7 mar 2012

Goodbye Blue Monday: un relato de Benjamin Smith

Dos citas de Kurt Vonnegut (montaje de Justin Anthony Knapp)

Mi traducción de un cuento del estadounidense Benjamin Smith ha aparecido esta semana en Hermano Cerdo. El título del cuento es ‘Goodbye Blue Monday’, a su vez subtítulo de la novela Breakfast of Champions del autor Kurt Vonnegut, fallecido en 2007, y que fue llevada al cine en 1999 (El desayuno de los campeones).
El narrador llega al apartamento de su hermano y se encuentra que la puerta no está cerrada. Enfadado porque van a llegar tarde a la comida con la familia, cuando va a despertarlo descubre que está muerto. Junto al cadáver encuentra una nota que simplemente dice: ‘Goodbye Blue Monday’. En dos o tres breves escenas, diferentes personajes dan su versión del finado, Karl. El hermano busca infructuosamente darle sentido a la nota.
Se trata de un relato muy breve, con diálogos cortos pero corrosivos, y que nos muestra la degradación que los seres humanos somos capaces de alcanzar cuando ni siquiera se les tiene respeto a los muertos. Lo leí por casualidad en una revista online y me propuse traducirlo para la revista de los campeones.
‘Goodbye Blue Monday’ empieza así:
“Joder. La puerta no está cerrada. La abro de un empujón. Está inmóvil, tirado encima de un pequeño colchón que está justo en el centro del apartamento estudio. Digo su nombre en voz alta antes de entrar, temeroso de despertar a la bestia beoda. ‘¡Ya está bien!’, digo entonces con un grito.”
Puedes terminar de leerlo aquí. Y también puedes leer el original inglés de Benjamin Smith aquí.
En todo caso, espero que lo disfrutes, como siempre.

5 mar 2012

Handwritten: Una exposición en la Biblioteca Nacional

El cartel de la exposición


Aprovechando el diluvio que cayó en Canberra durante el fin de semana, llevé a mis mellizos a visitar la exposición Handwritten: Ten Centuries of Manuscript Treasures from Staatsbibliothek zu Berlin, que en castellano viene a ser Escrito a mano: diez siglos de tesoros manuscritos de la Biblioteca Estatal de Berlín.
La exposición reúne cerca de cien piezas únicas entre libros, pergaminos y hojas de papel, cuya característica común es que fueron escritas a mano. Desde una fastuosa copia del siglo XIV de La divina comedia de Dante a una carta de disculpa de Franz Kafka a un editor amigo suyo, Blei, pidiéndole perdón por haber publicado una reseña en una revista de la competencia, los documentos que reúne esta exposición proporcionan una visión muy completa de cómo ha evolucionado la escritura a lo largo de los siglos. Estos son algunos de los nombres de personajes históricos cuyos escritos forman parte de la exposición: Voltaire, Descartes, Dickens, Goethe, Hegel, Schopenhauer, Kant, Martín Lutero, Miguel Ángel Buonarotti, Copérnico, Galileo Galilei, Napoleón, Newton, Erasmo de Rotterdam, Maquiavelo, Kepler, Charles Dickens, Heinrich Böll, Herman Hesse, Albert Einstein, Diesel, Bosch, Benz, Planck, Marie Curie, el capitán Cook, Simón Bolívar, Florence Nightingale, Alfred Nobel, Dostoievski, Nietzsche, Pasteur…
La exposición se complementa además con diversas muestras de partituras escritas a mano por músicos de renombre universal: Bach, Brahms, Haydn, Handel, Schumann, Beethoven, Wagner, Mendelssohn, etc.
Ambas listas, creo yo, dan buena cuenta de lo exhaustivo que es el planteamiento de la exposición, la cual ha contado también con su propio blog (en inglés).
Karl Hartwig Gregor von Meusebach invita a champagne a Ernestine von Witzleben el 24 de abril de 1804 de una forma muy original.
Por otra parte, Handwritten nos lleva también a plantearnos algunos interrogantes. Por ejemplo, la cuestión de qué sucederá con el arte de la escritura, la caligrafía, ahora que prácticamente todo puede hacerse por medio de herramientas tecnológicas. La digitalización de muchos textos antiguos asegura su ‘supervivencia’ (y el acceso más fácil y asequible por parte millones de lectores, al menos en potencia), pero no la continuidad del arte de los calígrafos y los amanuenses.
También cabe preguntarse cuál será la calidad de la escritura de los ciudadanos que completen una educación ‘normal’; respecto a esto, cuento con la experiencia de haber enseñado en un instituto de enseñanza secundaria aquí en Australia, y he visto de primera mano las desastrosas consecuencias de una pobre formación en la destreza de escribir. Sé además de muchos personas que solamente saben escribir en letra mayúscula.
Veo también cómo escriben mis dos mellizos, quienes pronto cumplirán ocho años, y constato con alguna preocupación que todavía no saben escribir (al menos en mi opinión) correctamente. Sí saben, y muy bien, manejar iconos en la pantalla de un iPad, y también saben ya teclear párrafos enteros en un ordenador, por ejemplo.
Teniendo en cuenta que muy pronto mejorarán (y mucho) las aplicaciones que permiten ya ‘escribir’ directamente )es decir, sin tener que usar las manos) en PCs, tabletas, iPads y utensilios similares que sin duda harán su aparición en las próximas décadas, el panorama no es nada alentador para el arte de la escritura. De hecho, cada vez son menos las personas que escriben cartas a mano.
Pero mejor rectifico lo anterior: cada vez son menos las personas que escriben cartas. Pero ese es otro cantar.

Posts més visitats/Lo más visto en los últimos 30 días/Most-visited posts in last 30 days

¿Quién escribe? Who writes? Qui escriu?

Mi foto
Ngunnawal land, Australia