El concepto ‘act of grace’ se recoge en la legislación australiana como un pago efectuado a la persona que ha sufrido una pérdida. Incluso en el caso de que no exista obligación legal alguna de que el Estado haga tal pago, se reconoce la responsabilidad (¿moral?) por dicha pérdida. Por ejemplo, por la muerte de civiles en la invasión militar de Iraq, en la que Australia participó tan alegremente.
Act of Grace reúne las historias interconectadas de varios personajes cuyas vidas se entrecruzan muy brevemente de forma fortuita. Tiene un formato ambicioso, en tanto que su estructura no es estrictamente lineal ni novelística.
Por un lado tenemos a Toohey, veterano de la Guerra de Iraq, un hombre violento y brutal, traumatizado por sus experiencias bélicas, y que tiene aterrorizados tanto a su hijo Gerry como a su mujer. Tras un salto en el tiempo, vemos cómo Gerry escapa de la tóxica influencia de su padre y de la negatividad que rodea su vida en Melbourne y durante un viaje por Estados Unidos se alista en un movimiento de protesta contra un oleoducto en Dakota.
Por otro lado está Robbie, una joven indígena australiana cuyo padre, Danny, fue víctima de la llamada Generación Robada. Tras haber sido boxeador en su juventud, Danny está ahora entrando en una fase de grave deterioro por culpa de la demencia. Robbie también enfrenta sus propios problemas de identidad y se debate entre la vida en la gran ciudad y la llamada del desierto, del corazón de Australia.
En Act of Grace Krien aborda con destreza temas importantes y muy candentes en nuestra época. La guerra y los traumas que causa (tanto a quienes son damnificados civiles como a quienes, como actores en la contienda militar, sufren las terribles consecuencias de la violencia que infligen o les infligen; véase, por ejemplo, el caso de The Yellow Birds, de Kevin Powers); la búsqueda de la identidad en una sociedad multicultural no exenta de fuertes fricciones; la masculinidad tóxica y el conflicto generacional que suele darse como resultado de ella.
Los tres personajes podrían reclamar esa indemnización a la que el título hace referencia. Pero también es el caso que los tres podrían hacerse responsables de actos que merecerían una suerte de resarcimiento hacia otras personas. Toohey respecto a su hijo Gerry; Nasim por el engaño cometido para poder ingresar a una sociedad que no la habría aceptado de saber la verdad sobre ella. Y Robbie por no saber posicionarse dentro la dualidad indígena versus no indígena, pese a ser consciente de las horrorosas circunstancias que cambiaron la vida de su padre para siempre.
Es un libro provocativo, también valiente y ambicioso. Se trata de la primera obra de ficción de Anna Krien, quien ha escrito varios libros de reportaje en torno a cuestiones muy candentes en Australia, tanto medioambientales como sociales.