Aquest és un blog sobre literatura en anglés, castellà i català. Every single book reviewed in this blog is either my property or has been borrowed from a public library.
Warrumbungles NP (NSW): the view from the top of Bluff Mountain.
Three magnificent chooks are now living in our garden. Their names, after careful deliberations and many instances of fierce debate (ha!), have been decided. Larry (after Larry Bird), Pollito (after the evil bird in Despicable Me) and Turulata (Spanish for flabbergasted).
The Coop
The suburban housing prevalent in the ACT allows this kind of self-sustainable (ad)venture. All you need is a coop (easy to purchase, assemble and clean), the chooks, the time and the effort. Come wintertime, the chooks will spend lots of time inside the coop, resting on the straw and waiting for the sun to break through the darkness, the fog and the cold. But now, as summer approaches, they appear to be having a great time.
And only twenty-four hours after their arrival, Turulata has presumably laid the first egg. The first of many, we hope.
The word 'chook' is one of my favourite Australianisms. I remember how it confounded Professor Jeremy Munday during an excellent translation workshop he conducted at Monash University many years ago!
En 2013 se dio inicio a un fantástico proyecto en el Territorio de la Capital Australiana: el Sendero del Centenario (The Centenary Trail). En su totalidad tiene 145 km., y la dificultad varía considerablemente según la zona que atraviesa. Está concebido para senderistas y ciclistas de montaña. Este post cubre el tramo entre Mulligans Flat y la aldea de Hall.
La caminata recorre aproximadamente 15 km y tomará entre 3 y 4 horas, según el ritmo que uno aplique. Desde Mulligans Flat, el inicio es una exigente subida hasta el sendero propiamente dicho en el límite de la línea que divide Canberra de Nueva Gales del Sur.
El sendero sigue en gran medida esa línea divisoria, zigzagueando en dirección norte y noroeste primero, para después girar hacia el sur camino de Hall. Se pasa por Oak Hill, un lugar para acampar mantenido por el gobierno de Canberra (hay agua de lluvia y baños, pero está prohibido encender fuego) y One Tree Hill.
Hay tramos de pista en los llanos donde las bicicletas pueden avanzar muy rápido.
Vista panorámica del norte de Canberra, incluido Gungahlin, desde Oak Tree Hill.
Otra vista del norte de Canberra, en dirección sur hacia Belconnen.
El placer de encontrar y tocar árboles centenarios en el camino.
En las partes más boscosas no es inusual toparse con canguros, e incluso tímidos swamp wallabies como éste.
Un lagarto shingleback (Tiliqua rugosa) tomando el sol en los primeros días de la primavera de 2021 en mitad del sendero.
El sendero está muy bien señalizado. Además, el continuo paso de bicicletas de montaña ha dejado marcado el camino de manera inconfundible. El costado derecho (Nueva Gales del Sur) está completamente delimitado por las cercas de las granjas.
Si los 15 km. no son suficientes, he aquí una idea: comienza la caminata desde Goorooyarroo Nature Reserve, al sur de Mulligans Flat y pernocta en el Northern Border Camp. No hay conexiones con el transporte público en ninguno de los lugares mencionados, pero sí hay paradas de autobús cerca de Mulligans Flat. Un autobús sale de Yass (Nueva Gales del Sur) y por Hall camino de Canberra, una vez al día, de lunes a viernes.
La calle principal de Hall. El pueblito cuenta con un bar, una cafetería y algunas tiendas más. Lamentablemente, no existe lugar alguno que ofrezca alojamiento.
El río Molonglo es un afluente del Murrumbidgee, que a su vez es uno de los más caudalosos afluentes del río Murray, el único río australiano de cierta envergadura, que desemboca en Australia Meridional desde las Montañas Nevadas (the Snowys en el habla popular) del sur de Nueva Gales del Sur tras marcar la frontera entre ese estado y Victoria durante cientos de kilómetros. La confluencia de ambas corrientes tiene lugar al norte del Territorio de la Capital Australiana, esto es, Canberra. El paseo propuesto aquí puede comenzar desde el aparcamiento de Uriarra Crossing a orillas del Murrumbidgee. Un gran parque con varias mesas de picnic, barbacoas (has de llevarte tu propia leña), servicios y mucho espacio para correr, jugar a cricket, tomar el sol en invierno o refugiarse de él bajo las casuarinas en verano, además de refrescar los pies o el cuerpo entero en el río. No hay papeleras ni cubos para la basura, de modo que es necesario recoger tus desperdicios antes de volver a casa.
Del parque este de Uriarra Crossing se sale por la carretera de entrada, en una breve cuesta que lleva a la carretera. Se cruza la carretera y se inicia el descenso hasta el cauce del río Molonglo, En apenas diez minutos se llega a un puente que lo cruza.
Desde allí se puede contemplar el mirador, que es adonde lleva esta parte del sendero. Es una subida exigente pero relativamente corta. No estamos en alta montaña. La senda es estrecha en algunos tramos, cruza un arroyo casi siempre seco y deja a la derecha la planta de tratamiento de aguas residuales, que puede verse en el centro de la fotografía. Desde el mirador uno contempla el Murrimbidgee en su rumbo al norte, antes de que gire al oeste camino de Jugiong y Gundagai.
Ahí debajo Molonglo y Murrumbidgee unen su fuerzas.
El río Murrumbidgee discurre hacia el norte antes de alcanzar el pantano de Burrinjuck. Puede convertirse en un río bravo después de lluvias fuertes. En Gundagai, unos 200 km más al oeste, la población indígena avisó a los colonos de que no debían construir casas cerca del río. En 1852 el pueblo fue arrasado por el río, y 89 personas perecieron. Hoy en día el pueblo está construido sobre las colinas cercanas.
Cerca del río pueden verse infinidad de madrigueras de wombats, el marsupial típico de los entornos fluviales. Es un animal muy tímido, nocturno y solitario.
De regreso al Molonglo, para completar el círculo el sendero gira a la derecha y remonta una suave cuesta entre rocas. Desde ahí el camino es predominantemente plano y discurre junto a ambos ríos. A diferencia de la vegetación en la subida al mirador, donde abunda el Callitris (ciprés pino australiano), junto al río lo que abunda es la casuarina.
Hay remansos perfectos para estirar las piernas y escuchar el silencio. Uno de ellos en el tramo final del Molonglo.
Un ciprés pino contempla el majestuoso Murrumbidgee,
El sendero remonta el Murrumbidgee, cruza de nuevo la carretera y tras un giro a la izquierda te devuelve al aparcamiento. Distancia total: aproximadamente 8 kilómetros y medio. Duración: 2 horas. El sendero está bien señalizado y es imposible perderse. Caminante, hay camino.
El río Molonglo (que según parece significaba 'sonido atronador' en las lenguas indígenas de la zona) cruza la ciudad de Canberra, donde ha sido represado para crear el lago que separa la ciudad en dos mitades. Aunque nace al sur de Canberra, en los bosques cercanos a Captains Flat, el río corre hacia el norte para después girar hacia el oeste en dirección al río más importante de la región, el Murrumbidgee.
La entrada al desfiladero del río Molonglo.
El sendero reseñado aquí tiene unos 3,6 km de longitud y remonta el curso del río a través de un desfiladero que aproximadamente tiene una edad de 15 millones de años. La senda es estrecha a veces y, aunque las señales son escasas, es difícil perderse. En algunas tramos cuenta con vallas metálicas de protección porque una caída podría causar lesiones serias.
Fin del sendero: lugar ideal para un almuerzo.
Al otro lado del desfiladero puede verse la vía férrea que conecta Canberra con Sydney, por la que circula un tren ridículo que pertenece al siglo XX, y eso siendo generosos. En años recientes, la empresa española Talgo se ha ofrecido a probar sus máquinas de forma gratuita en esa vía, tratando de convencer a los gobiernos australianos de que se puede completar el viaje entre la capital federal y la de Nueva Gales del Sur en menos de dos horas. De momento, nada se sabe. Y dudo mucho que se sepa.
Cuando el Molonglo experimenta crecidas, la madera de los árboles muertos que arrastran las aguas del sonido atronador se amontona en algunos lugares.
La senda sube y baja a lo largo de los 3 kilómetros y pico y te lleva hasta un remanso del río donde hay cuatro mesas de picnic y buena sombra. El regreso se suele hacer en sentido inverso, aunque sería posible regresar al aparcamiento tomando la pista que utilizan los camiones madereros que cargan los troncos de pino del bosque de Kowen. Esa opción posiblemente añada una hora extra al paseo.
A buen ritmo, el paseo de ida y vuelta se completa en poco menos de dos horas. Puesto que no se trata de un parque nacional, es frecuente encontrarse con paseantes de perros. Molonglo River Gorge Walk es una excelente opción para quienes visiten Canberra ahora que los parques nacionales del Territorio están cerrados tras los incendios de principios de año.
La extraña hermosura de la corteza de un eucalipto.
Casi cinco semanas de viaje, en un itinerario que comprenderá tres países andinos, a cada cual más hermoso e interesante: Bolivia, Perú y Chile. Tras pernoctar en Santiago, pondremos rumbo a La Paz vía Iquique. Cruzaremos a Perú por Puno para luego encaminarnos a Cusco. El Camino Inca nos llevará a una cita obligada: Machu Picchu.
De Cusco otra vez en avión a Lima, donde podremos ver a unos buenos amigos y (esa es la intención) tomar con ellos unos tragos entre muchas risas y seguro que divertidas anécdotas. Desde Lima iremos más o menos siguiendo la Panamericana en dirección sur, con parada obligatoria en Arequipa. Pisco, Paracas, Colca y Nazca son otros nombres propios en esa ruta.
AREQUIPA. Fotografía de AgainErick
A Chile volveremos a entrar por Arica, y una vez lleguemos a Iquique el viaje será en auto de alquiler hasta Santiago, con pernoctaciones diversas, entre ellas San Pedro de Atacama, donde cabría esperar que, cerca de veintitrés años después, a uno no lo reconozcan, especialmente en las Termas de Puritama.
Para este viaje se precisan alforjas: la intención es visitar librerías en buena parte de las ciudades que visitemos, y cargar con alguna de las recomendaciones del librero local o las novedades locales más atrayentes. De momento, me acompaña un entrañable uruguayo, el gran Eduardo Galeano con sus Espejos. Veremos qué joyas puedo agenciarme en las librerías de La Paz, Lima o Santiago, o en alguna otra librería con la que pueda toparme durante el viaje. Cualquier recomendación será muy bienvenida. Y por si el poco original título de este post ha despertado una vena algo nostálgica en tu memoria, aquí tienes un video de la famosísima adaptación en dibujos animados japoneses del relato Dagli Appennini alle Ande de Edmondo d'Amicis.
El drama de la emigración antes de que la crueldad y el egoísmo la hayan hecho prácticamente inalcanzable para muchos, en un formato asequible y comprensible para los más jóvenes.
Fa un parell de setmanes va obrir-se al públic el
nou arborètum de Canberra, un ambiciós projecte de futur, una
solució molt pràctica amb elements de bellesa natural, i que té
les seues arrels ben posades al passat.
Durant l'estiu del 2003, uns incendis que començaren
a les muntanyes del sud de Nova Gal·les del Sud, provocats per
llamps de tronades seques, travessaren els boscos fins arribar a les
rodalies del territori de la capital federal. Van morir quatre
persones, i més de quatre-centes sofriren ferides; més de
cinc-centes llars van ser destruïdes. Vora el 70% dels terrenys dels
parcs naturals, les pastures i els boscos de pi que rodejaven els
barris de l'oest de Canberra van desaparèixer sota les flames, en lo
que va ser una paorosa i descomunal llengua de foc. Arrossegades pels
forts vents, les cendres arribaren a llocs a més de dos-cents
quilòmetres de Canberra.
Tot aquell mes de gener del 2003 va ser un temps
d'una calor asfixiant, la qual ens posà prop de límits gairebé
atroços. Molts dies d'aquell mes el vent del desert, que és el cor
indiscutible d'Austràlia, bufava amb el seu alè infernal des de les
primeres hores del matí. La meua filla Clea va néixer el 3 de
gener, en circumstàncies que vaig esmentar dins d'un llarg poema en
pentàmetres iàmbics en anglès, el qual mai no he publicat:
January was a
scorcher, the fires swept
Mountains, hills and
paddocks, and dark plumes rose
In the sky while you
lived your first few weeks.
And one day the
desert wind visited:
At noon we felt our
faces burning outside,
Pummelled by the
wind, and retreated back
To the barely
perceptible coolness
The
ceiling fans hopelessly tried to give us.
D'aquella destrucció, d'aquelles cendres, com si
d'una au fènix es tractara, va sorgir aquesta meravellosa idea. El
lloc on ara s'estén l'arborètum era una vasta plantació de pins,
que va ser arrasada per l'incendi. L'anterior Chief Minister
del territori, Jon Stanhope, després de fer consultes, va prendre la
decisió de crear, a l'espai on abans hi havien pins destinats a ser
material de construcció, un parc ple d'arbres per a les pròximes
generacions de Canberra.
Cal pensar que l'arborètum esdevindrà una
gran atracció per als nombrosos visitants que rep la capital
australiana. Les faldes de les colines que formen l'arborètum han
estat plantades amb arbres de diverses espècies: hi han dragos
canaris, arbres de ferro de Pèrsia (Parròtia
Persica) cedres de l’Himàlaia,
bedolls, i d'altres varietats i tipus; a més, és clar, eucaliptols
de moltes varietats.
Parrotia persica. Darrere, protegits amb xarxes, dragos canaris.
El projecte ha comprés també la construcció
d'un gran recinte, amb cafeteria i espai per tota mena d'exposicions,
i d'altres actes. Hi hauran camins i senders per passejar a peu i en
bicicleta. Només fa falta paciència: els arbres tarden anys en
créixer. Els projectes també porten anys en desenvolupar-se.
Aquest és un projecte de visió de futur. És també
una esplèndida idea amb un propòsit molt encertat: transformar un
paratge que hauria quedat gairebé desèrtic en una zona verda i
boscosa, la qual heretaran els nostres néts i nétes, i moltes més
generacions que seguiran gaudint dels nostres, dels seus amics: els
arbres.