Graeme Simsion, The Rosie Project (Melbourne: Text Publishing, 2013). 329 páginas.
A punto de
cumplir los cuarenta, Don Tillman, profesor universitario e investigador en el
campo de la de genética, sigue soltero en Melbourne. Tillman es un hombre atípico,
un tipo estrafalario: carece de las habilidades sociales más comunes
pero está dotado de un elevadísimo nivel de inteligencia. Tillman tiene el
llamado síndrome de Asperger, y por ello es una persona muy meticulosa, con una
vida organizada hasta el más mínimo detalle y al segundo, y a un tiempo capaz
de enfocar cuestiones desde ángulos muy diferentes a los habituales; sin embargo,
hace gala de un desprendimiento o distanciamiento que suele interpretarse como
falta de empatía o puede verse como indiferencia respecto a las emociones de
los demás. En otras palabras: Tillman no sabe cómo interactuar con otras personas.
Pero aún así, quisiera encontrar a la mujer de su vida.
The Rosie
Project es una divertida (a ratos) comedia romántica. Ganadora
del Premio Literario del Premier de Victoria de 2012 para un manuscrito inédito, se
convirtió de la noche a la mañana en un gran éxito editorial. Incluso antes de
ser publicada oficialmente, los agentes de Simsion ya la habían colocado para
ser traducida a más de 30 idiomas. Habrá película, claro está: es una línea argumental
repetida hasta la saciedad por Hollywood, industria que no se caracteriza ni por
su originalidad ni por la búsqueda de nuevas ideas.
Al principio de la novela, y animado por sus amigos Gene
y Claudia, Don Tillman diseña un cuestionario de corte científico para realizar
una selección de potenciales candidatas. El cuestionario, siguiendo el formato
de preguntas con cuatro opciones para responderlas de las cuales solamente una
es válida, forma parte de lo que él denomina el Proyecto Esposa.
En su camino se cruza sin embargo una joven doctoranda
llamada Rosie, por quien Don siente al instante una fuerte atracción física. Don
se ofrecerá a ayudar a Rosie a descubrir quién es su padre biológico, en lo que
denomina el Proyecto Padre. La trama gira en torno a sus encuentros y desencuentros,
y los muchos episodios en los que se ven envueltos, algunos sumamente ingeniosos.
La búsqueda de esa elusiva secuencia genética los llevará hasta Nueva York, con
más episodios estrambóticos.
Narrada en primera persona por Don Tillman, Simsion
utiliza un lenguaje directo que recrea con éxito la naturaleza obsesiva, el carácter
tenaz y la conducta socialmente ingenua del profesor. Lo que no tengo tan claro
es la verosimilitud de la trama en su totalidad. The Rosie Project tiene el claro propósito de entretener. No hay ningún
otro, y por eso no es nada difícil de entender que The Rosie Project se haya convertido en un éxito instantáneo de
ventas. Una trama que encantará a lectores/consumidores que no busquen otra
cosa que una historia divertida, sin complejidades ni dificultades narrativas,
con unos personajes simpáticos y apropiados para lo que no deja de ser una
comedia de enredo.
No es difícil de adivinar que ésta es la novela a la que
Graeme Simsion hace referencia en su cuento ‘Tres
encuentros con lo físico’, que traduje para la revista Hermano Cerdo hace unos meses. The Rosie Project aparecerá pronto
en castellano (Salamandra) y en català (La Campana), y no me cabe duda de que venderá,
como esos ricos buñuelos de calabaza en las noches de Fallas.