16 ene 2024

Reseña: Trust, de Hernán Díaz

Hernán Díaz, Trust (Londres: Picador, 2022). 403 páginas.

Son pocas las veces que un escritor, al edificar por partes la historia que quiere contar, exige que sea el lector el que tiene que descifrar claves y acertijos y dar con las pistas que le ayuden a entender el todo de la propuesta narrativa. Si eres un lector o lectora que con gusto acepta ese tipo de reto, entonces Trust es una novela cuya lectura debes acometer lo antes posible. Pero también aviso: esta reseña contiene algunos spoilers.

Trust son cuatro “libros” (no por su longitud sino por su concepto). El primero es ‘Bonds’ (el primer juego de palabras de los muchos que Hernán Díaz incluye en el libro: bond relaciona las obligaciones financieras con los vínculos familiares) y lo escribe un autor ficticio, Harold Vanner. En él se cuenta la historia de Benjamin Rask y su mujer, Helen. Rask es un todopoderoso potentado económico que multiplica su fortuna con el desastre bursátil de 1929. En su versión de la historia, Vanner achaca a la perversidad del marido el decaimiento de la salud mental de Helen en lo que, a los ojos de Vanner, se convierte en una tortura, terminando en su internamiento y muerte en una residencia suiza.

El segundo ‘libro’ es la autobiografía de Andrew Bevel, multimillonario orgulloso de su aptitud para convertir el dinero en mucho más dinero a pesar de las crisis que afectan a otros. En esta segunda parte Hernán Díaz realiza una valiente apuesta: hace que la biografía de Bevel quede inconclusa, con marcadores de secciones que se deberían completar con datos, anécdotas, episodios o datos varios. Los paralelos entre la historia de Rask y la de Bevel son, en todo caso, muy evidentes.

La Bolsa de Nueva York. Fotografía de Jeffrey Zeldman, vecino de Manhattan.
En el tercer ‘libro’ aparece Ida Partenza (nótese que el apellido de este personaje, secretaria de Bevel, contratada en 1938 para ayudarle a escribir la autobiografía ꟷla segunda sección del libroꟷ se puede traducir como «desviación»). Es también una autobiografía, pero buena parte de ella se encamina a contarnos cómo Bevel confecciona, forja, manipula y fabrica la memoria de su esposa Mildred, fallecida recientemente. Lo mejor de esto es que Díaz adopta determinadas características del género de la novela detectivesca y de misterio y suspense para hacer añicos la narrativa que había construido hasta ese momento. Cuando Bevel fallece de modo completamente inesperado, Ida Partenza pierde lógicamente su trabajo y el proyecto de biografía del millonario.

El círculo de la novela se cierra con la cuarta sección, el diario secreto de Mildred que Partenza encontró en la casa de Bevel y que sustrajo poco antes de su muerte. El diario de la señora Bevel deja en evidencia al marido, mostrando que era ella la que poseía la inteligencia y las dotes matemáticas para enriquecerle a él.

En una entrevista titulada “El dinero es una ficción” a Milenio, Díaz observa que «en las grandes epopeyas del capital hay gente que tiene un megáfono y una voz que se proyecta ensordecedoramente en todos los ámbitos de la sociedad, y hay otra gente que ha sido desplazada y amordazada, y entre esa gente me interesaban las voces de las mujeres que habían sido ignoradas en la historia del capital». Para llevar a cabo esa denuncia, el autor arriesga mucho: opta por hacerle creer al lector una versión del pasado, pero a medida que avanza la novela desmonta esa versión con mucho ingenio y exquisito estilo. No es únicamente el dinero lo que es ficción: también puede serlo el pasado si uno tiene tanto poder como pueden concederle el dinero y el sistema socioeconómico reinante.

El libro fue premiado con el Premio Pulitzer de 2023 y, lógicamente, se tradujo rápido, el mismo año. Curiosamente, tanto la versión en castellano (Fortuna, en Anagrama, con traducción de Javier Calvo) como la versión en catalán (Fortuna, en Edicions del Periscopi, amb traducció de Josefina Caball) obvian el juego de palabras del título original en inglés. ¿Puede uno fiarse? No olvides lo que reza el lema oficial de los Estados Unidos: In God We Trust. Cosas del mercado editorial, supongo.

26 dic 2023

Reseña: Bulk Nuts, de Mandy Ord

Mandy Ord, Bulk Nuts (Summer Hill: Gazebo Books, 2023). 257 páginas.

El último libro de Mandy Ord continúa adoptando el formato de cómic autobiográfico. Bulk Nuts [Frutos secos a granel] se compone de veintisiete episodios de temática variada, aunque siempre personal. Abarcan desde la infancia de la autora a sus años en Canberra como estudiante y empleada en la más conocida tienda de cómics y tebeos de la capital, Impact Comics.

Como se vio en When One Person Dies the Whole World is Over, Ord dibuja su mundo y se dibuja característicamente con una figura un poco deformada y con un solo ojo. Es una especie de alter ego de la autora, que domina la viñeta siempre que la plasma en ella. La primera historia, ‘Bangs’ [Flecos], es impactante: durante una visita a un lugar indeterminado, camino del supermercado, Mandy pasa por delante de un par de hombres un tanto desaliñados que están fumando cerca de las puertas de los servicios públicos. Le parece oír un comentario despectivo procedente de uno de ellos; se encara con ellos y le recrimina sus palabras. El hombre, cariacontecido, con tono de arrepentimiento le dice que simplemente había dicho que le gustaban sus flecos. Mandy se aleja pensando que ella no tiene flecos.

Impera en este volumen de historias una economía de las palabras. En una gran mayoría de viñetas aparece como mucho una palabra; a veces dos, y en muchas ocasiones, ninguna. Esta parquedad de signos lingüísticos funciona a la perfección en algunas historias, como es el caso de ‘Caravan’, en la que Ord narra una ocasión durante sus años en Canberra, en la que tuvo la extraña sensación de que un coche la estaba siguiendo por las solitarias calles de un barrio de Canberra. Porque los humanos somos seres muy dados a pensar lo peor, la protagonista asocia las imágenes de un programa televisivo sobre los criminales más buscados en Australia y la inusual situación en la que un coche parece moverse siguiendo sus pasos.

La técnica de la cartela escueta, sin embargo, no me parece igual de efectiva en otros episodios de Bulk Nuts, y los dibujos no logran completamente compensar esa falta, por ejemplo en ‘Sedaris’, sobre esa extraña (a veces enojosa) relación que se establece entre la persona que está mirando ropa en una tienda y el dependiente.

Además de la primera historia de Bulk Nuts, destacaría ‘Machete’ y ‘Smoothie’. En ‘Machete’, Ord recuerda con cariño un cuchillo de grandes dimensiones con el que solía cortar pedazos de calabaza en una tienda de productos orgánicos en la que trabajó varios años.

‘Smoothie’ es, con mucho, el cuento gráfico más largo y desarrollado de esta colección. Mientras la autora rememora los tiempos de la escuela primaria en los que se metió en líos junto con otros compañeros de clase, en el viaje de regreso a casa le sucede un incidente inquietante: un coche patrulla pone en marcha las luces de emergencia y persecución y la obligan a parar. Su sensación de impotencia, de ser el objeto de un escrutinio extremado, arbitrario y excesivo es algo por lo que todos hemos pasado alguna vez a manos de los uniformados.

Si yo fuera una araña, me defendería... picando.
Con una gran abundancia de ironía que Mandy Ord dirige contra sí misma, Bulk Nuts resulta ser un libro entretenido, una nueva y jocosa adición a la lista de trabajos de esta dibujante australiana.

Reseña: Silence is a Sense, de Layla AlAmmar

 

Layla AlAmmar, Silence is a Sense (Londres: The Borough Press, 2022). 247 páginas.

El comienzo de esta novela es intrigante: la narradora observa atentamente las ventanas de las torres del complejo residencial en el que vive y te cuenta qué es lo ve en cada una de las viviendas; mejor dicho, te cuenta lo que hace cada una de las personas a las que ve al otro lado de la ventana. Así, el primer capítulo se titula ‘No-Lights-Man’, un vecino que «se cambia de ropa, se bebe unos refrescos y unas sidras, y funde un poco de queso sobre las tostadas, y todo sin encender las luces». (p. 1; todas las citas del libro están traducidas por mí). ¿Por qué mata el tiempo esta mujer vigilando a sus vecinos? ¿Tiene miedo de alguno de ellos?

Unos párrafos más adelante, la narradora nos dice que tiene una caja en su cabeza, donde guarda las cosas que le resultan ser demasiado, las cosas que no tienen sentido: «Imágenes y sonidos y olores y texturas que languidecen en cajas, atiborradas y escondidas, apiladas en una habitación en mi mente. Llenan todos los rincones, suben por las paredes hasta arriba del todo, caja sobre caja, hasta el techo. A veces esa habitación se ensancha y se hincha igual que el vientre de una parturienta. Sus márgenes punzantes hurgan en mi mente. Casi nunca hay tranquilidad en ese sitio». (p. 2)

La mujer es una joven siria, concretamente de Alepo. Ha llegado a una ciudad inglesa que la autora no identifica. Desde su llegada, ha comenzado a estudiar una carrera. Sabemos que no habla nunca con nadie en público y que no lo hace por decisión propia; además, noes religiosa: rara vez acude a orar en una mezquita cercana. Sin embargo, cuenta con un excelente dominio de la lengua inglesa, pues escribe, y mucho. Bajo el seudónimo de Voiceless, la joven firma sus artículos para una revista en línea. Son piezas tan expresivas y espléndidas, redactadas en un estilo que se acerca tantísimo a la perfección, que algunos de sus lectores la acusan de no ser una refugiada de verdad, de ser un engaño.

No es Khan Younis en diciembre de 2023, pero podría serlo. Alepo, octubre de 2012. Fotografía de Voice of America.

Una importante parte de la trama (si es que se le puede llamar así) de la novela la forma la correspondencia de Voiceless con Josie, la editora de la revista digital. Mientras que Josie quiere que la joven siria deje de personalizar sus columnas (lo que significaría estrechar ese túnel por el que Voiceless podría enunciar las múltiples formas que ha adoptado el trauma de sus últimos meses en Siria y su larga huida por Europa), la editora prefiere artículos menos politizados en torno a lo que significa vivir bajo el estatus de refugiado en la Inglaterra de la segunda década del siglo XXI. El trasfondo político lo marcan los entonces recientes atentados de Manchester, Londres o París, por ejemplo. Escribe Josie:

«Estimada Voiceless:

He esperado hasta después de publicar tu último artículo para enviar esto porque no quería que pensaras que yo esperaba que cambiases de opinión en base a lo que estoy a punto de decirte. […] Lo que quiero decires que me preocupa que estés pasando por alto la violencia muy real e inequívoca que ha estado teniendo lugar en Gran Bretaña en los últimos meses. Al hacer tu declaración sobre la islamofobia y los refugiados, etc., me temo que quizás estés subestimando la horrible violencia que está ocurriendo en nuestras calles. Entre algunos de los compañeros de la revista se extiende la sensación de que puede que estés trivializando, o incluso hilando muy fino, al hablar de este tema.

En estos ataques ha muerto gente de verdad. Gente de verdad con familia, que tenían sus vidas, sus trabajos y sus amigos. Gente que estaban aquí la semana pasada y ahora, de repente, ya no están. […]

Estas son algunas de las cosas a tener presentes cuando redactes tus artículos en el futuro» (p. 126-7).

De modo que cuando Voiceless comienza a contar su propia historia, a Josie se le atraganta: «Estas, sí quiero publicarlas. No me malinterpretes. Pero quizás podríamos mitigarlas un poquito, o simplemente centrarnos en un episodio y desentrañarlo para los lectores». (p. 166)

Como si se pudiera temperar el trauma de la guerra, del terror de la represión política. De lo que son y significan los bombardeos indiscriminados en un barrio de una ciudad cualquiera como Alepo:

«Los bombardeos con barriles te matan. Estos bombardeos infernales que arrasan tu casa, tu tienda de la esquina, tu escuela y esparcen en el viento a miles de personas en cientos de miles de fragmentos infinitos. Los francotiradores situados en los tejados del lugar de trabajo de tu madre o de tu padre. Los guardas carcelarios con sus barras de hierro que utilizan para meterte el sometimiento a través de la piel mojada. Los traficantes y contrabandistas, los hombres desesperados. Esas son las cosas que te matan.» (p. 163)

Todavía tienen bien agarradas las riendas del poder, cada uno a su manera. La foto es del 21 de noviembre de 2017. Fotografía proporcionada por Kremlin.ru a Wikipedia Commons.
Al poner de relieve el mutismo oral de la narradora ante la sociedad, AlAmmar construye un relato verosímil, porque el trauma se expresa a través del silencio, y éste es mucho más que el vacío que otros leen en él: el silencio es, en el caso de Voiceless, un acto de habla. La escritura, al fin y al cabo, es un acto comunicativo que exige tanto la observación del lector como su empatía. AlAmmar escribe desde la posición de la empatía. Poseer excelentes dotes de observación le permite elaborar la narración de Voiceless y presentarla repleta de recuerdos, todos teñidos de violencia, de representaciones incoherentes y cuadros desquiciados, pero cuando la joven siria encuentra momentos de paz al escribir, el lenguaje es lirico y político al mismo tiempo.

Si ya era un libro necesario cuando se publicó por primera vez en 2021, ahora, en este año 2023 que se nos va, pienso que Silence is a Sense resulta incluso más urgente y que debiera traducirse a tantos idiomas como sea posible.

17 dic 2023

Fabien Toulmé's Hakim's Odyssey, Book 3: A Review

Fabien Toulmé. Hakim's Odyssey, Book 3: From Macedonia to France (University Park, PA: Graphic Mundi, 2022). 249 pages. Translated into English by Hannah Chute.

The third instalment of this collection follows Hakim and his son Hadi in their journey across Europe. Having left Syria and tried his luck in Lebanon, Jordan and Turkey (Book 1), they cross over to Greece in a leaky boat and are confronted by the EU barriers of dilly-dallying bureaucracy, the rogue people-smugglers and price-gouging scoundrels as well as the widespread animosity against people who are simply feeling political repression and persecution (Book 2).

Hakim's Odyssey, from Syria to France, completed in close to three years.

With his wife Najmeh having already settled in France, Hakim decides not to wait for an administrative miracle of sorts and pushes on, crossing the border into Macedonia, followed by Serbia and Hungary. Now, Hungary may be part of the Union, but that does not make it a welcoming place for refugees. In fact, once in Hungary, Hakim and Hadi are put into a camp where conditions are, simply put, dreadful.

No comment...
Not every day in their odyssey is beset by bad vibes and hostile attitudes, though. In some places they are given assistance by total strangers; other people who share their plight offer advice and provide very useful information on border crosses and how to avoid arrest. Yet money runs out too quickly. They are exposed to bad weather; Hadi is constantly hungry and also gets a little sick. But Hakim’s perseverance pays off and after several months they make it to Austria, Switzerland and finally, Aix-en-Provence, in France, where Najmeh has been waiting for their arrival for two years.

This kind of person should be forced to walk across Europe with hardly any money in her pocket and fleeing political repression. And every time and wherever she was told to "leave", she should be forced to backtrack her way by 350 Km. Just for the sake of it, just so she would get fitter, since a change of mind or heart appears to be impossible. 

Someone knocks on a door and an extraordinary trilogy is born... FIN.
In his epilogue, Toulmé stresses the fact that Hakim’s odyssey does not simply end when he reaches France, because their life journey keeps going: they need to integrate into their new country, learn the language, find jobs and enrol their kids at school. They will contribute to their new community in ways that few local people will actually realise. This is a reality that gets distorted by the lies, the misinformation and the hatred of the antimigrant discourse regrettably so prevalent in the West.

The three books in this trilogy should become part of middle and high school reading sets. It is a sobering story, magnificently drawn and narrated.

 Yes, it is important to record certain details of History. City of Vienna Information for Refugees Arriving from Hungary at Westbahnhof Railway Station. Photograph by Manfred Werner (Tsui).

29 nov 2023

Reseña: Ducks: Two Years in the Oil Sands, de Kate Beaton

Kate Beaton, Ducks: Two Years in the Oil Sands (Londres: Jonathan Cape, 2022). 430 páginas. 

Cuando el sector minero australiano estaba en su punto más álgido, en la primera década de este siglo, recuerdo que uno de mis cuñados barajaba la idea de irse a trabajar al oeste de Australia (la región de Pilbara, donde están las mayores minas de hierro). El razonamiento era que en un año podía ganar lo que en su trabajo normal le llevaría cuando menos cinco años. No se fue y nunca más volvió a hablar de ello.

Cuando Kate vio la aurora boreal... (p. 131) 
 
Una aurora boreal a unos 11 000 metros de altitud en Canadá, captada en fotografía por Yevgeny Pashnin el 22 de enero de 2004. © Yevgeny Pashnin.

Ducks es la autobiografía en formato de novela gráfica de la experiencia de la canadiense Kate Beaton como trabajadora en las explotaciones petrolíferas del norte de Canadá. Abarca casi tres años en diferentes ubicaciones de Alberta. Beaton, oriunda de Nueva Escocia, decide probar fortuna en las arenas petrolíferas para poder pagar su deuda estudiantil rápidamente. Una mujer joven sin experiencia alguna en el campo industrial se traslada a un lugar donde el sexismo y la misoginia son el pan nuestro de cada día (casi he reemplazado esa palabra con otra: «hora»).

Una de esas fiestas... (página 209)

Beaton ahonda en la brutal sensación de aislamiento al tiempo que describe situaciones surrealistas como la irrupción «por error» de tipos bebidos en su dormitorio. Pero conforme avanza en su narración, el enfoque pasa a abarcar también la explotación de los recursos naturales y la calamidad que eso supone para el medio ambiente y para las poblaciones indígenas del norte de Canadá. La muerte de una gran bandada de patos es el detonante. El libro acomete la tarea de denunciar el doble coste de la industria petrolífera canadiense: el ecológico y el humano. Y cumple con creces.

Página 329. 
Asimismo, el libro apunta hacia la inhumana cultura prevalente en el lugar de trabajo. La mayoría de los empleados padecen estrés y depresión, se sienten extremadamente solos y recurren al alcohol y las drogas.

Un libro muy completo (pero largo) en el que los dibujos demuestran el buen hacer de Beaton para definir las emociones de los personajes en determinadas situaciones. Le vendría bien, si acaso, algo de colorido, pero su lectura me resultó amena.

17 nov 2023

Reseña: Los Living, de Martín Caparrós

Martín Caparrós, Los Living (Barcelona: Anagrama, 2011). 430 páginas.

Ay la Argentina, ese lugar en el mundo que este mismo fin de semana tiene una cita ineludible en las urnas que bien pudiera cambiar su destino de forma brutal e incluso permanente. Ya en 1993, en un situación que para mí no terminaba de tener sentido, los argentinos se ofrecían a comprarme dólares cuando el cambio de divisas oficial era uno por uno. Hoy es un país en el que la moneda estadounidense tiene distintos valores en pesos según sea el mercado en el que uno se mueve. Así de loco es el asunto, mientras que uno de los dos candidatos propone la dolarización de la economía. Suerte para todos.

En Los Living, Caparrós elabora una especie de novela picaresca argentina de principios de siglo. El antihéroe protagonista es Nito, quien a modo de premonición nace el día de la muerte del General Perón («Cuando yo nací y murió Perón, muchos sufrieron porque lo idolatraban y lo necesitaban —o, por lo menos, estaban convencidos de que lo necesitaban.» (p. 15) Y casi cincuenta años después —toda una vida, che— diríase que todavía hay quienes creen que lo necesitan.

El General y Evita, figuras fundamentales de la historia argentina del siglo pasado.  Fotografía de Ramón Belozo.

Nito crece con la Argentina y las vicisitudes del país del último cuarto de siglo. Su niñez es una serie de vivencias que Caparrós narra con clarísima intención satírica en primera persona, al tiempo que intercala con retazos de una conversación a tres bandas que, a medida que avanza la novela, se revela como mucho más que el diálogo de besugos que en un principio parece ser.

La guerra de las Malvinas, la represión militar, el menemismo. Todos son elementos que dibujan el telón de fondo de la vida de Nito. La absurda muerte de su padre cuando apenas era una criatura va a marcar sus primeros años de manera decisiva. Víctima del bullying en la escuela, Nito aprende a la fuerza a valerse por sí mismo: descubre que la ingenuidad simulada puede servirle para abrirse camino en la vida.

Si de algo peca Caparrós en la elaboración del relato es la reiteración de ideas. El relato de Nito visita las mismas obsesiones con excesiva frecuencia. La irrupción del inefable clérigo brasileño Trafálgar en la novela sirve (quizás con demasiadas páginas) para enlazar la infancia y adolescencia de Nito con el proyecto ideado con el Pitu Carpanta, los living, el embalsamiento de los muertos como invitación a que los argentino puedan ‘convivir’ con los seres queridos ya finados no solamente de recuerdos, si se quiere, pasando por la maquinación para la que el brasileño recluta a Nito. El propósito de todo es, lógicamente, engañar y quitarle el dinero a los crédulos.

El primer lugar adonde mi buen amigo Salama me llevó en Buenos Aires fue al cementerio de Recoleta, al mausoleo de Evita. Y no es que hubiera momia alguna que contemplar, como es el caso de Uncle Ho en Hanói. El concepto que significaba su figura seguía siendo entonces (hablo de 1993) absolutamente central para la vida social y política argentina.

Atención, Sr. Pérez Reverte: hete aquí un amigo. Fotografía de Martín Caparrós a cargo de Esther Vargas.   
Los Living es una sátira a ratos extravagante aunque constantemente provocadora. Está regada con mucho humor negro y te regala una abundante crítica de la religión, del arte y de la sociedad porteña, con un epílogo que el autor agrega al final para dotar a la novela de un desenlace, que claramente se hacía necesario. Un libro muy entretenido.

8 nov 2023

Chooks

Front to back: Larry, Pollito and Turulata.


Three magnificent chooks are now living in our garden. Their names, after careful deliberations and many instances of fierce debate (ha!), have been decided. Larry (after Larry Bird), Pollito (after the evil bird in Despicable Me) and Turulata (Spanish for flabbergasted).

The Coop

The suburban housing prevalent in the ACT allows this kind of self-sustainable (ad)venture. All you need is a coop (easy to purchase, assemble and clean), the chooks, the time and the effort. Come wintertime, the chooks will spend lots of time inside the coop, resting on the straw and waiting for the sun to break through the darkness, the fog and the cold. But now, as summer approaches, they appear to be having a great time.

And only twenty-four hours after their arrival, Turulata has presumably laid the first egg. The first of many, we hope. 

The word 'chook' is one of my favourite Australianisms. I remember how it confounded Professor Jeremy Munday during an excellent translation workshop he conducted at Monash University many years ago!

Benvingudes! Bienvenidas! Welcome home, chooks!

Larry - Buffalo Tom

13 oct 2023

Reseña: Walk me to the Corner, de Anneli Furmark

Anneli Furmark, Walk me to the Corner (Montreal: Drawn & Quarterly, 2022). 228 páginas. Traducido al inglés por Hanna Strömberg.

'Hey, that's no way to say goodbye'. Leonard Cohen y Julie Felix, diciembre de 1967.

Elise publica un artículo sobre la ansiedad causada por el cambio climático y los problemas de sueño en la sociedad actual y acude a un acto cultural, donde conoce a Dagmar. Elise está casada con Henrik, tiene dos hijos ya adultos; por su parte, también Dagmar está casada (con una mujer llamada Ann Charlotte) y tiene dos hijas. Pero durante el breve tiempo que dura el acto y al despedirse, entre ambas ocurre algo indefinible y surge una atracción que conduce a lo que Furmark titula 'Lo inevitable'.

El comienzo de lo inevitable...
Si para Elise zambullirse en una relación sentimental con Dagmar es algo completamente extraño, novedoso y, en cierto modo, inexplicable, para Dagmar ese magnetismo que ambas han descubierto es tenaz e irrenunciable. Elise se lo confiesa a Henrik, quien, completamente dolido se aleja poco a poco de ella y encuentra refugio o consuelo en una compañera de la universidad. A Dagmar, en cambio, no le entra en la cabeza la idea de renunciar a la estabilidad de su unidad familiar. Sin embargo, sigue pidiéndole citas a Elise.

Utter miserableness... Henrik y Elise con la abogada. 
Walk me to the corner es una historia inusual. Pocos autores escogerán una historia de atracción sensual y romántica entre dos mujeres adultas. Furmark lo hace. Y es a través de una novela gráfica con delicados dibujos sin encuadre. Los diálogos son frecuentemente textos enviados de un teléfono móvil a otro, apenas unos pocos caracteres. Mucho más comunicativos pueden resultar los dibujos que ocupan toda la página o páginas repletas de dibujos sin palabra alguna.

Como si fuera un parque de atracciones, y de pronto, se encienden las luces...

Con una refinada paleta de colores suaves, Furmark transmite lo que es un drama intensamente emocional. El último capítulo, 'Amusement Park', concluye la historia de la mejor manera posible. Un buen libro con una estupenda traducción al inglés a cargo de Hanna Strömberg.

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