Varias autoras, Something Special, Something Rare (Collingwood: Black Inc., 2015). 245 páginas.
Cuando allá a
finales de 2012 redacté una breve nota titulada ‘Premios feminizados’ en Hermano
Cerdo, señalaba algo muy obvio: el hecho de que crear premios literarios
exclusivos para autoras no iba a significar de forma automática que la
literatura producida por esas autoras fuera a ser mejor (o peor) que la escrita
por sus colegas masculinos. El fenómeno trataba simplemente de poner el foco
(dotado de un considerable valor crematístico) en la literatura creada por
mujeres.
Y así, resulta
que en 2015 la editorial Black Inc., radicada en Melbourne, decide sacar un
volumen recopilatorio de cuentos de autoras australianas. Lo curioso de este
volumen, dejando de lado la indudable calidad de la mayoría de las narraciones
que lo integran, es que la editorial lo publica a pelo: no hay ninguna
introducción ni prefacio ni nada. Tampoco se menciona el nombre o nombres de la
persona o personas que realizaron la selección. Una selección, por otra parte,
que jugaba sobre seguro: todos los cuentos de Something Special, Something Rare ya habían sido publicados con
anterioridad, algunos en revistas y otros en antologías.
Algunas de las firmas
son ya autoras consagradas y han publicado libros de mucho éxito, al menos en
Australia. Por ejemplo, Kate Grenville, que abre el libro con ‘Bushfire’, un
afable relato de corte romántico cuya protagonista es una maestra de mediana
edad en un arquetípico entorno rural australiano. O Fiona McFarlane con ‘The
Movie People’, cuyos cuentos han venido apareciendo en The New Yorker a lo
largo de los últimos años. Otras son menos conocidas, pero no por ello suscitan
menos interés.
Otro aspecto
inusual de esta valiosa colección tampoco tiene un hilo temático común. Más bien
todo lo contrario. Hay que añadir asimismo que los cuentos que recopila este
volumen abarcan más de una década. ‘The Intimacy of a Table’, de Delia Falconer,
el ya mencionado de Grenville y ‘La Moustiquaire’ de Gillian Mears se publicaron
por primera vez en 2001.
Es por supuesto
bastante difícil señalar un cuento en particular que destaque en el volumen, y
toda selección será naturalmente subjetiva. En todo caso, he aquí mi selección
de la selección:
1) ‘Lebanon’, de
Favel Parrett (cuyanovela Past the Shallows reseñé hacepoco más de tres años) es un relato muy corto, narrado en primera persona,
que plasma un momento crucial en el desarrollo personal de una joven de Hobart.
Podrás leer mi traducción al castellano en Hermano
Cerdo muy pronto.
Favel Parrett. Fotografía tomada de www.wheelercentre.com |
2) ‘The Movie
People’, de Fiona McFarlane, es un divertido relato que roza el absurdo, en el
que los habitantes de un pueblito, incapaces de superar la partida del equipo y
el elenco de una película, asumen en sus vidas reales los papeles de los
personajes de la película en la que participaron como extras.
3) ‘A Chinese
Affair’, de Isabelle Li, se centra en la doble vida de una emigrante de
ascendencia china, casada con un hombre mucho mayor que ella, y la
imposibilidad de mantener en secreto esa doble vida que lleva en alguna ciudad
de Australia no identificada.
4) ‘Honeymoon’,
de Charlotte Wood, cuenta visceralmente el cambio de actitud frente al marido y
las muy íntimas sensaciones que tiene una joven recién casada durante la luna
de miel.
Isabelle Li. Fotografa procedente de su propio sitio web |
Y 5) ‘Flicking
the Flint’, de Anna Krien, un perturbador relato en torno a un padre tiránico,
una madre acobardada y un chico tímido en una escuela rural, y de cómo la amistad
entre el chico y una joven maestra es aniquilada de la noche a la mañana por la
intransigencia, la violencia y la ignorancia del padre.
Otros cuentos
destacables son ‘The Meaning of Life’, de Mandy Sayer (de quien no había leído nada
desde 1996, con The Cross); ‘Forging
Friendship’, de Karen Hitchcock, una ironico relato sobre la amistad en los
tiempos de Facebook, y ‘Letter to A’, de Alice Pung, una conmovedora historia
sobre un joven hijo de emigrantes y las dificultades de abrirse un camino y
labrarse un futuro cuando el presente no parece presentar salida alguna.
El valor intrínseco
de Something Special, Something Rare estriba
en la literatura recogida en esta antología. Los relatos indagan en la
experiencia de personas muy diferentes, en disparejos entornos sociales y geográficos.
Es una prueba fehaciente de que el estado reciente de salud de la narrativa australiana
escrita por mujeres es bueno, si no excelente.