24 feb 2022

Reseña: When One Person Dies the Whole World is Over, de Mandy Ord

Mandy Ord, When One Person Dies The Whole World Is Over (Brow Books, 2019). 376 páginas.
Más que una novela gráfica, When One Person dies the Whole World is Over es un diario gráfico. La autora documenta un año entero desde el 6 de julio de 2018 hasta el 7 de julio de 2019, fecha en la que un mundo entero concluye. Y pese a lo emotivo del deceso al que se refiere el título, la fórmula es excesivamente repetitiva: cada día se le entrega al lector en cuatro viñetas que siguen casi invariablemente la cronología diaria: despertar, trabajar, regresar a casa y relajarse antes de dormir.
Los zombis más peligrosos no son los que vemos en la pequeña pantalla, sino los que pueden arruinarnos la vida a todos con sus votos.

Incluso si uno, en tanto que lector, decide aceptar la parte artística de los dibujos, todo en blanco y negro, la carga prosaica y trivial de una existencia mundana durante un año no termina de enganchar. Si lo que se busca es inducir a la reflexión sobre lo insoportablemente cotidiano de nuestras vidas, el libro ciertamente no lo consigue.

Como cantaba Serrat, Hoy puede ser un gran día.

Conocemos a su pareja, Johdi, al perrito que comparten en su casa en uno de los barrios periféricos del gran Melbourne. Nos acostumbramos a los embotellamientos diarios camino del trabajo, los paseos en los parques cercanos, las series de televisión que se ven en la casa y las reacciones que les producen. El problema es que, con el paso de los meses, lo que vas a encontrarte al pasar la página ya es monótonamente predecible.

Quizás la historia que nos cuenta Ord podría haber incidido mucho más en el oneroso proceso de creación o las enormes dificultades que enfrentan los autores de comics para acceder al mercado y hacer llegar sus producciones al lector.

Hay ocasiones en que una lectura nos toca las fibras. Por ejemplo, Merciless Gods, de Tsiolkas.

El título, por desgracia, es sumamente engañoso. Ni el mundo se acaba, ni se transforma. La vida siguió igual. Mucho más tentadora y atractiva para el lector habría sido una historia que incluyera el infernal verano tóxico que padecimos los australianos a finales de 2019 y principios de 2020, una experiencia vital brutal que nos remató el destino con un cierto virus del que todavía no nos hemos librado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Your words count - Tus palabras cuentan - Les teues paraules compten

Posts més visitats/Lo más visto en los últimos 30 días/Most-visited posts in last 30 days

¿Quién escribe? Who writes? Qui escriu?

Mi foto
Ngunnawal land, Australia