Rachel Cusk, The Lucky Ones (Londres: Fourth Estate, 2003). 288 páginas.
Recuerdo la cara
de estupor (esa cara que dice "tierra, trágame") de un camarero en Ávila tras explicarle en pocas palabras que su aseveración
de que yo era un hombre con suerte distaba muchísimo de la realidad. ¿Qué es en
realidad tener suerte? Todo es
relativo. En todo caso, el título de este libro de la británica Rachel Cusk contiene
unas grandes dosis de ironía: sus personajes no son gente con suerte – más bien
todo lo contrario.
Ante todo, cabe
una aclaración: The Lucky Ones no es,
estrictamente, una novela. Se ha escrito mucho sobre si los formatos más actuales
que se adoptan en la narrativa contemporánea merecen el nombre de novela o no.
El caso de All That Man Is, que reseñé hace unos meses,
era sumamente llamativo, en tanto que se proclamaba novela lo que no lo era, ni
por asomo. Muchos años antes ya lo había buscado Rachel Cusk con The Lucky Ones, una colección de cinco
relatos tenuemente unidos por una pareja, un par de personajes que en ningún
momento son de hecho los protagonistas del libro, sino que hacen acto de
presencia en todos los relatos, pero de manera secundaria, o lo hacen incluso
de una forma tan peregrina que no debiera sorprendernos si el lector no llegase
a registrar su existencia.
En la primera de
las historias, ‘Confinement’, una joven encarcelada por un delito que no cometió
está a punto de dar a luz. Su compañera de celda intenta cuidar de ella y
prepararla para el shock que sufrirá cuando le quiten al bebé. El abogado que
lleva su caso de apelación se ha tenido que ausentar, y lo reemplaza una joven
abogada que figura en la siguiente historia del libro, ‘The Way You Do It’.
Este relato cuenta lo que ocurre en el seno de un grupo de amigos ingleses que
van a esquiar en alguna parte de los Alpes, y que en mi opinión es el más flojo
de los cinco.
El tercero es ‘The
Sacrifices’, narrado por una mujer anónima, quien durante una visita a la casa
donde pasó su niñez reflexiona sobre el fracaso al que estaba abocado su matrimonio.
No había tenido hijos, pero cuidaba de Joseph, un chico que su marido tuvo con
otra mujer muchos años antes, tras un revolcón de una sola noche.
El cuarto lleva
por título ‘Mrs. Daley's Daughter’, y es sin duda el mejor de los cinco. La señora
Daley se enfrenta a las dificultades por las que pasa su hija tras tener a su
primera bebé. Después de una hilarante visita a Londres del señor y la señora Daley
para conocer a su nieta recién nacida, es la madre de la criatura la que acude al
pueblo de Ravensley. La joven mujer es víctima de una fuerte depresión postnatal,
pero la Sra. Daley no tiene ni idea de cómo ayudarla, y simplemente rememora
sus propios temores e indecisiones cuando fue madre.
Ravenley es también
el escenario del último de los cinco relatos, ‘Matters of Life and Death’. Una
de las vecinas del pueblo ve impotente cómo su marido desatiende su negocio y
su familia. Entabla amistad con otra residente del pueblo, Serena, que es una
famosa columnista para uno de los diarios de la capital. Serena no se corta a
la hora de utilizar las confidencias de su nueva amiga para redactar sus
columnas. Tras la fiesta de Navidad que dan los Daley (con la que concluía el
relato anterior), ella y su marido sufren un terrible accidente de tráfico que
les cambiará la vida para siempre.
A falta de un
hilo argumental que una las historias, hay sin embargo un hilo temático que sí
las liga: la familia como unidad social, la entrega y compromiso que la crianza
de hijos exige, y el desconcierto, confusión e incluso resentimiento que muchos
de los personajes experimentan cuando la realidad a la que se enfrentan no
cuadra con las expectativas que tenían.
Cusk explota con pericia
todo lo que es relato de la experiencia entre personas en una prosa que por lo
general es nítida. Pero a mí me ha parecido que al libro le falta algo de estructura
y más armazón argumental para poder sostenerse como unidad. Hay por cierto algunos
gazapos de bulto, como por ejemplo esta clamorosa errata en la página 138: “extravagent”.
The Lucky Ones la publicó Lumen en castellano en 2004 con el
título de Mucha suerte, en traducción
de Gemma Rovira.