Tom McCarthy, Tintin and the Secret of Literature (Londres: Granta Books, 2006). 211 páginas.
Guardo muy pocos
(y más bien imprecisos) recuerdos de mis bisoñas lecturas de los tebeos de
Tintín, de cuando yo era un imberbe jovencito. En aquella época no me
parecieron relatos asombrosos: entretenidos sí, sin duda, pero nada
extraordinario. De hecho, pasé rápidamente a la lectura de textos desprovistos
de materiales gráficos (Los tres
investigadores me tuvieron muy ocupado todo un larguísimo verano). Solo recientemente
me he sorprendido a mí mismo redescubriendo las virtudes de la
novela gráfica.
Elenco de sospechosos habituales. |
Esta bastante
informal colección de ensayos sobre Tintín de McCarthy busca la deconstrucción
crítica de la obra de Hergé. McCarthy se pregunta en un principio si Tintín
pudiera considerarse alta literatura en el sentido más aceptado del término. La
respuesta, obviamente, sería no. Pero McCarthy insiste en examinar los libros
de Hergé como textos literarios (que lo son, sin duda, si bien no del nivel que
quizás muchos quisieran otorgarles), y trata de hilar muy fino a la hora de
buscarle significados y explicaciones a muchos de los elementos de Tintín en la
vida personal de su autor, Georges Remi.
El creador y su criatura. Fuente: Wikipedia. |
El volumen se
divide en siete capítulos, de los cuales, en mi opinión, el mejor es el
primero. Quien no recuerde en detalle las distintas tramas de los 24 títulos de
la serie de Tintín va a sentirse un poco perdido en los otros, pues McCarthy
hace continua referencia a ellos. Las obsesiones presentes en las novelas que
Tom McCarthy ha publicado hasta la fecha (Remainder,
Men
in Space, C,
y Satin
Island) son también objeto de estudio en Tintín: el simulacro, la
copia, la reproducción, el plagio. El aspecto más elemental y necesario de todo
arte que se precie de serlo: la asombrosa originalidad que nos permite la imitación
de otros, y que iniciamos desde la más tierna infancia imitando los sonidos que
escuchamos de nuestra madre.
Todo artista merece un museo. Museo Hergé, Bélgica. Fotografía de Christian de Portzamparc. |
Me temo que este
libro de McCarthy no envejecerá demasiado bien. No llega a ser un estudio académicamente
serio, y para ser un comentario desenfadado quizás tenga cierto exceso de
densidad intelectual. Ni crudo ni cocido. Pero lo verdaderamente intrigante,
desde mi punto de vista, será ver qué ocurre con Tintín cuando los derechos de
propiedad intelectual pasen a dominio público. ¿Cuántos originales imitadores
de Hergé saldrán a la palestra? ¿Y qué medios utilizarán? ¿Habrá alguien que
lea estas líneas cuando todo eso ocurra? Si es que llega a ocurrir, claro está.
¿A alguien le importa?
El libro ya se tradujo al castellano (Tintín y el secreto de la literatura), publicado en 2007 por la editorial El Tercer Nombre, en traducción de Mercedes Fernández Cuesta y Mario Grande.