26 dic 2013

Reseña: Five Star Billionaire, de Tash Aw

Tash Aw, Five Star Billionaire (Londres: Fourth Estate, 2013). 435 páginas.

Ya nadie cuestiona el hecho de que el siglo XXI es el siglo de Asia. Pese a las tensiones geopolíticas que todavía amenazan esa parte del mundo, es innegable que el poderío económico de China ha cambiado la balanza estratégica mundial. De todas las metrópolis chinas, Shanghái es la más habitada (casi 24 millones en 2013), el centro financiero más importante de China. La ciudad es, en gran parte, la protagonista de esta novela del malasio Tash Aw.

Five Star Billionaire cuenta con cinco protagonistas, emigrantes todos ellos desde Malasia. Phoebe es la chica pobre, inmigrante ilegal, nada sofisticada pero ambiciosa; Gary, de origen muy humilde, ha triunfado en la vida como cantante pop en Asia, pero pasa por una profunda crisis existencial; Yinghui es una mujer madura, sofisticada, educada en Oxford, muy ambiciosa pero en última instancia algo insegura; Justin, primogénito de una rica familia china en Kuala Lumpur, acude a Shanghái escapando de la presión de su familia; y Walter Chao, misterioso personaje dueño aparentemente de numerosos negocios y autor de libros sobre cómo hacerse millonario.

La estructura de la novela es en sí misma interesante: al principio, con cada capítulo, vamos conociendo importantes datos sobre cada uno de los personajes en distintos capítulos con sugestivos títulos bilingües (en cantonés e inglés). Así, por ejemplo, el primero se titula ‘Move to Where the Money is’ [Múdate adonde esté el dinero]. Las vicisitudes de estos personajes son narradas en tercera persona por una voz omnisciente, si bien los ángulos adoptados son diferentes para cada personaje. A medida que avanza(n) la(s) trama(s), las historias personales de cada uno de los protagonistas van entrelazándose; el azar, obviamente, funciona siempre mejor en la ficción que en la realidad. Aw no tiene más remedio que llevar la verosimilitud de su narración más allá de los límites creíbles para que la conjunción de cinco personas en un mismo tiempo y un espacio (Shanghái).

En mitad de este rompecabezas de protagonistas y rebuscadas coincidencias (gracias a una web de contactos, Phoebe se convierte en la acompañante de Walter, mientras mantiene curiosos chats llenos de sinceridad y buen humor con Gary a altas horas de la noche), Aw intercala fragmentos de unas memorias de Walter Chao en primera persona. Este es un recurso particularmente apto en un principio, por lo que aporta como contraste a la historia en sí de Five Star Billionaire.

Sin embargo, en cierto modo lo que esta narración paralela provoca es que Aw saque el conejo de la chistera antes de tiempo. Puede ser, por lo tanto, que Five Star Billionaire sea en realidad una historia de venganza personal, y si así fuera, quizás el autor juega sus bazas con demasiado brío. Lo cual no quiere decir que disminuya el valor de la novela, pero en cierto modo sí alteraría la percepción inicial de su concepción y propósito.

No hay en Five Star Billionaire ningún ganador. Todos pierden de alguna manera. Phoebe fracasa y renuncia a sus ambiciones; Justin fracasa porque no sabe dejar atrás su pasado; Yinghui fracasa porque no aprende de sus errores; Walter fracasa porque no consigue conectar con ningún ser humano. Y por lo que respecta a Gary, el protagonista más apartado de la vorágine que crea Tash Aw, tampoco consigue derrotar los temores que le agobian. En una ciudad de cerca de 24 millones de habitantes, Aw parece querer acentuar la ausencia de humanidad, el continuo recurso a la careta, al disfraz, al ocultamiento de la verdadera identidad o personalidad , y finalmente la incapacidad de comunicarse unos con otros, sea cara a cara o con la máscara de la tecnología de por medio.

Five Star Billionaire es una novela muy coherente con nuestros tiempos: una historia de cinco extraños (y extranjeros) que parecen concentrar sus sueños de triunfo en el dinero, aunque el precio que hay que pagar por ello es una profunda y amarga soledad. Tampoco Shanghái sale bien parada; Aw nos la describe en términos nada generosos, como un mundo de avaricia y codicia ilimitadas:

Las multitudes, el tráfico, el dialecto ininteligible, las lluvias de barro que arrastraban los restos de las tormentas de arena del Desierto del Gobi y que te manchaban la ropa cada mes de marzo. La ciudad estaba jugando contigo, poniendo a prueba tus límites, utilizándote. Llegabas pensando que ibas a utilizar tú a Shanghái para conseguir lo que querías, y pasaría bastante tiempo hasta que te dieras cuenta de que te estaba utilizando ella, de que se te había adelantado y que eras tú el que estabas tratando de recuperar el terreno perdido.

Quizás es este el siglo asiático, pero no cabe duda de que Tash Aw no habrá hecho muchos amigos en la Oficina de Promoción Turística de Shanghái.

20 dic 2013

L'aiguadolç


My very dear friend (and cousin) Juli has sent me several copies of L’aiguadolç 41, which includes a brief anthology of poems by Canberra’s poet Geoff Page that I have translated into Catalan. The anthology is preceded by a short introductory note analysing Page’s long career and his very humble poetics.

L’aiguadolç is a (now yearly) literary journal published by the Institut d’Estudis Comarcals de la Marina Alta. Issue 41 includes several articles on the interactions of literature and cinema by Enric Castelló, Jaume Silvestre, Joaquim Espinós, Isabel Marcillas Piquer and Aina Santamaria, plus an introduction by Joaquim Espinós; reviews and commentaries on Catalan literature by Carles Barquero Genovés, Carles Mulet, Josep Bertomeu Llop and Juli Capilla; three brand-new short stories by Lliris Picó and translations of eight poems by Geoff Page, published in English and Catalan side by side.

A very well presented volume, L’aiguadolç has now been around for many years. It is something close to a miracle that such a high quality publication has survived the onslaught of relentless political and financial harassment inflicted upon all cultural expressions by the far-right government that has regrettably ruled the Valencian country for so long.

Older issues can be downloaded gratis from: http://www.raco.cat/index.php/Aiguadolc/index

My favourite poem in this brief selection is ‘My father’s mirror’ [‘L’espill de mon pare’]. It speaks to me in ways most people should be able to understand.

L’espill de mon pare

Dos anys després
i afaitant-me davant l’espill de mon pare
hi veig la seua cara en la meua;

el mateix bulb pelat
que ens emmarca a tots dos
sempre ha estat implacable.

Un rostre
és ara cendres escampades
o un somriure tibant dins un marc;

l’altre
sent una navalla muda
que grata la pell.

Fixe el meu esguard
a través d’una finestra entelada
i hi veig mon pare, que em mira als ulls

una mica humit amb la condensació
i la mort mateixa podria ésser només
que el vidre s’entela.

mentre inesperadament,
el meu fill, amb catorze anys,
m’ha pillat des de la porta del bany

i amb sarcasme
per tan pura abstracció fa:
Xe, Papà, què estàs fent?

I aleshores es frega la galta
Tot just al lloc on una barba més
espera l’espill.

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