio de 8 dólares.
Campbell Town celebra hoy en día a los convictos con un largo paseo en su calle principal (la carretera de Hobart a Launceston) y que está elaborado con ladrillos. Cada ladrillo muestra el nombre del convicto, su edad, el nombre del barco y el año en el que fue transportado, y la razón de la condena que le fue impuesta.