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15 nov 2011

La milonga de una vida



La revista HermanoCerdo publica esta semana la crónica de un concierto que tuvo lugar en Canberra hace ya unas cuantas semanas. Un evento entrañable por muchos motivos, pero sobre todo porque supuso el descubrimiento de la voz de Faye Bendrups. Que nuestros amigos tenían talento lo intuíamos, pues nunca los habíamos visto actuar. Pero qué gran sorpresa es ver ese enorme talento en vivo...






Esta es la introducción a la crónica:


Supongamos que esta crónica comenzase hace tres años. Estoy en mi nueva oficina cuando suena el teléfono y una mujer, cuya voz no reconozco, me ruega que acceda a hablar con ella dentro de un par de horas. Me explica que alguien le ha dado mi nombre porque otro alguien (cobarde, anónimamente) ha acusado a su marido, un profesor argentino en la universidad, de falsear sus cualificaciones. Mi nombre salió a colación durante una charla porque otro alguien (digamos que este alguien es alguien “de peso”) también se ensañó conmigo, le han dicho. Naturalmente, le digo que sí, que venga. Que hablaremos.
Nunca imaginé que esa voz cantase como lo hace.



Tangomundo interpretan Roto (Canberra, 28 de octubre de 2011)

Puedes terminar de leer esta crónica en la revista HermanoCerdo, haciendo clic aquí.

'Roto', del libro Lalomanu (2010)

8 nov 2011

Carnation Nation

31/10/2011
I promised her I'd grow many flowers...

2/11/2011

bright-red blooms, buds bursting in sheer adoration...

4/11/2011
Spring rains carried blood in its showers...

6/11/2011


A thrilling world of red: Carnation Nation.

2 nov 2011

Poema: El teu arbret



El teu arbret

Un dia cap a la fi de l'hivern, filla,
vas plantar el teu arbret.
Aquell fred matí vam anar
amb un kurrajong dins d'un test,
una pala menuda i una aixada.
Vam escollir un lloc prop de casa,
on podries vigilar-lo cada matí
de camí a l’escola.
Les teues rialles van fer el forat a la terra,
i regiràrem el sòl, envoltant
l’arbret amb les pedres
que tu i els teus germans
trobàreu per tot arreu.
Et vaig dir llavors que plantar
un arbre és una de tres coses
que cal fer en aquesta vida.
Als sis anys i set mesos, ja tenies
una d'elles
ben complida.


Dues setmanes després,
un home del govern,
un jardiner ho va serrar amb el seu tallagespa.
Ell no ho va veure,
no sabia el que feia.
(Va ser una premonició? Un avís que no vaig entendre?)
Com l'arbre, també la teua vida la tallà
en sec la Terra,
en despertar un colós d'aigua,
brutal i assassí.
Mai tindràs, Clea, els anys per poder escriure
el teu llibre,
ni em donaràs un nét
a qui un dia puga fer-li cosconelles
o dir-li facècies.

Ara, molts mesos després d'aquell dia,
de tants i tants dies
sense la teua alegria, enyorant
el teu riure
d'estudiant riallera,
he tornat a aquest paratge:
potser haja sentit la teua veu,
les teues rialles
mentre acariciava les fulles del plançó,
encara amb vida.

(c) Jorge Salavert, 2011

29 sept 2011

Ojalá: El mensaje de 'The Compassionate Friends'




Ojalá
(un folleto de la Asociación 'The Compassionate Friends')

Ojalá no tuvieras miedo de nombrar a mi ser querido. Tuvo una vida, que fue importante, y me hace falta escuchar su nombre.
Si lloro o me emociono cuando hablemos de mi ser querido, ojalá te dieras cuenta que no es porque me hayas hecho daño; es el hecho de su muerte lo que provoca mis lágrimas. Si me permites llorar, te lo agradeceré. Estas lágrimas, estos accesos de emoción, me resultan  beneficiosos.
Ojalá no dejaras que mi ser querido muera otra vez al quitar su foto en tu casa, o sus dibujos u otros recuerdos suyos que puedas tener.
Tendré mis altibajos emocionales, tendré mis subidas y tendré mis bajones. Ojalá no pienses que porque haya tenido un buen día, mi dolor se ha terminado; o que si tengo un mal día, es porque me hace falta el asesoramiento de un psiquiatra.
Ojalá supieras que la muerte de un hijo es diferente de otras pérdidas, y que tiene que considerarse por separado. No existe una tragedia mayor: ojalá nadie la comparara a la muerte de un padre, de un cónyuge, o de una mascota.
Recuerda que ser una persona afligida por la muerte de un hijo no es algo contagioso; ojalá no te mantuvieras lejos de mí.
Ojalá supieras que todas las reacciones de dolor ‘desquiciado’ que estoy teniendo son, de hecho, muy normales. La depresión, la ira, la frustración, la desesperanza, y el cuestionamiento de valores y creencias, son todas cosas normales después de esa muerte.
Ojalá no esperaras que mi dolor se terminase a los seis meses. Los primeros años van a resultar extremadamente traumáticos para nosotros. Igual que en el caso de los alcohólicos, nunca voy a estar ‘curado’, ni voy a ser una persona que ‘solía estar afligida’. No, voy a estar recuperándome de su pérdida por siempre, permanentemente.
Ojalá comprendieras que en nosotros se produce una reacción física al dolor: puede que yo engorde, o que pierda peso; puede que duerma todo el tiempo, o que padezca insomnio; puede que sufra un gran número de enfermedades, y que me vuelva propenso a tener accidentes; todo está relacionado con mi dolor.
El cumpleaños de nuestro ser querido, el aniversario de su muerte, las épocas de vacaciones, son todas fechas terribles para nosotros. Ojalá pudieras decirnos que en esos días estás pensando en nuestro ser querido. Y ojalá supieras que, si guardamos silencio y nos retiramos, estamos pensando en ella también; ojalá no intentaras nunca obligarnos a sentirnos 'animados'.
Ojalá no te ofrecieras a llevarme de copas, o a una fiesta: no es más que una vía de escape temporal, y el único modo que tengo de pasar este dolor es experimentarlo. He sentido ya el dolor, y creo que puedo curarme.
Ojalá comprendieras que el dolor cambia a la gente. No soy la persona que era antes de la muerte de mi niña, y nunca más volveré a ser esa persona. Y si sigues esperando a que yo vuelva a ‘ser el que era’, vas a experimentar una gran frustración. Digamos que soy una nueva criatura, con nuevas ideas, nuevos sueños, nuevas aspiraciones, nuevos valores y creencias. Trata de llegar a conocer mi nuevo ser: hasta es posible que todavía te guste quien soy.


Fuente: desconocida

10 sept 2011

Narrative and Healing - Un simposio en Sydney


El sábado 3 de septiembre se celebró en la Universidad de Sydney un simposio en torno al tema ‘Narrativa y curación’. Organizado por la profesora Bernadette Brennan de la Universidad de Sydney, el simposio contó con la participación de profesionales de muy diversas procedencias. El tema central era el poder que tienen las palabras para curar y la posibilidad de que lo hagan.


En la primera sesión, ‘Poetry and Healing’ la poeta australiana Judy Beveridge y la académica de la Escuela de Humanidades y Artes Creativas del Avondale College, Carolyn Rickett, hablaron del proyecto ‘New Leaves’, que se desarrolló hace unos cuantos años. En pocas palabras, consistía en ofrecer a personas con enfermedades muy graves la posibilidad de escribir poesía. De ese proyecto nació una antología, que ambas editaron, y que se publicó en 2008. Beveridge habló del poder restaurador que tiene la poesía, en tanto que utiliza como medio palabras que tratan (y salen) de lo más profundo del interior de nuestro ser. Beveridge y Ryckett se refirieron al concepto enunciado por Suzette Heinke, scriptotheraphy: ‘a process of writing out and writing through traumatic experience in the mode of therapeutic re-enactment’.


La segunda sesión reunió a tres autoras australianas, Helen Garner, Maggie MacKellar y Brenda Walker, que hablaron de sus diferentes enfoques como narradoras en torno al proceso de curación por medio de la narrativa de experiencias traumáticas personales. Desde mi punto de vista, Maggie MacKellar aportó ideas y ángulos realmente valiosos, mientras que Helen Garner me decepcionó bastante a causa de su respuesta un tanto displicente a una pregunta de uno de los asistentes.

La pregunta referida, que por otra parte me pareció primordial en el contexto de lo que se estaba discutiendo, tenía que ver con las metáforas y los eufemismos que se emplean para hablar de la muerte. ¿Cómo elucidar la diferencia entre metáfora y eufemismo respecto a la muerte, y sus implicaciones tanto para los pacientes como para los profesionales que suministran tratamientos paliativos? Con su respuesta simplona, Garner pareció olvidar por un instante que no todos en la audiencia eran especialistas en lingüística.

De la sesión vespertina caben destacar las palabras de Sinéad Donnelly, una doctora irlandesa especializada en cuidados paliativos, que en la actualidad trabaja en Wellington (Nueva Zelanda). En una presentación muy razonada aunque llena de emotividad, Sinéad nos recordó algo que hoy en día se suele dar por hecho tan frecuentemente que se olvida su función crucial para el ser humano: es necesario escuchar. 'Listening is a form of touch'. O lo que es lo mismo: ‘Escuchar es una modalidad del tacto’.

Creo que es algo sobre lo que merecería la pena, y mucho, reflexionar.

26 jul 2011

26 July 2011


For you crying as ever...

It’s always Tuesday.
But today the wattles have burst into gold,


and I can’t bring myself to say the words.
The skies have cleared, the neatest blue won,
there’s even a hint of warmth in the air
but I can’t bring myself to say the words.
Our hearts might keep beating,
but their beat will not hold
this void, the sorrow,
the unending hollow
that your life has become.
Blue wrens are chirping, magpies have announced
spring’s coming, and flowers
will soon be greeting
our Sunday outings on Gungahlin Drive.
Yet I can only bring myself to speak
the silence beshrouding our house.

8 jul 2011

Periodismo y ética



El escándalo de las escuchas y el acceso ilegal por parte de periodistas al servicio del magnate Rupert Murdoch (nacido en Australia pero nacionalizado estadounidense) al buzón de mensajes de varias personas, entre ellas una joven que había sido secuestrada y asesinada, ha venido a demostrar que la ausencia de los más mínimos principios éticos y morales en la profesión periodística ha alcanzado cotas impredecibles.

Muchas son las opiniones sobre este tema, y apunto aquí algunas que he visto por la red: por ejemplo, este editorial de The New York Times o un artículo de Tim Dick en el Sydney Morning Herald, por citar dos en inglés, o en español, este de Walter Oppenheimer para El País.

Por mi parte, solamente puedo apuntar el comportamiento de una periodista llamada Alison Rehn, al servicio de Murdoch (en el periódico The Daily Telegraph) aquí en Australia, quien en octubre de 2009 tuvo la desfachatez de dejar la nota que reproduzco arriba en la puerta de la casa de mis suegros.

Decía la nota:
‘To the family of Clea Salavert Wykes,
I am so, so sorry for your tragic loss. I understand completely it is difficult dealing with the media at this terrible time, and I apologise for that. My employer, News Ltd., is only keen on publishing an elegant, glowing tribute to little Clea. We already have Jorge and Trudie’s loving words, but what would make the tribute complete is a photograph. The best tributes are always those that can be illustrated. If you change your mind you can call me, Alison Rehn, on XXXXXXXXX. Call anytime. 
Kindest regards, Alison’
Es decir:
‘A la familia de Clea Salavert Wykes:
Siento tanto, tanto vuestra trágica pérdida. Comprendo perfectamente que es difícil tratar con los medios de comunicación en este terrible momento, y pido disculpas por ello. Mi empresa, News Ltd., solamente tiene interés en publicar un tributo elegante y elogioso a Clea. Ya contamos con las cariñosas palabras de Jorge y Trudie, pero lo que haría el tributo completo es una fotografía. Los mejores tributos son los que pueden ilustrarse. Si cambiáis de opinión, podéis llamarme, a Alison Rehn, al XXXXXXXXX. Llamad a cualquier hora.
Muy cordialmente, Alison’
La nota habla por sí sola. Tras sus palabras lisonjeras se esconde la desesperación por obtener una foto de mi hija a toda costa, por tener la primicia, la exclusiva. Es lo único que quería de nosotros.

Por lo menos, yo he tenido el decoro de no incluir su número de teléfono, no vaya a ser que a alguno de mis lectores se le ocurra dejarle un recadito a Alison en su teléfono móvil. Realmente, no vale la pena. Agua pasada no mueve molino.

Muchos periodistas nunca se paran a considerar si sus actos tiene una base moral sobre la que sostenerse. Carecen de principios éticos porque únicamente se rigen por un objetivo que dista mucho de ser el meramente informativo. Cuando murió mi hija, los medios de comunicación españoles no dudaron en utilizar mi fotografía, sin obtener previamente ni mi permiso ni el de la institución para la que trabajo. Sencillamente la copiaron.

Para los que así actuaron (no sé quiénes fueron, y poco me importa ya a estas alturas) solamente tengo dos palabras: SOIS BASURA.

15 may 2011

4 Sonnets - 4 sonetos

4 Sonnets


Este mes de mayo, la revista electrónica Transnational Literature, editada por Gillian Dooley de la Universidad de Flinders en Adelaida (Australia Meridional), acaba de publicar 4 sonetos que escribí a fines de 2010. Puedes descargar el documento en PDF con los 4 sonetos haciendo clic aquí.

Son cuatro sonetos que hablan por sí solos. Pienso que no hace falta explicarlos ni justificarlos, si es que en verdad es necesario justificar la poesía.

A finales del año pasado, posiblemente una noche a principios del mes de octubre (francamente, me falla la memoria) tuve un sueño muy vívido, muy real. Soñé con mi hija Clea, con mi niña. Volvía a estar con ella. Es difícil explicar las sensaciones durante el sueño, y las que sentí al despertar.

Me vino a la cabeza el estribillo de la canción de Antonio Carlos Jobim, A felicidade, que escucho con frecuencia, interpretada por el gran Vinicius de Moraes con Toquinho y Maria Creuza. Dice así:

Tristeza não tem fim
Felicidade sim

Un video de la canción en Youtube…



 Quisiera muchas veces no despertar para poder ser como era antes, para tener al menos la posibilidad de aspirar a la alegría. Tiene mucha razón Jobim: la tristeza no tiene fin. De los cuatro sonetos, este es algo muy, muy especial, y por ello quiero compartirlo en este blog.


Let me forever sleep this peaceful sleep.
Let me forever see her hazel eyes,
hear her giggle, her shrill girly voice keep
with me, relish this memory, the prize

of a lifetime that has become too long.
Let me forever dream this pleasant dream,
and sense her presence, feel that I belong
with her, let myself go down this strange stream

that one day seems to take us all somewhere.
Death took her away from me far too soon.
Where to from here, I honestly don’t care.

Just let me stay with her under this moon,
hold her in my arms, spin her in the air,
with my dear daughter in some timeless swoon.


Transnational Literature, an e-journal edited by Gillian Dooley at Adelaide’s Flinders University has just published 4 sonnets I wrote in late 2010. You can download the PDF with the four sonnets by clicking here.

These four sonnets speak for themselves. I don’t think it necessary to explain or justify them, if indeed it is necessary to justify poetry.

Late last year, possibly on an early October night (to be honest, my memory fails) I had a very vivid dream, a very real dream. I dreamt of my daughter, Clea, my little girl. I was with her again. I cannot explain the sensations I had during my dream, or those I felt upon waking up.

A few hours later I thought of the chorus in a song by Antonio Carlos Jobim’s song, A felicidade, one that I listen to frequently, sung by the great Vinicius de Moraes with Toquinho and Maria Creuza. The chorus line says:


Tristeza não tem fim
Felicidade sim


There are many mornings I’d rather not wake up, so I could be who I was before, so I could at least have the chance of hoping for gladness. Jobim was quite right: sadness never ends. Out of these four sonnets, this one is something very, very special to me, and that’s why I wish to share it here.

26 ene 2011

Una foto y un poema - A photograph and a poem



Lalomanu Beach, October 2010



Our pain and our hearts have brought us back here,
to this idyllic beach, a superb place.
There’s a hint of chaos, some deathly trace:
countless shards of green broken glass appear


everywhere. Behind the road some remains
display the marks of the lethal sea-beast;
childhoods were stolen; lives suddenly ceased.
Sadly bent palm-trees heave a sigh of pain.


But further west, half-buried in the sand,
a strange white apparition has emerged.
Its presence many will not understand.


A year ago the machine was submerged:
a white-toothed monster rushed towards the land.
Lalomanu’s been since a mournful dirge.

 
Recordando a todas las personas que murieron el 29 de septiembre de 2009 en la playa de Lalomanu, y muy especialmente a Clea Salavert (6) y Alfie Cunliffe (2).


In memory of all those who perished on Lalomanu Beach on 29 September 2009, particularly Clea Salavert (6) and Alfie Cunliffe (2).

(c) Jorge Salavert, 2010.

22 sept 2010

Fui cocodrilo

Fui cocodrilo


Yo fui cocodrilo que te hostigaba en tu barco de pirata,

mientras con tus chillidos y tus risas ahuyentabas el peligro.

Fui la mueca de fingida sorpresa cada vez que golpeabas

mi trasero con el tempo del columpio,

mas ahora yo me sé hombre viejo y cansado.

Fui la mano que, cuando te caías, te levantaba,

fui brazos que te rodeaban cuando tenías frío,

mas ahora soy endeble tobillo, próximo a quebrarse.

Fui mago de palabras, revelador de mundos,

inventor de paradojas y hechicero de tu risa,

mas ahora soy jardinero que siembra silencios,

soy la mirada perdida detrás de la ventana,

la mano dolorida que recorre el edredón

que en otro tiempo, no tan lejano, te cubría.

Fui gigante que te llevaba en sus espaldas,

fui quejido fingido que tus dedos arrancaban,

fui ogro que se desvanecía con tus besos

a primera hora de la mañana.

Fui coloso cuyas pisadas en arena dorada repetías,

mas ahora yo me sé hombrecillo enjuto, seco, retraído.

Fui nube blanca para tus ojos, fui viento en tus mejillas,

fui sol, fui luz, fui abrazo,

fui padre y anhelé ser tu guía,

mas ahora soy sombra, soy crepúsculo y escarcha.

Fui pues alegría mientras estuviste en mi vida.

Ahora no soy otra cosa que tristeza.


(Para mi amada Clea, mi babita, in memoriam, septiembre de 2010).




14 sept 2010

Not a happy birthday

No es un feliz cumpleaños


(Para Trudie, con amor y dolor)


Ya nunca más podrá

desearle a su mujer

un feliz cumpleaños.

¿Cuántos años más habrán

de soportar este dolor?

¿Cuántos años más sangrará

su herida?


Que sepan los que soslayan sus palabras por falta de valor,

o que han andado un sendero de silencio:

Nunca es jodidamente demasiado tiempo.

Nunca es una larga y tortuosa navaja

que les acuchilla sus esperanzas más recónditas,

una espina clavada por siempre en su interior

que les corta y desgarra el corazón,

cortando, como si fuese una flor, su posible vida.

Nunca es la roca implacable

que aplastó sus sueños

arrancando todo atisbo de alegría

de su vida.

Nunca es el tiempo atemporal que estarán aquí,

esperando a que les llegue su hora,

confiando en regresar a un tiempo

y a un lugar antes de que comenzara este nunca,

esperando a reunirse

con la hija que perdieron.

(Traducido del inglés por el autor)

Not a happy birthday

(For Trudie, in love and pain)

He will never again bring himself
to wish his wife
a happy birthday.
For how many more years
will they have to endure this pain?
For how many more years
will their wound bleed?

Let me tell those who skirt their words for want of courage
or those who have trodden a path of silence:
Never is a fucking too long time.
Never is a long crooked knife
stabbing their most intimate hopes,
a thorn stuck inside them forever
scoring and gnawing at their hearts,
cutting down, as if it were a flower, their possible life.
Never is the unyielding rock
that smashed their dreams
wrestling all glimpses of joy
away from them.
Never is the timeless time they will remain here,
waiting until it is their time to die,
expecting a return to a time
and place before the never began,
waiting to reunite themselves
with the daughter they lost.

(September 2010)

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